ASPECTOS CONDICIONANTES DEL RELIEVE
España es uno de los estados más extensos de Europa con 505.989 km2. Para analizar el relieve que define su territorio conviene detenerse en algunos aspectos como son su situación, los materiales que la forman y la incidencia de los agentes bioclimáticos.
La situación
La casi totalidad de España – a excepción de las islas Canarias, Ceuta y Melilla que pertenecen a la placa africana – se localiza en el borde sur de la placa eurasiática. Este hecho ha provocado que se haya visto afectada por las últimas orogenias, que han dejado un relieve de forma maciza, escasamente recortado y fragmentado en varias unidadesestructurales bien diferenciadas.
Los materiales
A diferencia de otros países, en España se pueden encontrar rocas de todas clases. ß Rocas silíceas muy duras, procedentes de los zócalós del Primario y que se extienden por el noroeste penínsular. ß Rocas calizas, procedentes de los sedimentos que se acumulan en los fondos marinos, y que son más blandas y fáciles de alterar. Predominan en el noreste y gran parte del este de la Península y en ciertas zonas de Baleares. ß Rocas arcillosas, formadas por la erosión de las calizas . Se sitúan en el interior de la Península ß Rocas volcánicas, procedentes del magma solidificado que asciende al exterior. Principalmente se encuentran en las Canarias. Cada una de estas rocas tiene un comportamiento diferente ante las fuerzas internas y los agentes externos, dando lugar a formas del relieve muy variadas. Los agentes bioclimáticos Las formas del relieve son también el resultado de la acción del clima y la vegetación. La vegetación y los suelos presentes en un territorio, la cantidad y la frecuencia de las precipitaciones a lo largo del tiempo y la existencia de viento, entre otros, determinan la intensidad de los procesos erosivos y de sedimentación. Por ello el modelado del clima oceánico es distinto al del clima mediterráneo.CarácterÍSTICAS GENERALES DEL RELIEVE ESPAÑOL
El relieve español se caracteriza por tener abundantes cinturones montañosos, cuya diferente altitud y litología origina muchos contrastes, y por estar muy compartimentado.Una forma compacta y maciza
España ocupa casi toda la Península Ibérica, una de las mayores de Europa, excepto la franja occidental que secorresponde al estado de Portugal. La Península se caracteriza por su forma compacta y maciza, con un perímetro de arcos muy amplios y sin apenas entrantes y salientes. Por eso el geógrafo griego Estrabón la comparó en la antigüedad con una piel de toro extendida. Esta forma hace que la influencia del mar penetre con más dificultad en el interior de la Península. Esto, unido a la disposición de las cordilleras junto a la costa, explica, primero, la continentalidad del clima de la España interior, ya que el mar es un agente que suaviza las temperaturas, y, segundo, la sequedad del clima, ante la poco penetración de la humedad desde las costas Una altitud elevadaEspaña tiene una altitud media muy elevada sobre el nivel del mar, que en Europa sólo es superada por Suiza con 1.300 m. Y ello se debe fundamentalmente a tres hechos: a que la altitud media de la Península, debido a la gran extensión de la Meseta, es de unos 660 m.,a que las montañas son muy numerosas, algunas de las cuales superan los 3.000 m., y, finalmente, a que el relieve de las islas es muy accidentado.
La disposición periférica del relieve
La Meseta ocupa el espacio central de la Península Ibérica. De esta manera hay cinturones montañosos periféricos que se disponen próximos a los litorales. Este hecho tiene gran incidencia sobre el clima de las diferentes regiones. Así distinguimos una España húmeda, en el litoral norte, y una España seca, en el resto del territorio, en zonas en las que la influencia marina es escasa debido a la presencia de fuertes cordilleras que impiden la entrada hacia el interior de los vientos cargados de humedad.EVOLUCIÓN GEOLÓGICA DEL RELIEVE ESPAÑOL El origen geológico de la Península Ibérica se halla en el existencia de un viejo macizo precámbrico (cámbrico, etapa geológica de la era primaria)
que, plegado y arrasado por la erosión, fue cubierto posteriormente por los mares de la era primaria o paleozoica. Aunque en algunos lugares del viejo zócalo penínsular afloran rocas muy antiguas de la era precámbrica, la actual configuración de la Península ha sido la siguiente:
A finales de la era primaria o paleozoica tuvo lugar la orogenia herciniana, que transformó profundamente el primitivo núcleo de la Península. De los mares que cubrían dicho núcleo emergieron montañas, que formaron una cordillera, el macizo ibérico o hespérico. Este macizo constituye el núcleo de la actual Meseta Central y los bordes de la misma.
Durante la era secundaria, la parte oriental del macizo ibérico se sumergíó parcialmentebajo las aguas del mar de Thetys y quedó cubierto por rocas sedimentarias. Mientras tanto, en la superficie las tierras emergidas eran arrasadas por la erosión.
Al comienzos de la era terciaria, la colisión entre la palca africana y la eurasiática provocó la orogenia alpina. En ella se plegaron las rocas sedimentarias y se levantaron los Pirineos y los Sistemas Béticos. La presión de la orogénía alpina sobre los materiales antiguos, más duros y rígidos, produjo su resquebrajamiento en bloques separados por fallas; esto dio lugar a la formación del Sistema Central, los Montes de Toledo y sistemas que bordean la Meseta. En esto momento aparecieron también las depresiones del Ebro y del Guadalquivir. A finales del Terciario, la Meseta basculó hacia el oeste y de esta forma se comenzó a configurar la red hidrográfica actual. Durante el Cuaternario, la acción de los glaciares afectó a las cordilleras más importantes. En las altas cimas del Pirineo, de la Cordillera Cantábrica, del Sistema Central y de Sierra Nevada, los glaciares formaron circos y agudas cresterías. En las zonas próximas a los glaciares se helaron los suelos, se cuartearon las rocas y se acumularon importantes depósitos sedimentarios. A partir de entonces sólo se ha producido la desecación de los lagos interiores, pequeños fenómenos tectónicos y otros volcánicos.