Orígenes de la Revolución Industrial
Desde mediados del siglo XVIII, el Reino Unido experimentó un gran crecimiento en múltiples aspectos, debido fundamentalmente al paso de una economía predominantemente agraria a una industrial.
Las transformaciones agrarias
Aumentó significativamente la producción agraria debido a avances técnicos y cambios en la propiedad de la tierra. Destacan innovaciones como la rotación cuatrienal (sistema Norfolk), que eliminaba el barbecho y aprovechaba al máximo la producción de los campos, el uso de nuevos fertilizantes (como el guano), la introducción de maquinaria agrícola (como la sembradora de Jethro Tull o la cosechadora mecánica) y la mejora del regadío. Estos cambios, junto con los cercamientos (enclosures), provocaron que no hiciera falta tanta mano de obra en el campo, impulsando a mucha población rural a emigrar a las ciudades en busca de trabajo en las nuevas fábricas (éxodo rural).
Crecimiento demográfico
Las mejoras en las condiciones higiénicas (alcantarillado, agua potable), los avances en medicina (como la vacuna contra la viruela) y, sobre todo, una mejor y más abundante alimentación derivada de la revolución agrícola, provocaron un notable descenso de la mortalidad (especialmente la infantil) mientras la natalidad se mantenía alta. Esto generó un significativo y sostenido aumento de la población, proporcionando mano de obra para la industria y un mercado creciente para sus productos.
La expansión de los transportes
Los medios de transporte mejoraron notablemente, facilitando el comercio interior y exterior, así como el movimiento de personas y materias primas:
- Medios terrestres: Se mejoró la red de carreteras mediante nuevas técnicas de pavimentación (como las de McAdam), pero la gran revolución fue la invención y expansión del ferrocarril. Aunque las primeras locomotoras de vapor aparecieron a principios del siglo XIX (Stephenson, 1814), la inauguración de la línea Liverpool-Manchester en 1830 marcó un hito en el transporte rápido y masivo de mercancías y pasajeros.
- Medios marítimos y fluviales: Se construyó una extensa red de canales navegables para conectar los centros industriales con las zonas mineras y los puertos marítimos, abaratando el transporte de mercancías pesadas como el carbón. Asimismo, la aplicación de la máquina de vapor a la navegación con el barco de vapor (desarrollado por Fulton a principios del s. XIX) supuso un gran avance para el transporte transoceánico, independizándolo de los vientos y corrientes.
La inversión y acumulación de capital
La burguesía británica había acumulado importantes capitales procedentes de diversas fuentes: los beneficios de la agricultura, el comercio colonial (especialmente el rentable comercio triangular, basado en el tráfico de esclavos africanos, materias primas americanas y productos manufacturados europeos) y la incipiente industria doméstica (putting-out system). Esta acumulación de capital, junto con un sistema financiero estable (Banco de Inglaterra) y una mentalidad empresarial favorable a la inversión y el riesgo, permitió financiar la construcción de fábricas, la compra de maquinaria y la puesta en marcha de las nuevas industrias.