La Explotación Forestal en España

La explotación forestal destaca entre los usos del espacio rural. Los terrenos forestales ocupan el 43% de la superficie total de España, con una producción final agraria del 2.5%. En las últimas décadas, la masa forestal ha aumentado notablemente debido a:

• El éxodo rural masivo desde la década de 1960, que ha permitido el desarrollo del bosque en tierras agrícolas abandonadas.
• La política de repoblación del franquismo y de años posteriores, que afectó a cerca de cuatro millones de hectáreas.
• Las políticas de defensa de los bosques, integradas en la PAC.
• La mayor sensibilidad conservacionista de los últimos años.

El Aprovechamiento de los Bosques: Diversos Aspectos

• El aprovechamiento de la madera representa el mayor porcentaje de la renta forestal. Su crecimiento ha sido continuo, aunque la producción está muy por debajo del consumo español.
• El corcho es un recurso tradicional obtenido de los alcornoques, utilizado para la fabricación de tapones y como material de construcción y decoración.
• El sector de la resina se está reactivando, usándose en la industria química para la obtención de colas y pinturas.
• El aprovechamiento de la leña como combustible está siendo impulsado dentro de la estrategia de fomento de energías renovables.
• La explotación de frutos, hongos y plantas aromáticas y medicinales está en expansión.
• Los usos de ocio han impulsado nuevas modalidades turísticas.

La Gestión de los Bosques

La gestión de los bosques españoles busca introducir criterios de multifuncionalidad. La silvicultura moderna ha implementado una explotación racional de los recursos, asegurando la persistencia y mejora de las masas forestales. La recuperación y extensión de la masa forestal han sido posibles gracias a la repoblación o reforestación, que tiende a utilizar especies originarias como el roble, el haya y el castaño. La normativa europea sobre la gestión de los recursos forestales se recoge en las Conferencias de Helsinki (1993) y de Lisboa (1998). España cuenta con el Plan Forestal Español (2002).

La Actividad Pesquera en España

La pesca es la actividad extractiva que explota recursos alimenticios marinos o fluviales. Impulsa y sustenta otras actividades como la industria conservera, la construcción y reparación de barcos, la producción de sal y la fabricación de hielo.

Crisis y Reconversión de la Actividad Pesquera

España tiene una larga tradición pesquera y es gran consumidora de pescado. Sin embargo, la pesca es un sector en crisis, perdiendo peso como potencia pesquera a nivel mundial. Los factores que explican la crisis pesquera de las décadas de 1980 y 1990 se deben tanto a aspectos estructurales del sector como a factores externos.

El Problema de los Caladeros

Los caladeros son zonas con abundancia de peces, donde faenan los barcos de pesca.

• Los caladeros nacionales (en aguas jurisdiccionales españolas) ofrecen pocos recursos debido a la estrecha plataforma continental y la sobreexplotación. La flota artesanal ha llevado a medidas para recuperar los efectivos, como la regulación de las artes de pesca.
• En cuanto a los caladeros ajenos, la libertad de pesca se limitó a partir de la década de 1970 con el establecimiento de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de 200 millas para los países ribereños. España tiene regulado el acceso a los caladeros extracomunitarios. La firma de un nuevo tratado con Marruecos en 2006 abrió nuevamente sus importantes caladeros a los pescadores españoles.

Los Problemas de la Flota Pesquera

La flota pesquera española presenta problemas estructurales:

• Hay más barcos que recursos pesqueros, lo que significa que la flota pesquera está sobredimensionada.
• Un número importante de pesqueros es de reducidas dimensiones.
• Desde el punto de vista tecnológico, la flota artesanal y de bajura está anticuada.

Las Repercusiones del Ingreso en la UE

La Política Común de Pesca (PCP) se implementó en 1983, con los siguientes principios:

• Accesibilidad de los pescadores comunitarios a las aguas dentro del límite de las 200 millas.
• Conservación y gestión sostenible de los recursos pesqueros.
• Asegurar las rentas de los pescadores.
• Garantizar el aprovisionamiento a un precio adecuado para los consumidores.

Para alcanzar estos objetivos, se establecieron diversas políticas:

• Política de recursos pesqueros: Se implementó un sistema de cuotas para reducir las capturas y licencias para cada flota, evitando la sobrepesca.
• Política de estructuras pesqueras: Objetivo: Adecuación de la capacidad de la flota comunitaria y mejora de los medios de extracción.
• Política de mercados: Organización Común de Mercados de la Pesca y la Acuicultura, que busca garantizar el aprovisionamiento y rentas adecuadas a los pescadores.
• Suscripción de acuerdos pesqueros con países extracomunitarios.

Estas políticas se llevan a cabo mediante el Programa Operativo para el Sector Pesquero Español, aprobado por la Comisión Europea en 2007 y vigente hasta 2013. La financiación corre a cargo del Instrumento Financiero para la Orientación de la Pesca (IFOP). El Tratado de Adhesión firmado por España impuso al sector pesquero un duro y largo período transitorio, sometiéndolo a una auténtica reconversión. Se ha producido la reconversión y la modernización de la flota. Se impulsaron inversiones para retirar de la actividad un gran número de barcos, adecuando su número y tamaño a las posibilidades reales de pesca. La adopción de las cuotas supuso recortar en un 40% entre 1997 y 1999.