Contaminación Atmosférica y sus Efectos
La contaminación atmosférica abarca varios problemas críticos. Uno de ellos es el calentamiento global, intensificado por el efecto invernadero. Para combatirlo, se implementan iniciativas como el Plan de Acción de Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética (2008), que busca reducir el consumo de combustibles fósiles, y el Protocolo de Kioto (1997, revisado en la Cumbre del Clima de París, 2015), donde los países firmantes se comprometen a disminuir las emisiones de CO2.
Estos combustibles también son responsables de la lluvia ácida. Las impurezas, en forma de ácido sulfúrico y ácido nítrico, se transfieren al suelo a través de la lluvia, empobreciéndolo y dañando los árboles. En entornos urbanos, esta lluvia afecta gradualmente a edificios construidos con mármol y caliza. El Protocolo de Gotemburgo (1999) busca regular la emisión de estos ácidos en países industrializados.
Otro desafío es el agujero de la capa de ozono, causado por el uso de gases CFC (presentes en aerosoles y compresores), descubierto en 1985. El ozono protege a los seres vivos de los rayos ultravioleta, y los CFC lo destruyen. El Protocolo de Montreal (1987) ha impulsado la sustitución de estos gases por alternativas inocuas.
Además, existen contaminantes no gaseosos, como las cenizas de calefacciones de carbón, gasóleo y automóviles. El Plan de Acción Estratégica y la obligatoriedad de catalizadores en vehículos buscan mitigar este problema. Un caso particular es la contaminación acústica, generada por el tráfico, la industria y, especialmente, los aeropuertos. El Sistema de Información sobre Contaminación Acústica (SICA) elabora mapas de ruido en zonas sensibles para encontrar soluciones.
Contaminación de las Aguas: Causas y Soluciones
La contaminación de las aguas es causada por actividades agropecuarias (pesticidas, abonos, purines, alpechines), industrias (vertidos químicos) y desechos urbanos. Los ríos mediterráneos, con bajo caudal, alta densidad de población e industrias cercanas, son los más afectados. El Guadalquivir también sufre contaminación, principalmente por los alpechines.
La contaminación marina, especialmente cerca de la costa, es otro problema grave, exacerbado por mareas negras como la del petrolero Prestige en 2002. La sobreexplotación de acuíferos, que pone en peligro su conservación y puede llevar a la salinización, es una preocupación adicional, como se observa en las Tablas de Daimiel y la Albufera de Valencia.
Para abordar estos problemas, se implementan políticas europeas como la DMA (Directiva Marco del Agua), y políticas nacionales como los Planes Hidrológicos, el Plan Nacional de Calidad de las Aguas (2007), y la Estrategia para la Sostenibilidad de las Costas.
Gestión de Residuos Urbanos e Industriales
Los residuos urbanos e industriales son generados por los habitantes de las ciudades (basuras) y las industrias (desechos tóxicos, incluyendo nucleares, y desperdicios). Una gestión adecuada es crucial para minimizar su impacto ambiental, incluso visual. Para ello, se crean las RSU (Residuos Sólidos Urbanos), que almacenan, reducen, reciclan y reutilizan desechos orgánicos, papel, vidrio, plásticos y metales, o los incineran. Las industrias siguen un proceso similar, todo coordinado por el Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR, 2007) en el marco legislativo de la UE.
Protección del Medio Natural: Legislación y Áreas Protegidas
La Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad de 2007 establece el marco legal para proteger y, cuando sea necesario, recuperar el patrimonio natural (que abarca el 12% del territorio nacional). La legislación más antigua se centra en la creación de Parques Nacionales (actualmente 15), áreas de alto valor medioambiental con un elevado grado de protección. Los Parques Naturales, de menor categoría, tienen un nivel de protección inferior.
Otras figuras de protección incluyen:
- Áreas marinas protegidas
- Reservas naturales
- Monumentos naturales
- Paisajes protegidos
Esta ley también incorpora los espacios protegidos por la legislación de la Unión Europea en la Red Natura 2000 (Directiva Comunitaria de Hábitats). Además, engloba espacios protegidos por legislaciones internacionales, como los Humedales de la convención de Ramsar, y espacios creados por el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), como:
- ZEPIM (Zonas especialmente protegidas de importancia para el Mar Mediterráneo)
- Geoparques
- Reservas de la Biosfera (UNESCO)
Situación Medioambiental en Castilla-La Mancha
Gracias a su baja densidad de población, la situación medioambiental de Castilla-La Mancha es relativamente buena. La superficie protegida abarca unos 3200 km², incluyendo 2 parques nacionales, 6 naturales y casi 100 tipos menores de espacios protegidos.
Parques Nacionales de Castilla-La Mancha
- Cabañeros: Ubicado entre Ciudad Real y Toledo, creado en 1995 (41.000 km²). Destaca por su vegetación mediterránea y dehesas, y su fauna (nutria, jabalí, ciervo, buitre, lince y águila imperial). Geomorfológicamente, presenta relieve apalachense y rañas.
- Tablas de Daimiel: En la provincia de Ciudad Real, creado en 1973 (1928 ha). Es un humedal extenso en una llanura semiendorreica del Guadiana. La sobreexplotación del acuífero 23 lo pone en peligro. Destaca su vegetación lagunar (junco, carrizo, taray) y su fauna, especialmente aves (patos, garzas rapaces), pero también zorro, tortuga, jabalí y nutria. Es reserva de la biosfera, humedal Ramsar, ZEPA y LIC.
Parques Naturales Destacados de Castilla-La Mancha
- Alto Tajo: Destaca por su extensión.
- Hayedo de Tejera Negra: En la sierra de Ayllón, el hayedo más meridional de Europa.
- Lagunas de Ruidera: Un espacio único con 15 lagunas cársticas interconectadas, rodeado de vegetación mediterránea (encinas, maquia, garriga, vegetación lagunar).
Otros espacios protegidos relevantes son la reserva natural de las Hoces del Cabriel, el complejo lagunar de Pedro Muñoz, y los monumentos naturales del Nacimiento del Río Cuervo y Laguna y Volcán de la Posadilla.