Evolución de la Siderurgia y Metalurgia: Del Siglo XIX a la Actualidad

Arqueología de la Minería y Metalurgia: Industria Siderúrgica y Metalúrgica

Ya hemos visto que el primer impacto de la Revolución Industrial en España se produce con la industria textil. La siderurgia fue algo más lenta. A inicios del siglo XIX, sus aplicaciones se reducían a unos cuantos utensilios y herramientas de época preindustrial, cuya demanda se podía satisfacer fácilmente con procedimientos arcaicos (hornos bajos y forjas) en los que se empleaban como recursos energéticos la fuerza del agua y animales. Este sistema no lograba alcanzar la fusión del mineral.

La transición hacia la moderna siderurgia es el resultado de unos cambios descubiertos en Inglaterra a lo largo del siglo XVIII y difundidos en diferentes momentos cronológicos por toda Europa. Entre estos nos encontramos:

  • La fundición en hornos de coque.
  • El pudelaje.
  • El forjado por laminación.
  • Soplado de aire caliente mediante máquinas de vapor.

El coque es un combustible sólido formado por la destilación de carbón bituminoso calentado a temperaturas de 500 a 1100 °C sin contacto con el aire. El proceso de destilación implica que el carbón se limpia de alquitrán, gases y aguas. Este combustible o residuo se compone entre un 90 y un 95% de carbono. Nitrógeno, oxígeno, azufre e hidrógeno están presentes en cantidades menores. Es poroso y de color gris metálico.

La pudelación, también llamada pudelado o pudelaje, es una manera de refinado del hierro que se produce en los altos hornos, mediante la que se consigue rebajar el contenido de carbono hasta un porcentaje muy bajo y, sobre todo, eliminar casi todo el azufre, por lo que el hierro resultante ya es hierro forjado. Durante la pudelación, el metal fundido se remueve o bate dentro de un horno de reverbero, para conseguir airearlo. Así, el carbono y el azufre consiguen arder, con lo que resulta un metal más puro y de mejores propiedades mecánicas. La Torre Eiffel o el armazón original de la Estatua de la Libertad son algunas de las construcciones realizadas con este material.

El gran problema que vive el desarrollo de la siderurgia nacional son los deficientes transportes, la insuficiente demanda y la falta de capitales. Esto retrasó el desarrollo de la siderurgia nacional y causó una dependencia del exterior. Uno de los ejemplos fue la red ferroviaria. Las desamortizaciones de la época permitieron poner en cultivo nuevas superficies, para lo que fue necesario fabricar nuevos arados y herramientas. Esta demanda fue atendida por ferrerías preindustriales localizadas por todo el país. El desarrollo del transporte marítimo a vapor requirió la construcción de buques con casco de acero, lo que incrementó a lo largo del siglo XIX la demanda de productos siderúrgicos. Sin embargo, hasta finales del XIX estos barcos no superaron a los tradicionales de vela.

El Martineti de los Pozuelos de Calatrava

Situada junto al río Guadiana, tiene importantes construcciones de gran calidad formal. Madoz habla de una ferrería en el río Guadiana recién establecida. En la zona hay aprovechamientos diversos del río Guadiana con numerosos molinos harineros en la zona de Corral y un batán en la dehesa de Calabazas al cual tenían obligación de acudir los tejedores de La Rinconada de Almodóvar para liquidar el impuesto.

Un ingeniero bilbaíno fue el fundador de la fábrica. Debió de llegar a Ciudad Real con motivo de la construcción en 1961 de la línea de ferrocarril que pasa por esta ciudad y quizás también estuvo presente en los estudios para su ampliación hasta Badajoz en 1866. Sea como fuere, decidió establecerse en el pueblo para explotar una mina de hierro situada en la finca conocida como El Altillo, y obtener mediante fundición del mineral lingotes de hierro que luego se enviarían por ferrocarril a Bilbao para su posterior laminación.

Ferrería de San Blas: Museo de la Minería y Siderurgia de Sabero

La Ferrería de San Blas fue una temprana instalación siderúrgica cuya construcción comenzó en 1846, empezando a funcionar el primer alto horno a finales de 1847, lo que hace suponer que la lonja estuviera terminada. El segundo alto horno se construyó entre 1851 y 1854. Se utilizaron los primeros altos hornos de carbón de coque de España y máquinas de vapor para la forja y laminado del hierro.

En 1991 fue declarada como Bien de Interés Cultural. En junio de 2008 se crea por la Junta de Castilla y León el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, adscrito a la Consejería de Cultura y Turismo, ubicado en la Ferrería de San Blas y con un ámbito de actuación que abarca todo el territorio de la Comunidad Autónoma.

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