Turismo y relieve de España: una exploración geográfica

Turismo en España

Riqueza y variedad de los recursos turísticos

En la década de 1960, el turismo español fue uno de los pilares para su desarrollo. En 2002, España recibió 57,9 millones de turistas, lo que generó ingresos que ayudaron a compensar el déficit de la balanza comercial. Sin embargo, se experimentó un descenso en las cifras, acercándose a las de 1990, debido a la pérdida de competitividad. España es uno de los principales destinos turísticos mundiales. En 2012, se registró un descenso tanto en la cifra de visitantes recibidos como en los ingresos turísticos. El espacio español ha sufrido una transformación debido a la concentración de turistas, especialmente en el litoral mediterráneo.

El crecimiento del turismo en 1960 se debió a varios factores: el crecimiento de la economía occidental, que propició un mayor tiempo libre; la mejora en los transportes; el clima; la riqueza cultural; el desarrollo de grandes complejos hoteleros; y la devaluación de la peseta. El turismo se convirtió en una de las actividades más importantes del país, pero existía una dependencia de los tour-operadores, lo que provocaba que gran parte del gasto turístico quedara fuera de España. Esto provocó una crisis en el modelo tradicional entre 1973 y 1985, marcada por el encarecimiento de los servicios sin una mejora en la calidad, rigidez y escasa adaptación a las nuevas exigencias de la demanda frente a otros países mediterráneos.

El ingreso de España en la CEE y la reconversión del sector provocaron un nuevo auge. Los principales objetivos de los Planes de Excelencia Turística y los Planes de Dinamización Turística fueron el enriquecimiento y la diversificación de la oferta turística, así como la recuperación del patrimonio histórico-artístico y natural. Esto generó nuevos factores como la consolidación de la demanda interna, que llevó a un aumento del nivel de vida y la disponibilidad de tiempo de ocio, junto con una mayor diversificación del turismo y mejores infraestructuras. No obstante, la pérdida de competitividad hizo que España descendiera del segundo al cuarto puesto en el ranking mundial de destinos turísticos.

La importancia del turismo de masas

En el ámbito del turismo internacional, se observa un crecimiento continuo, excepto en los momentos de crisis de 1975 y 1992. La procedencia de los turistas era mayoritariamente europea (93%), sobre todo del Reino Unido y Alemania, que elegían destinos de sol y playa como Baleares, Canarias, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, con una concentración de la demanda turística en verano. Los hoteles fueron el alojamiento más utilizado, aunque también tuvieron importancia los apartamentos y las viviendas. El medio de transporte más utilizado fue el avión, con aeropuertos en los archipiélagos, que eran donde más se concentraban los turistas.

El turismo nacional se incrementó en los últimos años debido al aumento en el nivel de vida y el tiempo libre, lo que produjo un aumento del turismo interno. Predominaron los viajes cortos en alojamientos de camping y apartamentos. Su procedencia era principalmente de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, y su destino era Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña. El medio de transporte más utilizado fue el coche.

La búsqueda del turismo de calidad

Uno de los problemas del turismo es la necesidad de adaptarse a las nuevas exigencias de la demanda turística, que busca calidad y variedad de ofertas. Para ello, la política turística trata de resolver estos problemas. En España, el Plan del Turismo Español Horizonte 2020 tiene como objetivos el incremento de la calidad de la oferta para atraer turistas de mayor poder adquisitivo, la diversificación de la oferta, el uso de nuevas tecnologías en el trato con la clientela y un turismo sostenible.

Relieve de España

Caracterización general de la litología

La evolución geológica determina la naturaleza del roquedo (litología). Cada roca tiene un comportamiento diferente, proporcionando formas de relieve variadas. Encontramos:

  • Rocas silíceas: como el granito, el cuarzo, el mármol y la pizarra, de la Era Precámbrica y Primaria, localizadas en el oeste peninsular (Galicia, León y Extremadura), que dan origen a relieves graníticos y silíceos.
  • Rocas calizas: procedentes de los sedimentos de la Era Secundaria que se plegaron en el Terciario. La caliza es una roca dura y permeable en la que se forma el modelado cárstico. Su localización dibuja una Z invertida que da lugar a los relieves kársticos.
  • Rocas arcillosas: formadas por la erosión a finales del Terciario y Cuaternario (arcillas, margas y yesos). Son rocas poco consistentes e impermeables, localizadas en las depresiones de la Submeseta Norte y Sur y llanuras costeras mediterráneas. Destacan las cárcavas, relieves formados por erosión diferencial que dan lugar a relieves horizontales y relieves en cuesta.
  • Rocas volcánicas: procedentes del magma solidificado que asciende al exterior (Islas Canarias).

Estructura geomorfológica

Las unidades morfoestructurales son las principales formas o disposiciones internas que adopta el relieve continental. Encontramos cuatro formas diferentes:

  • Zócalos: llanuras y mesetas formadas en la Era Primaria como resultado del arrasamiento por erosión de cordilleras. Aquí encontramos rocas intrusivas cristalinas como granitos, pizarra, cuarcita y esquistos, y materiales muy rígidos que se fracturan. En la actualidad son relieves horizontales.
  • Macizos antiguos: montañas formadas en la orogenia alpina por el levantamiento de un bloque de zócalo. Sus materiales son paleozoicos. En la actualidad presentan formas redondeadas y cumbres suaves al ser superficies de erosión elevada. Se localizan en las sierras norte de la Meseta y la parte occidental de la Cordillera Cantábrica.
  • Cordilleras de plegamiento: grandes elevaciones montañosas de la Era Terciaria formadas por el plegamiento de materiales sedimentarios. Tienen fuertes pendientes y formas escarpadas.
  • Cuencas sedimentarias o depresiones: zonas hundidas formadas en la Era Terciaria y rellenadas con sedimentos de la Era Secundaria. Distinguimos entre depresiones de la Meseta (Duero y Tajo) y las depresiones prealpinas (Ebro y Guadalquivir).

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