España en la Unión Europea
Las vinculaciones más estrechas que mantiene España en el plano internacional son con la UE, que es una organización de países europeos, resultado de un largo proceso de integración y ampliación que se inicia con el Tratado de Roma en 1957. La integración se caracteriza por la existencia de tratados comunes, que son acuerdos vinculantes para todos los países miembros. El que marca la actualidad es el de Lisboa de 2009, que sustituía al de Maastricht de 1992, por el que se creaba la UE.
Principales Instituciones Europeas
- Consejo Europeo: fija las líneas maestras de la Unión y establece la actuación exterior y la defensa. Está formado por los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE.
- Consejo de la Unión Europea: está integrado por los diferentes ministros de la UE en función del tema que se vaya a tratar.
- Comisión Europea: actúa como el poder ejecutivo. Es un órgano colegiado con un miembro por cada país.
- Parlamento Europeo: es elegido de manera directa por los ciudadanos de la UE cada cinco años, se encarga de aprobar las leyes y el presupuesto comunitario.
- Tribunal de Justicia: aplica justicia y se encarga de que todos los países apliquen la legislación de forma similar, también resuelve los posibles conflictos entre países e instituciones.
- Tribunal de Cuentas: vigila la correcta aplicación del presupuesto.
Proceso de Ampliación de la UE
El proceso de ampliación de la UE ha supuesto un importante aumento de los países miembros desde los 6 originales hasta llegar a los 28 actuales.
- En 1957 fundaron la CECA 6 países (Francia, RFA, Italia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos).
- En 1973 (CEE) se sumaron Dinamarca, Irlanda y Reino Unido.
- En 1981 Grecia.
- En 1986 España y Portugal.
- En 1995 (UE desde 1992) Austria, Suecia y Finlandia.
- En 2004 Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Chipre y Malta.
- En 2007 Bulgaria y Rumanía.
- En 2013 Croacia.
Con todo ello el territorio de la UE tiene más de 4 millones de Km2 y supera los 500 millones de habitantes.
Integración de España en la UE
España entró en la Europa comunitaria en 1986 tras unas difíciles negociaciones, ya que España ofrecía muchos productos agrícolas y pesqueros que competían con los de países que ya eran miembros de la Unión.
Como consecuencias de la entrada de España en la CEE se produjo un reforzamiento del sistema democrático y nuestro país reforzó su posición internacional. Desde el punto de vista económico suponía el acceso a un enorme mercado, la posibilidad de nuevas inversiones exteriores, la percepción de cuantiosas ayudas procedentes del ámbito comunitario, aunque como contrapartida exigía ajustes en algunos sectores, especialmente el agroalimentario y minero. Por último, también facilitó la integración española en los circuitos científicos y la modernización social del país.
Política Regional y de Cohesión de la UE
La política regional europea se viene desarrollando desde los años setenta del pasado siglo y tiene como objetivos corregir los desequilibrios entre las distintas regiones europeas y coordinar las políticas regionales de los diferentes Estados miembros. En la actualidad se está intentando conseguir el crecimiento en todas las regiones para conseguir un crecimiento sostenible y fomentar la cooperación entre ellas. En la búsqueda de la convergencia entre las distintas regiones se emplean distintos fondos:
- FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional): su objetivo es la cohesión económica, social y territorial de la Unión volcándose especialmente en investigación e innovación, TIC, pymes, …
- FSE (Fondo Social Europeo): se dedica a políticas de empleo, educación y reducción de la pobreza.
- Fondo de Cohesión: lo reciben los países con un PIB per cápita inferior al 90% de la media comunitaria, su objetivo es disminuir los desequilibrios entre países.
En función de la percepción de los distintos fondos europeos podemos encontrarnos con tres tipos de regiones. En primer lugar, las menos dinámicas entre las que se situaría Extremadura, regiones en transición (Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Canarias) y regiones dinámicas (el resto).
El desarrollo de la política regional europea ha tenido una serie de consecuencias como la cesión de soberanía de los Estados, porque la Unión puede permitir o prohibir el desarrollo de determinadas actuaciones de los países. Pero también ha proporcionado la convergencia con Europa de las distintas regiones españolas y ha disminuido los desequilibrios existentes, ya que los fondos se han centrado en las regiones menos dinámicas.