Características de la Red Hidrográfica Española
La red hidrográfica española presenta una serie de características:
- Disimetría de la red fluvial: Se refiere a la falta de simetría que presenta con relación al soporte geográfico.
- Adecuación al relieve: Los ríos más largos discurren por llanuras y depresiones, mientras que los ríos de montaña tienen un corto recorrido, que no suele sobrepasar el centenar de kilómetros.
- Paralelismo: La red hidrográfica peninsular es reconocible a simple vista por el paralelismo que presentan los grandes ríos entre sí, cuyos cauces están relativamente equidistantes y regularmente distribuidos sobre el espacio.
- Alternancia entre cursos de agua y sistemas montañosos: Está favorecido por la disposición paralela del relieve. Los grandes ríos se sitúan entre dos sistemas montañosos y el curso fluvial es más o menos paralelo a los ejes de las cordilleras, desde los cuales descienden los afluentes transversalmente hacia el cauce principal.
- Intensa relación con la ocupación del territorio: Se observa en el emplazamiento de las ciudades antiguas junto a importantes cursos de agua o la utilización de los valles fluviales para el establecimiento de vías de comunicación.
El Caudal de los Ríos Peninsulares
Un dato para apreciar la importancia de un río es su caudal. Se mide en las estaciones de aforo que hay distribuidas por la geografía española y los datos se presentan en sus doce valores mensuales, o la cifra media anual. El río más caudaloso es el Duero. El caudal guarda relación con el tamaño de los ríos y, en general, los más largos son los más caudalosos. Los caudales descienden de norte a sur. Los datos no informan de si la cantidad de agua que transporta un río es por la abundancia de precipitaciones o por tener una superficie muy grande. Atendiendo a los datos de los grandes ríos, podemos establecer una jerarquización y ponerla en relación con los elementos del clima. En cuanto al caudal, también hay variaciones de nivel que van asociadas a la persistencia de precipitaciones, a la fusión brusca de nieves, etc.
El Régimen de los Ríos Peninsulares
El régimen fluvial es el comportamiento del caudal medio de un río a lo largo del año. Es más conveniente sustituir la noción de caudal por la de coeficiente, así, el coeficiente 1 equivale al valor del caudal medio. Los regímenes fluviales se clasifican atendiendo a la procedencia de sus aguas. Distinguimos un régimen pluvial, en el que el agua que llevan los ríos procede de la lluvia, y un régimen nival, en el cual las aguas fluviales procederían de la fusión de las nieves. La mayoría de los ríos españoles son de alimentación pluvial.
- Régimen pluvial oceánico: Se caracteriza por la abundancia de aguas durante todo el año y por no tener grandes crecidas ni estiajes, corresponde al clima atlántico.
- Régimen pluvial subtropical o mediterráneo continental: Es propio de las tierras del interior, en las que la precipitación anual es reducida. Presenta una sequía estival muy pronunciada, que se acrecienta por las elevadas temperaturas.
- Régimen pluvial mediterráneo: Registra un máximo principal en otoño y otro secundario a finales de invierno-primavera, destacando un mínimo estival menos acusado en duración e intensidad que en el régimen mediterráneo continental.
- Régimen nival: Se limita a las cumbres centrales pirenaicas. Su característica principal es la de ofrecer un régimen muy simple, con una estación de aguas muy altas y elevado coeficiente a finales de primavera y verano, y un estiaje durante los meses en los que las temperaturas son lo suficientemente bajas como para impedir la fusión de las nieves.
Los Factores Condicionantes del Régimen Fluvial
A. Factores de Índole Física
- El clima: Es el factor más influyente en el régimen fluvial. Las aguas que transportan los ríos proceden de la escorrentía, existe una relación entre el total de precipitaciones y el caudal de sus ríos.
- El relieve: Afecta al régimen fluvial de forma diversa. La topografía es responsable de la pendiente de un río y de la velocidad de sus aguas y, de su fuerza erosiva y de su potencialidad para la producción de energía hidroeléctrica.
- El suelo: Afecta al régimen hidrográfico en virtud de su grado de permeabilidad. Un sustrato impermeable apenas interfiere en el discurrir de las aguas, mientras que en un sustrato permeable, absorbe y retiene una cantidad importante de agua.
- La vegetación: Evita el desplazamiento rápido de las aguas por las laderas y ralentiza el proceso de incorporación del agua de lluvia a los cauces.
B. Factores Derivados de la Acción Humana
Los factores humanos, de su interferencia en los regímenes fluviales deriva de una doble necesidad: la de regular las cuencas hidrográficas, y la de almacenar agua. La retención de agua en pantanos altera el régimen del río. La voluntad humana ha logrado domesticar a los ríos.
Las Vertientes Hidrográficas Españolas
Los ríos peninsulares vierten sus aguas al mar Cantábrico, al océano Atlántico y al mar Mediterráneo.
- Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos y caudalosos.
- En la vertiente atlántica desembocan los grandes ríos de la Meseta. Son largos y de pendiente muy suave.
- En la vertiente mediterránea desaguan ríos desiguales. El Ebro es el de mayor longitud, caudal y regularidad. Se trata, en general, de ríos muy poco caudalosos, con grandes crecidas estacionales y fortísimos estiajes.
Las Cuencas Hidrográficas de España
- Miño: Nace en las montañas de Galicia, en la provincia de Lugo. Tiene un recorrido de norte a sur hasta unirse con el Sil. Desemboca en Tuy. Tiene una longitud de 343 Km y es uno de los ríos más caudalosos de España.
- Duero: Es el río de la submeseta septentrional. Su cuenca hidrográfica es la mayor de España, aproximadamente unos 100.000 Km². Nace en el Sistema Ibérico, y desemboca en Oporto, tras un recorrido de 913 Km.
- Tajo: Es el río más largo de la península Ibérica (1.202 Km). Nace en Teruel. Desemboca cerca de Lisboa, formando un delta.
- Guadiana: Con una longitud de 840 Km, es el menos caudaloso de los grandes ríos peninsulares, 79 m³/s. Desemboca en Ayamonte, tras formar frontera entre España y Portugal.
- Guadalquivir: Nace en la sierra de Cazorla, y desemboca en Sanlúcar de Barrameda tras un recorrido de 560 Km.
- Ebro: Es el más importante de los ríos exteriores a la Meseta. Su cuenca supera los 95.000 Km² y su caudal es elevado. Nace en Cantabria y desemboca en Tortosa, formando un delta. Tiene una longitud superior a los 900 Km.
- Segura, Júcar y Turia: Son ejemplos de ríos mediterráneos, tanto por su moderada longitud como por su caudal reducido. Su régimen es pluvial y está determinado por el roquedo calizo de sus lugares de nacimiento.
Usos y Aprovechamientos del Agua en España
El aprovechamiento de los recursos hídricos tiene tradición en España, desde las construcciones romanas. El agua es referente de los ilustrados y regeneracionistas, símbolo de progreso social y agrícola. Esta línea de pensamiento termina con el Plan Nacional de Obras Públicas. El consumo de agua en España se ha incrementado en los últimos cuarenta años debido al aumento del nivel de vida. La demanda de agua en España supera los 30.000 hm³, distribuidos en estos usos:
- Abastecimientos urbanos e industriales: En países como el nuestro se consume por encima de 300 litros/habitante/día lo que supone un 14% del total. Casi toda el agua llega de los embalses a las casas, pero en ocasiones se necesitan hacer estaciones de elevación. Ha sido necesario ampliar las infraestructuras para abastecer a poblaciones como en zonas costeras mediterráneas o el caso de Madrid. La industria consume gran cantidad de agua, en torno al 7,5% del consumo total.
- Usos agrarios: Gran parte de las obras han sido para aumentar las hectáreas de regadío. El mayor usuario del agua es el sector agrario. El agua que se usa para riegos procede en parte de cursos de agua que transporta aguas residuales.
- Uso energético: Para centrales hidroeléctricas, térmicas y nucleares.
- Uso ambiental y recreativo: Este uso es importante y ríos, embalses y lagunas ofrecen posibilidades variadas. Si se abusa puede provocar consecuencias nefastas para el resto de las utilidades del agua.
España almacena unos 55 Km³ de agua. Se han construido embalses en el curso de los afluentes por donde desaguan las montañas pues esta ubicación permite:
- Aprovechar las condiciones que ofrecen los valles estrechos del curso alto de los ríos para la construcción del embalse.
- Amortiguar las crecidas al regular los afluentes de cabecera.
- Construir a la mayor cota para aumentar la altura de los saltos de producción de energía eléctrica.
- Asegurar unas pendientes que permitan deslizar el agua en los canales de riego o abastecimiento urbano.
Las presas en el norte son más pequeñas, el clima oceánico permite disponer de agua todo el año. Una solución para estos problemas es la creación de infraestructuras y equipamientos:
- Obras Públicas: Presas y trasvases.
- Infraestructuras para mejorar la calidad del agua: Depuradoras y potabilizadoras.
Entre los principales problemas del agua en España destacan el consumo excesivo, su mal uso, la contaminación, etc., provocando tensiones sociales, territoriales y políticas. El excesivo consumo se debe al uso de técnicas tradicionales de riego, a las pérdidas de las conducciones, canales, acequias y redes de abastecimiento. La pérdida de calidad del agua se debe a la sobreexplotación de acuíferos, vertidos urbanos, etc., que han provocado la contaminación o salinización de las aguas subterráneas. Las instituciones intentan tomar medidas que solucionen las consecuencias negativas del mal uso del agua. Por ello, aparecen instrumentos de gestión. De esta manera se promulga la Ley de Aguas; se presenta el Plan Hidrológico Nacional aprobado en 2001 y modificado en 2005. Considerando que el agua es un bien escaso la gestión del agua se presenta como un problema cada vez que se proyecta un trasvase que afecta a distintas Comunidades. En este sentido, en el año 2000 el Parlamento Europeo aprueba la Directiva Marco del Agua, que establece pautas.