Económicas
La crisis de 1873 provocó el descenso de los precios y, con ello, el proteccionismo, es decir, la protección de los productos propios de cada país prohibiendo la entrada de artículos extranjeros o gravándolos con impuestos. Esto dio lugar a la necesidad de encontrar nuevos mercados que no estuvieran controlados por dicho sistema. Por otra parte, potencias capitalistas europeas como Inglaterra, Países Bajos y Francia necesitaban dar salida a su excedente de capital y lo hacían invirtiéndolo en países de otros continentes, estableciendo préstamos, implantando ferrocarriles, instalando puertos, etc. Además, estos países necesitaban buscar materias primas para sus industrias, ya que empezaban a agotarse o a escasear en Europa. La Segunda Revolución Industrial, por otra parte, necesitaba de nuevas materias primas de las que Europa no disponía o escaseaban, como plata, petróleo, caucho, oro, cobre, etc. Las causas económicas fueron el fruto de la expansión del capital industrial y se vieron obligados a buscar territorios nuevos donde pudieran invertir el exceso de capitales acumulados. Estos capitales encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a la minoría de los indígenas que colaboraban con la metrópoli, y principalmente a la inversión en infraestructuras. También se dio la apropiación de territorios para obtener materias primas y para dominar espacios donde colocar sus mercados a fin de mantener el régimen del monopolio.
Demográficas
En Europa, entre 1850 y 1914, se produjo un espectacular aumento demográfico, llegando incluso a duplicarse su población, por lo que en algunos países empezaban a escasear los recursos. Gran parte de la población, unos 40 millones de europeos, no tenía otra salida que marcharse a las colonias de su respectivo país, ya que no contaban con trabajo ni con alimentos suficientes para abastecerse todos y cambiaron su residencia en busca de riquezas y mejores condiciones.
Darwinismo Social
Véase también: Darwinismo social
Adoptado por los imperialistas, sobre todo en Inglaterra, para excusar sus actuaciones. Tras conocer las recientes teorías de Darwin sobre la evolución de las especies por selección natural, sostenían que, al igual que las distintas especies o razas, las sociedades más avanzadas tenían derecho a imponerse y a seguir creciendo, aunque fuera a costa de las más inferiores o retrasadas.
Científicas
Existía un fuerte interés por descubrir y analizar nuevas especies de animales y plantas, conocer nuevos territorios y realizar investigaciones de todo tipo. Esto hizo que muchos científicos desearan progresar, lanzándose a la aventura y consiguiendo a cambio grandes avances en campos como la biología o la botánica.
Técnico-políticas
Algunos políticos querían hacer olvidar rápidamente sus derrotas consiguiendo nuevos territorios. La navegación también fue un factor importante, ya que los barcos de vapor, ahora capaces de llegar mucho más lejos, necesitaban disponer de puntos costeros por todo el mundo para poder reponer las existencias de carbón, por lo que cuando el establecimiento de estos pasó a manos del Estado, en lugar de limitarse a dicho punto, este intentó controlar cada vez más territorio. Allí donde se tenga un predominio político, se tendrá el predominio de los productos, un predominio económico.
Militares y Geoestratégicas
El periodo entre 1871 y 1914 fue de paz entre las principales potencias europeas, la denominada Belle Époque (Belle Époque). La disponibilidad de un creciente potencial demográfico para el alistamiento se podía emplear en territorios extraeuropeos, siguiendo o precediendo a la expansión colonial económica de las empresas y a la emigración.
Las razones geoestratégicas eran resultado de la competencia por el dominio de rutas navales (escalas necesarias para el repostaje de los buques) y de espacios continentales clave, como la denominada área pivote del Asia Central o el imperio continuo en África (la continuidad territorial entre las bases navales en mares opuestos).