Evolución de la Producción Industrial en España: Sectores Clave (1992-2017)

Este gráfico, perteneciente al INE, nos muestra la evolución de los índices de producción industrial de los sectores españoles: alimentación, textil, química, metalurgia y automoción, entre los años 1992 y 2017.

Contexto Inicial: Crecimiento y la Entrada en la CEE (1992)

Partimos del año 1992, en el que España se encontraba en una fase de crecimiento de la producción industrial en los sectores representados. España había entrado en el año 1986 en la CEE. Esta entrada supuso la integración en un mercado más competitivo, con mayor regularización técnica y con la adopción de la normativa industrial comunitaria, como algunos de los retos. Pero también llegaron ventajas como el aumento del mercado para nuestros productos, la desaparición de los aranceles comerciales, mayor accesibilidad a las innovaciones, así como la entrada de capital extranjero. Todas estas cuestiones, junto con los cambios de producción, estructura y localización que trajo la entrada de la tercera Revolución Industrial, llevaron a un incremento de la producción industrial en todos los sectores tratados en el gráfico.

Crisis Internacional y Descenso en los Años 90 (1990-1994)

A inicios de los años 90, encontramos un leve descenso en los índices debido a la crisis internacional entre 1990 y 1994, debida a las alteraciones monetarias derivadas de las medidas adoptadas por la UE para preparar la unión económica y monetaria, que desembocaría en la puesta en circulación del Euro en 2002. El único sector que no solo no se resintió en esta época, sino que aumentó su producción, aunque con altibajos, fue el textil, en gran parte debido a la apertura al extranjero y al fuerte desarrollo de algunos grupos textiles españoles.

Crecimiento Constante y Sectores Dinámicos (1995-2000)

A partir de 1995, el crecimiento de todos estos sectores es suave pero constante. Los sectores más dinámicos serán el del automóvil, la química y la alimentación, por su alta productividad y especialización, sus estructuras empresariales flexibles y la demanda asegurada.

  • Sector automovilístico: Sufrió la reconversión por estar sobredimensionado y tecnológicamente desfasado, pero la llegada de multinacionales con ayudas oficiales, y las ayudas gubernamentales para la renovación del parque móvil español, situó al sector en uno de los más dinámicos.
  • Sector químico: Será la gran base de la industria española, pero con deficiencias como la necesidad de capital extranjero, la falta de competitividad y la escasa capacidad de investigación.
  • Sector alimentario: Está compuesto por industrias pequeñas y alguna multinacional, y sus objetivos son conseguir mayor volumen de ventas interiores y ganar mercado exterior.

Siglo XXI: Desafíos y Deslocalización (2000-2006)

En los inicios del siglo XXI, los índices se mantenían en torno al 100, excepto el sector que más altos números presentaba, el textil, y el automóvil y metalurgia. A partir de esa fecha, los sectores maduros se vieron afectados por el descenso de la competitividad, debida al atraso tecnológico y el menor coste que suponía la mano de obra en otros países. La deslocalización de estas empresas hizo descender bruscamente el índice de producción textil a partir del 2000.

Crisis del 2008 y Tendencias Descendentes

Tras una mejora que se mantiene hasta aproximadamente el año 2006, los índices de producción de la metalurgia y del automóvil inician una tendencia descendente, alcanzando sus niveles más bajos en el 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis. La reducción de demanda, por la aparición de otros productos o materiales, las exigencias comunitarias y los procesos de reconversión o la falta de competitividad y la deslocalización afectaron principalmente a la metalurgia. El sector automovilístico realizó ajustes y renovación tecnológica, aunque con la amenaza de deslocalización. Los sectores que mantuvieron sus cifras son el químico y el alimentario, que, pese a no crecer por la crisis, supieron mantenerse por la importante demanda de productos necesarios, y su adaptación y flexibilización.

Recuperación Lenta y Retos Futuros (2008-2017)

Las consecuencias de la crisis han hecho que en el período 2008-2013 se hayan mantenido los índices de producción prácticamente inamovibles. La recuperación parece visible desde hace pocos años, mejorando muy despacio las cifras en todos los sectores estudiados.

Es significativa la mejora en el sector automóvil, que continúa en puestos líderes de producción (8º a nivel mundial). Aun así, tiene grandes retos por delante, como la electrificación, la integración de la informatización, la búsqueda de nuevos materiales, la reducción de los impactos medioambientales, etc. Esto, unido a las tendencias proteccionistas (Trump) y al crecimiento de la producción de países asiáticos (China, Vietnam…), hace que las empresas automovilísticas españolas deban trabajar duro.

También la química especializada (farmacéutica), con las inversiones de importantes multinacionales, muestra una tendencia positiva. Tengamos en cuenta que el sector químico (plásticos, pinturas, cosmética, detergentes, etc.), sumando la especialización farmacéutica, supone más del 5% del PIB español y es el segundo sector exportador. Es, por tanto, uno de los sectores más importantes de la industria española actual.

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