España como Unidad Geográfica
El nombre de España procede de Hispania. Los fenicios la llamaron Ischphanin y los griegos Iberia.
La Península Ibérica contiene los estados de España, Portugal, Andorra y el enclave de Gibraltar. Los territorios de España comprenden dicha península, los archipiélagos de Baleares y Canarias y las ciudades de Ceuta y Melilla. Estos territorios suponen un total de 504.782 km², de los que la España peninsular ocupa 492.494 km².
Es un país de gran extensión, el segundo de la Unión Europea. Tiene límites marítimos con el Atlántico, Mediterráneo y Cantábrico, y límites terrestres al norte con Francia, a través del istmo de los Pirineos, y al oeste con Portugal.
España posee un gran desarrollo costero que, junto a los territorios insulares, suma un total de 6.000 km, de ahí su tradición marinera.
Singularidad Geográfica de España
España presenta una gran singularidad geográfica, conocida desde la antigüedad, que viene dada por:
Su carácter peninsular
Este es el primer rasgo. El enorme cuadrilátero que forma el solar hispano, semejante a una piel de toro, está unido al continente europeo por un istmo de 440 km de largo, que se corresponde con la cordillera pirenaica.
Todo esto contribuye a que el aislamiento de la Península Ibérica sea mayor.
Situación y posición geográfica de la Península Ibérica
La Península Ibérica es la más meridional y la más occidental de Europa, la única que se encuentra entre dos mares y la más próxima al continente africano.
En cuanto a su situación, se encuentra dentro de la zona templada del hemisferio norte, entre los paralelos 36º N de la isla de Tarifa y 43º 47′ N de la punta de Estaca de Bares, y entre los meridianos 3º E correspondientes al cabo de Creus y 9º 36′ O al cabo de Touriñán.
La península está inclinada dentro del área del clima mediterráneo.
La configuración del relieve
- Forma maciza, consecuencia de la gran extensión en latitud y longitud de la península.
- Elevada altitud media.
- Disposición periférica de los sistemas montañosos, de manera que el interior de la península queda protegido como si de una fortaleza se tratara. Esta singularidad del relieve le confiere al país un carácter continental.
Posición de España en el Planeta Tierra y sus Consecuencias Geográficas
La situación de encrucijada que se atribuye a España es reconocible en las condiciones naturales y humanas. Los rasgos climáticos de la península están determinados por la influencia de las borrascas y los anticiclones provenientes del Atlántico y por las condiciones meteorológicas que se generan en la cuenta del Mediterráneo.
En España se dan también especies de flora y fauna características de Europa y África.
En el plano humano, en España se han asentado pueblos de diversas procedencias, lo cual acentúa este carácter de España como lugar de encuentro.
España es el país europeo más próximo al continente africano. Más que frontera, es un puente que une África con Europa a través de España.
España controla uno de los pasos por los que discurre la navegación marítima en el sentido de los paralelos.
Esta situación geoestratégica hace que la posición de España en el mundo sea la de un país reconocido como potencia comercial e industrial.
Contrastes Geográficos de España
La singularidad de España deriva en una serie de contrastes de todo tipo:
Contraste litológico. Encontramos tres dominios diferenciados: Iberia silícea, arcillosa y caliza.
Contraste geomorfológico. La historia geológica de España ha conformado varios tipos de relieve, desde macizos antiguos y montañas jóvenes hasta depresiones y llanuras litorales.
Contrastes climáticos. Vienen dados por las diferencias en el régimen térmico y pluviométrico entre el interior y la periferia, por un lado, y entre las fachadas atlántica y cantábrica, por otro lado.
Contraste biogeográfico. La diferencia entre España húmeda y seca condiciona la variedad de vegetación, desde formaciones boscosas a otras adaptadas a la sequedad.
Contrastes humanos
- Contraste en paisajes agrarios: España atlántica, mediterránea e interior, con distinto paisaje rural.
- Contraste en el sistema de asentamiento.
Proceso de Organización Político-Administrativa de España
Un país como España exige dividir su territorio en espacios menores. Un largo proceso histórico ha cimentado nuestra división político-administrativa en Comunidades Autónomas.
La llegada de la democracia produce la división de España en CC. AA. con el objetivo de:
- Responder al deseo de autogobierno de muchas regiones que quieren recuperar viejos derechos.
- Modernizar la estructura del Estado.
- Dar estabilidad a la organización político-administrativa para emprender políticas de desarrollo regional.
- Adecuar las realidades económicas, sociales y culturales con su marco territorial.
Queda configurado un mapa autonómico definitivo que cuenta con 17 CC. AA. y dos ciudades autónomas.