Geografía del Turismo en España: Impacto y Desarrollo Regional

El Turismo en España y su Significado Geográfico

Tema 16: El turismo en España y su significado geográfico. Los atractivos turísticos como factor de desarrollo en Castilla y León

1. La Importancia Económica de la Actividad Turística

España ocupa un papel de primer orden en el ranking internacional del turismo. Nuestro país ocupa el segundo lugar del mundo, después de Francia en número de visitantes, y de EE.UU. en ingresos por turismo.

El turismo es una de las actividades estratégicas de la economía española: contribuye a crear empleo, impulsa la producción, capta divisas, atrae inversión exterior y compensa nuestra pobre balanza de pagos.

  • El turismo es una fuente fundamental de ocupación de la población activa. Da empleo a más de dos millones de personas (más del 12% de la población activa). A ello hay que añadir el fomento de la actividad constructora a que ha dado lugar y la creación de industrias complementarias en torno a la construcción.
  • Aporta más del 11% del PIB. Los ingresos procedentes del turismo exterior han contribuido al desarrollo económico de los años sesenta.

No obstante, no todos son efectos beneficiosos. La actividad turística supone sus contrapartidas económicas.

Así, por ejemplo, es evidente que la acumulación turística durante el verano ha contribuido a incrementar el índice de inflación, al producirse una acumulación espasmódica de la demanda. En otro orden, el turismo también representa gastos –que han de ser asumidos por el Estado en los Presupuestos Generales– en forma de financiación de infraestructuras.

2. El Potencial Turístico de España

España cuenta con abundantes y variados recursos que hacen de nuestro país un destino especialmente atractivo para el turismo internacional.

Su gran variedad de medios físicos le proporciona fuertes atractivos turísticos.

  • El mayor atractivo para los turistas extranjeros y españoles es la abundancia de costas con excelentes playas y buenas condiciones climáticas.
  • Gran atractivo es la diversidad paisajística española, sobre todo aquella que va unida a un relieve de montaña y ecosistemas, y el atractivo turístico de los espacios protegidos.

Otro atractivo lo constituye el caudal cultural acumulado a lo largo de su historia. Está constituido sobre todo por un patrimonio artístico, rutas de carácter histórico-artístico, religioso, como la del Camino de Santiago, y folklóricos.

3. La Diversidad de Espacios Turísticos

3.1. Las áreas tradicionales

Son aquellos espacios en los que se desarrolla el turismo masivo entre los años sesenta y ochenta y que hoy sigue teniendo un gran atractivo.

a. La polarización espacial del turismo en las áreas tradicionales y sus causas.

Un rasgo distintivo del espacio turístico español es que la inmensa mayoría de las zonas especializadas en la actividad turística, con una cierta continuidad en el territorio, se localiza en el reducido espacio del arco mediterráneo desde la frontera francesa hasta Gibraltar, al que se ha de añadir la costa de la bahía de Cádiz, las islas Baleares y las Canarias.

A su lado, la costa cantábrica presenta una intensidad y una continuidad mucho menor, de igual manera que sucede con el turismo de montaña y, más aún, con el turismo rural, solamente iniciado en pocos puntos con cierta garantía. Por lo demás, también hay que contar con el caso singular de Madrid y de ciudades de turismo cultural como Toledo, Salamanca, Zaragoza, Sevilla, Granada y Santiago de Compostela.

Esta localización tan restringida de las zonas turísticas obedece a determinados factores como: Esencialmente los visitantes demandan sobre todo sol y playa, por la inexistencia de buenas comunicaciones y por la diversidad dentro de las áreas tradicionales.


  • Existe un tipo de zonas turísticas de temporada, sobre todo estival. Es el caso de las Baleares, La Costa Brava y la Costa Dorada.
  • Lugares que tienen una ocupación turística a lo largo de todo el año. Se pueden diferenciar lugares de visitas puntuales, como Granada, Madrid y Salamanca, y zonas turísticas de estancias prolongadas, como sucede en Las Canarias y la Costa Blanca de Alicante.
  • También existen refugios de la «jet», adonde acude un abigarrado conjunto de aristócratas, artistas, etc.
  • Finalmente hay que reseñar los espacios de ocio del turismo nacional, en el que se han de diferenciar dos modalidades. Una es la correspondiente a los fines de semana (Sierra de Madrid, Pirineo Catalán) y la otra es la de verano o vacaciones, que coincide con las del turismo internacional. A las islas acuden grupos más restringidos y con gran capacidad adquisitiva, y la costa cantábrica.

3.2. Nuevos modelos turísticos

Junto al turismo tradicional de sol y playa, están desarrollándose nuevos modelos turísticos. Se extiende cada vez más el turismo de costa cantábrica, con un clima más suave, aunque no tenga asegurado el sol, y cercano a paisajes más atractivos visualmente. En el turismo de interior destaca cada vez más el turismo de montaña, que se extiende progresivamente por los Pirineos catalanes y aragoneses, y en menor medida por el resto de los sistemas montañosos, aprovechando las diversas posibilidades de actividades en invierno y en verano que ofrecen estos parajes. Finalmente se está desarrollando, sobre todo en el interior, aunque no en exclusiva, el turismo rural y el ecoturismo en Navarra y está en aumento en otras regiones, como Castilla y León, Aragón y Extremadura.

3.3. Las áreas no turísticas y su capacidad de atracción turística

Existen espacios con una atracción potencial que podría hacerse realidad si se les dota de los recursos necesarios: organización, infraestructura de alojamiento, comunicaciones y equipamientos adecuados, además de la publicidad.

  • En el caso del medio rural, éste puede resultar atractivo para los habitantes urbanos que buscan el contacto con la naturaleza.
  • La potencialidad turística de los núcleos urbanos no situados en las áreas turísticas está desarrollándose en gran medida, pues una gran parte de ellos cuentan ya con planes estratégicos de desarrollo.
  • También los espacios de alta montaña, unidos con frecuencia a espacios naturales protegidos, presentan una gran potencialidad para un determinado tipo de turismo, tanto el amante de la naturaleza, como el que practica el esquí.

4. El Impacto de las Actividades Turísticas

El impacto se manifiesta sobre todo en el desarrollo de infraestructuras de transportes, en el acondicionamiento del propio espacio turístico. A ello hay que añadir sus repercusiones sobre el medio ambiente.

4.1. Ventajas e inconvenientes desde el punto de vista socioeconómico

a. La modificación en la red de transportes.

La organización de las redes de comunicaciones se ha modernizado y transformado en función de los intereses turísticos, especialmente en las zonas costeras, a las que se pretende dotar de buena accesibilidad.

b. Acondicionamiento del espacio turístico.

El desarrollo del turismo ha provocado una urbanización intensiva de los lugares costeros (“marbellización”), aprovechando avariciosamente el terreno, sin que se hayan dejado apenas espacios, generalmente sin un marco planificador previo.

Entre sus efectos más negativos destacan:

  • La acentuación de los desequilibrios territoriales entre un eje lineal paralelo a la costa, con alta densidad de población, más puestos de trabajo y mejores equipamientos, y las tierras del interior, poco pobladas, con escasez de empleos y peor equipadas.
  • La masificación, que dificulta el uso sostenible de los recursos naturales, sobre todo el agua.
c. Capacidad fijadora de población en el espacio.

Las zonas turísticas, sobre todo aquellas que se sitúan dentro o al lado de comarcas o provincias económicamente menos desarrolladas, han tenido la gran virtud de contribuir a la fijación de la población en el espacio.

4.2. El turismo y el medio ambiente.

El turismo inicialmente ha tenido un indudable papel destructor del medio ambiente, sobre todo en gran parte de la Costa Mediterránea. Ello se debió tanto a la urgencia en satisfacer una demanda turística en continuo aumento en medio de una tolerancia constructiva excesiva, como a que el turismo de masas de esa época no exigía más que la existencia de sol y playa y que los precios fueran baratos. Hoy, sin embargo, pasada esta primera fase y allá donde la recuperación es más factible, el turismo se está convirtiendo en un regenerador de la preocupación por el medio ambiente, sobre todo porque la conciencia ecológica de los turistas está aumentando.

5. Diversas Modalidades de Turismo en Castilla y León

El turismo es una de las principales apuestas de futuro de Castilla y León, por su capacidad para generar desarrollo económico e incrementar el empleo, así como para mantener la población rural y elevar la calidad de vida de los habitantes de esos espacios.

En los últimos años ha crecido considerablemente el número de turistas que visitan la región.

El turismo cultural

Sin duda, el turismo cultural es un factor estratégico para Castilla y León. La oferta de Castilla y León es abundante y de elevado valor. Resulta imprescindible acompañar las labores de rescate del patrimonio cultural con las de restauración y mantenimiento, así como con la mercantilización de productos y servicios derivados. Es posible comercializar turismo gastronómico, el turismo idiomático, festivales culturales, acontecimientos y conmemoraciones especiales, etcétera. En la región acapara más del 10% del turismo cultural de España y esta actividad supone la cuarta parte del turismo llegado en general a la región.

El turismo rural

Castilla y León es la primera comunidad española en el segmento del turismo rural. Han sido la fuerza de atracción del territorio, la cultura, el patrimonio artístico, la situación geográfica y el clima los factores que han favorecido la elección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *