Geografía Física de España: Paisajes, Recursos y Diversidad Biogeográfica

1. Los Grandes Conjuntos Naturales en los Ámbitos Mediterráneo y Atlántico. Los Grandes Paisajes Peninsulares

1.1 Situación Geográfica entre Dos Masas de Agua y Dos Continentes

El estado español ocupa cuatro quintas partes de la península Ibérica. La situación geográfica de esta península le proporciona una serie de particularidades climáticas y medioambientales que cabe destacar:

  • Situación en la zona templada, entre 36 º N y 45.47 º N, con un clima donde se encuentran masas de aire tropical y aire polar.
  • Posición entre dos masas de agua: el Océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Hay precipitaciones importantes en las regiones del noroeste peninsular, un contraste térmico acusado entre un océano templado y un mar cálido, y la división de la Península en dos grandes dominios climáticos: uno Atlántico y otro Mediterráneo, donde este último se distingue por su aridez estival.
  • La disposición del relieve: está formado básicamente por una gran meseta central rodeada por cordilleras y dos grandes depresiones. Es un territorio donde predominan las tierras altas, y la elevada altitud media hace del interior peninsular un conjunto de tierras con fríos invernales, heladas y nevadas. La disposición de las cordilleras y su altitud dificulta las comunicaciones entre las diversas zonas. Por último, todo el conjunto peninsular queda claramente inclinado hacia el Océano Atlántico.

1.2 Las Regiones Biogeográficas

La situación de la península ibérica entre el Atlántico y el Mediterráneo permite la existencia de dos regiones biogeográficas con formaciones vegetales características. Las islas que forman el archipiélago de Canarias forman parte de una tercera región biogeográfica, la macaronésica. Las tres regiones biogeográficas que encontramos en España son:

  • La región biogeográfica eurosiberiana, que tiene como formaciones vegetales típicas el bosque caducifolio, la landa y el prado. El bosque caducifolio está constituido por árboles altos, con tronco recto y liso y hojas grandes, que caen en otoño. Este tipo de bosque posee relativamente pocas especies, y aparecen reunidas formando grandes masas. Los árboles más característicos son el haya y el roble. En el sotobosque crecen helechos y musgos, en un ambiente sombrío causado por las copas de los árboles. La landa es una vegetación de matorral denso. Las especies más abundantes son el brezo y la retama, y suele aparecer como degradación del bosque caducifolio. Los prados ocupan grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicos. Abundan la vegetación herbácea y los pastos.
  • La región biogeográfica mediterránea, las formaciones vegetales principales de esta región son el bosque perennifolio y el matorral. El bosque perennifolio está formado por árboles de altura media (10 a 12 metros), con corteza grande y rugosa, cuyas ramas crean copas globulares y amplias, que hacen sombra para disminuir la insolación y evaporación. Las especies más habituales son la encina, el pino y el alcornoque. El matorral mediterráneo es el resultado de la degradación del bosque, bien por la acción humana, bien por las condiciones climáticas de aridez. Se distinguen tres tipos característicos: la maquia, formada por una vegetación arbustiva espesa de unos dos metros de altura; la garriga, con arbustos y matorrales de poca altura y más rala; y la estepa, situada en las zonas semiáridas del sureste peninsular y formada por arbustos espinosos o vegetación herbácea.
  • La región biogeográfica macaronésica, las formaciones vegetales principales de esta región son el tabaibal-cardonal, la laurisilva y el bosque de coníferas. Las especies características son el cardón o tabaiba salvaje, el laurel, el tilo y el pino canario.

1.3 La Diversidad de los Paisajes Peninsulares

La diversidad actual de los paisajes españoles se debe a seis factores:

  • El factor ecoclimático: basado en el régimen y el balance de humedad, el régimen térmico y el volumen de calor acumulado, y nos permite hacer la distinción entre las dos regiones biogeográficas peninsulares: la eurosiberiana y la mediterránea.
  • El relieve y el tipo de suelo: que dependen de las pendientes, de la altitud sobre el nivel del mar y de su composición.
  • El tipo de propiedad: donde podemos encontrar el minifundio y el latifundio.
  • Las coberturas vegetales: (praderas, matorrales, bosques, terrenos baldíos).
  • Los diversos tipos de actividades agrícolas: los que modifican el paisaje según los tipos de cultivos predominantes y según se desarrollen en el sistema de secano o de regadío.
  • La urbanización y la construcción de infraestructuras: que consumen actualmente bastante suelo y crean, con su extensión, diferentes tipos de paisajes urbanos, suburbanos o periurbanos.

2. Los Recursos Naturales del Subsuelo

2.1 Los Recursos Minerales

España dispone de recursos minerales variados por la complejidad de la formación geológica de la península ibérica. España solo destaca por los recursos en rocas y minerales industriales, mientras que en metálicos y energéticos es escasa.

Minerales Metálicos

A pesar de que en el subsuelo hay casi todo tipo de minerales metálicos, los yacimientos no son explotados comercialmente. Solo se extraen cantidades mínimamente importantes de hierro, plomo, casiterita y algunas pocas minas en explotación.

Minerales Energéticos

El único mineral energético que tiene importancia económica es el carbón, que se explota en las cuencas carbónicas de la cordillera Cantábrica, en Asturias, León y Teruel. Únicamente se explotan unos pequeños yacimientos de petróleo en el subsuelo marino frente a la costa de Tarragona y de gas natural, también en el mar, frente a la costa de Huelva. Aunque hay uranio, no se explota.

Rocas y Minerales Industriales

Este es el único recurso mineral del que España tiene importantes recursos explotables. Es el primer productor de la Unión Europea de este tipo de recursos minerales y es el único sector que presenta un crecimiento continuado. Es uno de los principales productores de pizarra, de mármol y de granito.

2.2 Los Recursos Hídricos

Podemos distinguir entre España seca y España húmeda, que corresponden a la diferenciación entre los climas atlánticos y mediterráneos. Las precipitaciones en España húmeda son más regulares a lo largo del año que las de la seca. A pesar de ello, hay que añadir la diferente cantidad de horas de insolación entre el norte y el sur peninsular y la diferente evapotranspiración.

La irregularidad de muchos recursos de agua, especialmente en las cuencas mediterráneas, hace que a veces el aprovechamiento de los recursos hídricos sea dificultoso. La única manera de aprovecharlos es con la construcción de embalses y con la explotación de las aguas subterráneas. Así se aprovecha un 40% de estos recursos. Las precipitaciones y las evapotranspiraciones nos indican que hay una parte del territorio peninsular donde hay excedentes de agua y otra donde sufren déficits importantes.

También hay otros factores que hacen más compleja la gestión de los recursos hídricos, como la distribución de la población, la necesidad de agua para usos industriales y la demanda de agua para las actividades agrícolas. Aunque existe agua superficial, también debemos tener en cuenta los acuíferos, donde se pueden formar corrientes subterráneas o capas de rocas empapadas de agua. Con estos acuíferos se llega a atender a un 30% de los abastecimientos urbanos y una cuarta parte de las necesidades de regadío.

Para gestionar los recursos hídricos, en el año 2007, el Gobierno español dividió el territorio en 14 demarcaciones hidrográficas, que eran zonas marítimas o terrestres compuestas por una o más cuencas hidrográficas vecinas y las aguas subterráneas y costeras. Nueve son en la vertiente atlántica y cinco en la vertiente mediterránea.

2.3 Otros Recursos

Otros recursos naturales importantes suelen ser: los suelos, la radiación solar, los recursos forestales y el viento.

Los Suelos

En España podemos localizar 4 tipos:

  • Los inceptisoles: ocupan más de la mitad del territorio y son jóvenes, adecuados para la agricultura si tienen suficiente humedad. Están situados en pendientes.
  • Los entisoles: ocupan un 15% del territorio y son suelos poco desarrollados, con materiales sin alterar. Se encuentran en costas altas, en zonas llanas de la costa mediterránea y valles de río.
  • Los aridisoles: ocupan un 10% de la superficie territorial y son suelos secos con abundancia de sales. Los encontramos en áreas donde la evapotranspiración supera la precipitación, lo que limita la productividad agrícola.
  • Los alfisoles: ocupan un 5% del territorio, son suelos productivos de secano y se encuentran preferentemente en terrazas fluviales con un buen drenaje, lo que los hace adecuados para el regadío.

La radiación solar, es la cantidad de energía medida en kilovatios/hora que recibe un metro cuadrado de superficie terrestre. Es fundamental para el desarrollo de las actividades agrícolas, para la producción de energía fotovoltaica y además da pie a una importante actividad turística.

Las zonas forestales son importantes para la conservación de la biodiversidad vegetal y animal, para la fijación del CO2, para el aprovechamiento de la biomasa y para la demanda social de la naturaleza.

Los recursos naturales eólicos de la Península son abundantes en lugares muy concretos, como el estrecho de Gibraltar, el valle del Ebro y las rías altas de Galicia. El aprovechamiento energético del viento como energía puede llegar a constituir un ahorro importante en el uso de otras fuentes energéticas contaminantes.

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