Transformación Agropecuaria Argentina: Impacto de Políticas Neoliberales y el Auge de la Soja

En la década del 70, el sector agropecuario experimentó transformaciones significativas debido a la influencia de empresas transnacionales y la implementación de políticas neoliberales. Estas políticas incluyeron:

  • Liberalización de la economía: Disolución de la Junta Nacional de Granos, de Carnes, Dirección Nacional del Azúcar, entre otras entidades que controlaban el comercio y los precios (precios sostenidos).
  • Subsidios: Eliminación de impuestos sobre las exportaciones (retenciones) con el objetivo de obtener recursos para el estado y reducir el precio de productos agropecuarios exportables en el mercado interno.
  • Liberalización de los mercados: Importación de insumos, tecnología y maquinarias. El peso tenía una paridad de un dólar.
  • Privatización: Privatización de rutas y cierre de ramales ferroviarios.

Transformaciones de la Producción Agraria y la Situación de la Agricultura Familiar

Las políticas neoliberales y el proceso de globalización generaron transformaciones económicas y sociales. El surgimiento de nuevas tecnologías benefició a algunos, pero perjudicó a otros, generando una concentración de capital en aquellos con alto poder adquisitivo y un retroceso para los pequeños y medianos productores.

En la nueva concepción del trabajo agrario, la soja se convirtió en el producto primordial de la producción. En Argentina, el cultivo de la soja transgénica tiene un lugar predominante dentro de un proceso de transición tecnológica. Los beneficiados son corporaciones transnacionales proveedoras de insumos y tecnologías, y empresas líderes ligadas a la producción de soja. Promueven la extensión del «modelo soja» como el nuevo ideal social, basado en el conocimiento científico y la innovación tecnológica. El avance del cultivo de la soja requiere mayor superficie cultivable, lo que provoca el deterioro de cultivos regionales como el algodón en el Chaco, el arroz en Entre Ríos y el poroto en Salta y Jujuy. Además, la necesidad de grandes extensiones de tierra perjudica a los sectores indígenas, quienes se resisten a la invasión de sus espacios por parte de empresas transnacionales.

Impacto del Monocultivo de Soja Transgénica

  • Adopción compulsiva del monocultivo de soja transgénica para uso forrajero.
  • Monsanto quedó a cargo del control y la exportación de granos tras la disolución de la Junta Nacional de Granos. Esta política desregulatoria destruyó la soberanía alimentaria argentina.
  • Los argentinos se volcaron masivamente al cultivo de la soja.
  • Desaparición de muchos agricultores.
  • Gran desindustrialización.
  • Desaparición de cultivares y variedades de trigo pan, trigo candeal, maíz, arveja, lenteja, tomates, sorgo, lino, girasol, papa, batata, entre otros.
  • Disminución de las cabezas de ganado y reducción de otros cultivos, generando desabastecimiento y aumento de la canasta básica argentina.
  • Emigración del campo a la ciudad, desarrollando la marginación social. El campo se despobló y las ciudades se empobrecieron.
  • Desabastecimiento alimentario.
  • Deterioro económico y social de los pueblos y pequeñas ciudades del interior.
  • Caída de la producción de insumos vitales como leche, arroz, maíz, papas, lentejas, provocando carencias alimentarias en la población.
Consecuencias Socio-Productivas y Ambientales

El desplazamiento de algunas producciones supone pérdidas importantes de capital socio-productivo. La región agrícola más fértil del territorio nacional (Pampa Húmeda) presenta una fuerte erosión del suelo. Para solucionar este problema, se experimentó con el sistema de labranza cero. La soja RR irrumpió como una solución.

El cultivo de la soja RR ha producido una desertificación biológica de los suelos argentinos, desarrollando un proceso de devastación, erosión y desertificación estructural de los suelos sometidos a este sistema. La no roturación del suelo provoca compactación, acumulación excesiva de residuos orgánicos, disminución de la temperatura del suelo y modificaciones en la microflora y microfauna del suelo.

El uso continuo de herbicidas destruye la fertilidad natural de los suelos. Este sistema devasta la biodiversidad del ecosistema agrícola. El uso continuo de herbicidas e insecticidas produce la aparición de súper malezas resistentes, obligando a aumentar la dosis y a utilizar otros herbicidas como 2-4-D, atrazina, paraquat y diquat, productos mayoritariamente cancerígenos, tóxicos y contaminantes del suelo y las napas de agua.

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