Las consecuencias de la crisis son traumáticas para España. Se produce un masivo cierre de empresas generando unas tasas de paro dramáticas. La respuesta a la crisis no podía ser otra que la reestructuración de la industria. Con este fin se adoptaron en 1984 disposiciones en una doble dirección: reconversión de los sectores industriales más afectados por la crisis y reindustrialización, es decir, recomposición del tejido industrial en las zonas donde éste había resultado especialmente dañado.
La Reconversión Industrial
La reconversión industrial se llevó a cabo sobre los sectores maduros de la industria: siderurgia, construcción naval, industria textil, etc. Con ella se pretendía racionalizar la producción industrial adaptando la oferta a la demanda, sanear las finanzas, adecuar el tamaño, modernizar la industria, adoptar nuevos sistemas de gestión, etc.
Los procesos de reconversión industrial resultaron eficaces, aunque no en la medida que se pretendió en un primer momento, pues al llevarlos a la práctica desaparecieron muchos puestos de trabajo a consecuencia de las reducciones de plantilla que exigían los planes de viabilidad.
Programas de Reindustrialización y Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR)
Paralelamente se procedió al desarrollo de los programas de reindustrialización, para lo que se crearon las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR). Los nuevos planes pretendían recomponer el tejido industrial sobre las bases de la modernización tecnológica y de la implantación de nuevas actividades de futuro. En conjunto, puede decirse que no dieron todos los resultados esperados.
La Industria Española en la Actualidad
Tras la reestructuración industrial se ha ido desarrollando una nueva industria que llega con el “estallido” de la Tercera Revolución Industrial basada en la generalización del uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Ésta nueva industria se caracteriza por ser más descentralizada, requerir menos empleo pero más cualificado, premiar más las tareas de calidad, marketing, servicio postventa… a favor de la producción… (industria terciarizada).
Destaca la reducción en la intervención industrial estatal y un proceso de reformas que tratan de paliar los problemas estructurales de éste sector (fomento de I+D+i, de la internacionalización…). Asimismo, una de las prioridades es seguir frenando los desequilibrios territoriales.
Características Generales y Distribución Territorial de la Industria Española
La industria española ha tenido una tendencia muy acusada a la concentración en unas áreas y en unos espacios determinados. Este fenómeno de la polarización industrial, a medida que se asentó la industrialización, se fueron seleccionando las zonas según sus ventajas comparativas. Se consolidó así un modelo de ocupación industrial del espacio con una clara concentración en el País Vasco, Cataluña y Madrid.
Este modelo alcanzó su plenitud en el decenio de 1965 a 1975, época en la que se concentró el mayor crecimiento industrial en las áreas metropolitanas más grandes. Contó con los efectos derivados de los planes de desarrollo, que incidieron en mayor grado sobre las grandes multinacionales como las del sector químico y automovilístico y, en último término, por las medidas adoptadas en la reconversión industrial, que concentraron las inversiones en estos espacios.
Tendencias en la Distribución Industrial
- Consolidación de Madrid y Barcelona como centros neurálgicos de la industria española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y diversificada industria que en los últimos años ha experimentado dos tendencias de signo contrario: por una parte, la crisis y la reconversión de importantes sectores industriales y, por otra, la revitalización de sus tejidos industriales a partir de la instalación de establecimientos dinámicos y de sectores de alta tecnología.
- Declive de los espacios tradicionales de la industria española, particularmente los situados en la cornisa cantábrica, que se hallan en proceso de retroceso, a consecuencia de la crisis que afectó a los sectores maduros de su industria (metalurgia, siderurgia, naval) de gran implantación en este espacio geográfico. El declive ha afectado a Asturias, Cantabria y, con especial intensidad, al País Vasco, que poco a poco empieza a recuperar las tasas de crecimiento industrial que había perdido.
- Espacios industriales en expansión, entre los que destacamos las coronas metropolitanas y los ejes de desarrollo. En numerosas ciudades españolas se han consolidado áreas de gran importancia industrial, en las cuales las industrias se han instalado al amparo de la proximidad a los centros urbanos, la accesibilidad a los mercados y a los centros de distribución, las facilidades de instalación, las dotaciones de suelo industrial, la situación estratégica de las vías de comunicación, etc. Se concentran sectores maduros en procesos de reconversión y sectores dinámicos y tecnología punta. Los ejes de desarrollo son el eje del Ebro (Pamplona-Zaragoza-Barcelona) y el eje del Mediterráneo (Gerona-Murcia).
- Los espacios de industrialización escasa se corresponden con las zonas interiores de la Península y algunas periféricas. Distinguimos en primer lugar, los espacios que fueron objeto de la industrialización inducida y que dieron lugar a importantes núcleos industriales, como Zaragoza, Valladolid, Burgos y Huelva-Cádiz-Sevilla, pero que en ningún caso propiciaron un efecto multiplicador en su zona anexa; en segundo lugar destacamos una serie de espacios, como Castilla-La Mancha o Extremadura o los Archipiélagos de manifiesta escasez industrial debido a su baja densidad de población y a la ausencia de tradición industrial.
Factores de la Actividad Industrial Española
Materias Primas
Las materias primas son los recursos naturales usados en la transformación, siendo de naturaleza variada. Éstas junto con las fuentes de energía han sido factor clave de localización industrial, sin embargo, estos factores han variado con respecto al pasado, dependiendo en mayor medida de otros factores como los económicos, políticos, ecológicos, etc.
Se clasifican en:
- Materias primas orgánicas: cuya procedencia es el sector agrario (lana, algodón, girasol, madera).
- Materias primas minerales. Que proceden de yacimientos mineros. Encontramos tres grandes grupos:
- Minerales metálicos: se destinan a industrias metalúrgicas, siderúrgicas y de transformación (hierro, cobre, oro, plata, cinc). Los yacimientos se encuentran en la mitad oeste.
- Minerales no metálicos: se usan en la construcción y la industria química. Se localizan principalmente en las depresiones por lo que se encuentran repartidas por toda la geografía española. (cuarzo, arcilla…)
- Rocas industriales: Se destinan principalmente a la construcción (mármol, granito, pizarra). Repartidas por toda España, son los minerales más abundantes en nuestro país.
Energía
La energía permite transformar las materias primas en productos. Se clasifican en:
- Según su proceso de formación pueden ser renovables, aquellas que no se agotan (solar, eólica…), o no renovables, su uso conlleva su desaparición (carbón, petróleo…).
- Según su grado de aprovechamiento, las clasificamos en primarias, aquellas que proceden del medio.