Transformaciones Demográficas en España: Análisis y Perspectivas Futuras

El Futuro de la Población Española

España está experimentando profundas transformaciones demográficas desde 1975. Ha dejado de ser un país natalista, joven y emigratorio, para convertirse en un país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, envejecido e inmigratorio. Estos cambios conllevan otros de orden económico, social y cultural. Por eso, los expertos realizan proyecciones demográficas de futuro, para poder planificar temas como la necesidad de plazas escolares o de residencias para la tercera edad; el gasto sanitario, o en pensiones; las ayudas sociales, etc.

Futuro del Movimiento Natural

a) Natalidad

La tasa de natalidad, que depende del número de mujeres en edad fértil de cada momento, crecerá durante unos años debido a la inmigración extranjera, que aporta mujeres en esta edad. Pero durante las décadas de 2010-2020 probablemente decrecerá, al llegar a la edad fértil las mujeres españolas nacidas en la época de mayor descenso de la natalidad. La fecundidad o media de hijos por mujer dependerá de la adopción por las extranjeras de las pautas de fecundidad nacionales y de la evolución de la fecundidad de las mujeres españolas. Esta se verá condicionada por una doble situación. Por una parte, los jóvenes accederán más fácilmente al mercado laboral –dada su reducción numérica–, lo que podría adelantar su emancipación y la edad del matrimonio. Por otra parte, esta situación solo influirá favorablemente en la fecundidad si se une a la existencia de políticas efectivas de conciliación de la vida laboral y familiar. Es decir, además de ayudas directas a la natalidad, medidas estables y eficaces de apoyo a las familias, y una verdadera igualdad en el desempeño de las tareas domésticas y familiares. Sobre estas bases, el INE prevé un incremento de la fecundidad hasta 2030, para estabilizarse desde entonces en torno a los 1,53 hijos por mujer.

b) Mortalidad

La tasa de mortalidad, actualmente baja, crecerá hasta tasas medias debido al constante envejecimiento de la población. Paralelamente, la esperanza de vida aumentará, aunque con menor intensidad, dado que ya se encuentra en niveles altos y se estabilizará hacia 2030.

c) Crecimiento Natural

El crecimiento natural, dado el previsible descenso de la tasa de natalidad y el aumento de la tasa de mortalidad, se volverá negativo en 2020.

Futuro de los Movimientos Migratorios

a) Migraciones Internas

Las migraciones de la población española mantendrán el predominio de las migraciones internas interurbanas, intrarregionales e intraprovinciales y la escasa emigración al exterior.

b) Inmigración Extranjera

La inmigración extranjera es muy difícil de prever, ya que depende de factores como el número de retornos que se puedan producir y el mantenimiento de España como destino inmigratorio. Ambos estarán condicionados a su vez por la evolución de la situación económica, las transformaciones en los países de origen de los inmigrantes y el surgimiento de nuevos destinos inmigratorios.

Futuro del Crecimiento y de la Estructura de la Población

a) Crecimiento Poblacional

El crecimiento de la población continuará hasta 2050 por efecto de la inmigración. Desde entonces descenderá debido al envejecimiento demográfico.

b) Estructura por Sexo

En la estructura por sexo seguirán predominando los varones entre los jóvenes y, las mujeres, entre las ancianas. No obstante, las diferencias numéricas entre los sexos tenderán a acortarse a medida que el estilo de vida de las mujeres se aproxima al de los varones en algunos aspectos que entrañan mayor riesgo de muerte, como los hábitos sociales nocivos. Para evitarlo, deben promoverse campañas de información, prevención y concienciación sobre estos riesgos.

c) Estructura por Edad

En la estructura por edad, hacia 2050 España será uno de los países más envejecidos del mundo, con un escaso porcentaje de jóvenes y elevadas cifras de ancianos. Estas se incrementarán; sobre todo, en el grupo de los de más edad, aumentando el número de personas dependientes.

d) Estructura Económica

En la estructura económica, la tasa de actividad crecerá hasta 2020, sobre todo la femenina, y desde entonces previsiblemente disminuirá al incorporarse menos activos al mercado laboral. Para paliar la desaceleración económica derivada de este hecho, debe fomentarse la incorporación al trabajo de jóvenes y mujeres y la inmigración extranjera. También es necesario combatir la desigualdad de las mujeres en el empleo en cuanto a salarios y acceso a los puestos de responsabilidad. Por otra parte, el incremento de la terciarización de la actividad económica aumentará el porcentaje de población empleada en el sector servicios, a costa de los otros dos sectores.

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