Transformación y Retos de la Industria y Ganadería en España

El Desarrollo Industrial Español

El Auge Industrial (1959-1975)

A partir de 1959, con la entrada en vigor del Plan de Estabilización, la economía industrial española comenzó a integrarse en el sistema mundial capitalista. Este proceso impulsó una modernización de las estructuras productivas y un crecimiento fabril sin precedentes. El plan permitió la importación de bienes, tecnología y recursos necesarios para modernizar la industria e incrementar la producción.

Como resultado, la productividad experimentó un crecimiento espectacular y la exportación se generalizó. El poder adquisitivo de la población aumentó, impulsando el consumo. La política económica se materializó en tres planes de desarrollo que promovieron la planificación industrial y la creación de espacios industriales. El Estado buscó impulsar la industria en las regiones menos favorecidas. El índice de producción industrial se cuadruplicó, con una tasa de crecimiento entre las más altas de Europa.

La Crisis Industrial (1975-1984)

Durante este período, España se vio afectada por la crisis mundial. El aumento del precio del petróleo en 1973 provocó un encarecimiento de las materias primas y los transportes, desencadenando una crisis industrial global. En España, la transición democrática tras la muerte de Franco y la inestabilidad institucional retrasaron la aplicación de medidas para afrontar la crisis.

El origen de la crisis industrial española residía en que la industria había crecido en volumen, pero su tecnología y la inversión no se habían modernizado. Ante la reducción de pedidos, la principal medida de los empresarios fue la reducción de puestos de trabajo, elevando la tasa de desempleo hasta el 21,9%. El sector secundario dejó de ser la principal fuente de ingresos, consolidándose la terciarización de la sociedad.

La Ganadería en España y la Unión Europea

La Ganadería Española en el Contexto Europeo

La Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea busca asegurar un nivel de ingresos similar para los ganaderos en comparación con otros sectores. También pretende ofrecer a los consumidores productos a precios bajos, al tiempo que promueve el autoabastecimiento. Algunas medidas de la PAC incluyen el establecimiento de cuotas para favorecer el abastecimiento y controlar los precios, así como la asignación de subvenciones.

La evolución de las cabañas ganaderas y las medidas de la PAC han tenido diversas consecuencias:

  • Sector ovino: Fuerte declive en la UE debido al éxodo rural, la reducción de pastores, la disminución de la superficie de pastos y la escasa rentabilidad.
  • Sector caprino: Reducción debido a la repoblación forestal y al consumo generalizado de leche de vaca. Se mantiene gracias a la demanda de leche de cabra para la elaboración de quesos.
  • Sector equino: Descenso proporcional a la introducción de maquinaria agrícola.
  • Sector bovino: Decrecimiento debido a la disminución del consumo de carne y productos lácteos derivados.
  • Sectores porcino y avícola: Incremento debido al bajo precio de su carne, impulsado por la expansión de los piensos como alimento y la cría estabulada. Predomina la cría intensiva para maximizar el rendimiento.
  • Apicultura: Producción de miel y cera con una buena tendencia comercial.

El Subsector de la Construcción

El subsector de la construcción, considerado independiente dentro del sector secundario, contribuyó al desarrollo industrial de los años 70 del siglo XX gracias a tres factores: su valor económico, sus repercusiones públicas y sociales, y su capacidad para generar empleo.

En primer lugar, el Estado impulsó la construcción de infraestructuras como vías de comunicación y obras hidráulicas. A partir de 1960, se construyeron autopistas y autovías en la depresión del Ebro y el litoral mediterráneo para facilitar el transporte de materias primas, la exportación de productos agrícolas y manufacturados, y el acceso a los centros turísticos de la costa.

Además, la construcción de viviendas, locales y naves industriales se vio impulsada por el desarrollo industrial y las migraciones del campo a la ciudad. Este auge constructor favoreció a empresas dedicadas a la producción de cemento, siderurgia, cerámica, vidrio y muebles.

La crisis de los años 70 afectó a la construcción y a la industria complementaria. A mediados de los 80, la construcción resurgió, pero en los 90 las restricciones presupuestarias del gobierno afectaron a la obra pública.

A partir de 1998, el subsector experimentó un gran auge hasta finales de 2007, caracterizado por el aumento desproporcionado de los precios de la vivienda. Este fenómeno, conocido como burbuja inmobiliaria, fue provocado por la especulación y la recalificación del suelo. A pesar del aumento de precios, la demanda de viviendas se mantuvo debido al mayor poder adquisitivo de la población y la bajada de los tipos de interés.

La construcción ha sido un sector clave para la economía española. Sin embargo, a partir de 2008, este modelo de crecimiento entró en una profunda crisis debido a los elevados precios de la vivienda y la crisis financiera mundial. La demanda se frenó bruscamente, originando una crisis general de grandes dimensiones.

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