Dinámica y Estructura de la Población Española
Los Movimientos Migratorios
Los movimientos de población en el espacio se denominan migraciones y son decisivas para conocer el crecimiento real. La salida de efectivos, o emigración, de su lugar de origen repercute negativamente en el crecimiento natural porque hace descender la fecundidad y aumenta la mortalidad por envejecimiento de la población que queda.
La inmigración, o llegada de población a un lugar de destino, favorece el crecimiento natural, ya que aumenta la natalidad y desciende la mortalidad. El balance de emigración e inmigración se denomina saldo migratorio.
Un aspecto destacado de la población española es su movilidad hacia otros países de África, América o Europa; en épocas más recientes, por el trasvase de población de unas regiones a otras, o de áreas rurales a urbanas.
Las razones que mueven a las personas a desplazarse pueden ser muy diversas, pero por encima de todas destaca la motivación económica (búsqueda de un empleo mejor…).
En la historia de España, los movimientos migratorios se pueden analizar en dos grandes apartados: movimientos interiores y movimientos exteriores:
1. Las migraciones interiores
El desplazamiento de personas entre las distintas provincias y regiones de España, desde las áreas rurales a las urbanas, es uno de los fenómenos geodemográficos de mayor importancia de los últimos tiempos.
El proceso de industrialización y urbanización será el causante de las migraciones interiores, que se desarrolla en España con toda su intensidad entre los años 1950 y 1970.
Existen varios tipos de migraciones interiores:
- Estacionales o temporales: de duración limitada y carácter cíclico. Entre ellas la trashumancia, las realizadas por agricultores para la vendimia, tareas de construcción; por lo que su destino son tanto áreas rurales como áreas urbanas.
- Definitivas o de larga duración: entre las que encontramos el éxodo rural. Éste comienza en España a principios del siglo XX. Las causas son un exceso de población en el campo que pierde sus empleos debido al inicio de la mecanización en las tareas agrarias, acrecentadas por la epidemia de la filoxera que destruye buena parte de las cosechas, especialmente de la vid. El destino en esta primera etapa son las regiones que están comenzando a industrializarse, como son País Vasco y Cataluña. El origen de estos campesinos se encuentra en ambas Castillas, Galicia y Andalucía Oriental.
- Movimientos habituales actuales, periódicos, motivados por trabajo u ocio, de uno o varios días de duración, con un perfil muy diverso: jóvenes, mayores no cualificados o cualificados. Las ligadas al trabajo se suelen llamar movimientos pendulares, muy propios en los tiempos que corren.
Consecuencias de las migraciones interiores
Las repercusiones de las migraciones interiores se dejan sentir especialmente en los planos demográfico, social, económico y medioambiental.
- Demográfico: destacan los desequilibrios territoriales que provoca, además de un rejuvenecimiento de población en los lugares de destino y un envejecimiento de población en los lugares de origen.
- Económico: en las zonas de origen se produce un descenso en la productividad y en los rendimientos, provocando lo contrario en las zonas de destino. Además, en estas zonas se producen problemas de acceso a la vivienda, servicios educativos, etc.
- Social: problemas de integración.
- Medioambiental: se produce una pérdida del entorno rural en los lugares de origen frente a problemas de masificación, contaminación, etc., en los lugares de destino.
2. Las migraciones exteriores
a) La emigración a Ultramar se inicia a mediados del siglo XIX. Podemos diferenciar varias etapas. Una primera, que finaliza con el estallido de la 1ª Guerra Mundial, de auge. Los países de destino fueron Argentina, Cuba, Brasil, México y Uruguay y, en menor medida, Estados Unidos y Canadá, países necesitados de mano de obra para explotar sus recursos agrarios (café, caña de azúcar…). Estuvo protagonizada por campesinos gallegos, asturianos y canarios de escasos recursos. Tras el estallido del citado conflicto bélico se paraliza este flujo migratorio por problemas de seguridad y, sobre todo, porque los países no necesitan ya tanta población trabajadora. A partir de 1950 se inicia otro periodo de auge hacia Venezuela, país que está viviendo un «boom» económico por el petróleo. Aunque el origen del emigrante sigue siendo asturiano, gallego y canario, el varón que se va suele presentar un perfil con una mayor cualificación. La emigración a Latinoamérica finaliza en los años 60 con un cambio de destino más próximo, como es Europa.
b) La emigración a Europa fue escasa hasta mediados del siglo XX. Hasta esta fecha, el destino prioritario era Francia, con tareas domésticas, agrarias o de la construcción. El perfil suele ser hombre o mujer que procede del arco mediterráneo, especialmente. Es a partir de 1950-1960 cuando se vive un flujo migratorio muy importante. La finalización de la Segunda Guerra Mundial y el período de reconstrucción que se inicia en los países contendientes marcará una nueva fase en la emigración de españoles a Europa. La necesidad de mano de obra en países como Francia, Alemania o Suiza, junto con el excedente demográfico y las deficientes condiciones económicas y sociales reinantes en España, fueron los factores que impulsaron las nuevas oleadas de emigrantes hacia Europa. En esta emigración, las comunidades que más efectivos aportan son Andalucía y Galicia, siendo el perfil del emigrante un varón con escasa cualificación. A medida que Europa necesitó menos mano de obra, el flujo migratorio descendió, finalizándose prácticamente a mediados de los años 70 con el estallido de la crisis del petróleo.
Consecuencias de las migraciones exteriores (emigraciones hacia Ultramar y Europa)
Como antes hemos hecho con las interiores, también las emigraciones históricas tuvieron una serie de consecuencias que pueden agruparse en varios aspectos:
- Demográfico: se produjo fuertes desequilibrios territoriales con un envejecimiento de población considerable en aquellas regiones donde hubo un importante número de jóvenes que emigraron.
- Económico: con un importante descenso del desempleo, una significativa entrada de divisas que sirvió para reducir el alto déficit comercial y un fallido retorno de previsiones de inversiones (los ahorros de los emigrantes fueron invertidos mayormente en bienes de consumo o bienes inmuebles y no sirvieron para generar riqueza en España).
- Social: destacan los problemas de integración de los españoles en los destinos y los problemas que también tuvieron en su retorno a nuestro país para encontrar empleo, vivienda, etc.
c) Inmigración de extranjeros en España
España ha pasado a ser un país de inmigración. Se tienen datos de la inmigración de carácter legal, pero se desconoce la inmigración irregular o ilegal en su auténtica dimensión.
Durante los últimos treinta años, los extranjeros residentes legalmente en España han crecido muy rápidamente, ascendiendo aproximadamente a 5.000.000 de personas, aunque en la actualidad, debido a la profunda crisis económica, este número está descendiendo e incluso motiva que parte de los inmigrantes retornen a sus lugares de origen. También se está produciendo una nueva corriente emigratoria propiciada por jóvenes con cualificación ante la falta de perspectivas laborales.
El colectivo de extranjeros residentes en España admite una gran variedad de situaciones:
- Extranjeros nacionalizados. Tras varios años de residencia en nuestro país. Son españoles de pleno derecho.
- Inmigrantes legales. Inmigrantes que cuentan con permiso de residencia, debiendo justificar los medios para subsistir en España.
- Inmigrantes ilegales. Se define como inmigrante ilegal a todo extranjero que no tiene en regla su situación de residencia en España. Legalmente, no pueden trabajar, residir o recibir prestaciones sociales. El número de extranjeros en situación irregular es difícil de precisar.
La procedencia actual del inmigrante es muy diversa. Hasta 1996 fue mayoritariamente de países pertenecientes a la Unión Europea y del este del continente europeo. Desde entonces predominan los inmigrantes extracomunitarios procedentes de África (Marruecos…), Iberoamérica (Ecuador, Colombia…) y Asia (China…). El perfil de este inmigrante varía según su procedencia: el inmigrante comunitario suele ser un jubilado con niveles de vida medio-altos o bien adultos por negocios o trabajo cualificado. Por su parte, el inmigrante extracomunitario suele ser un joven que acude a nuestro país por motivos económicos de búsqueda de empleo o, a veces, también por razones políticas. Suelen realizar un trabajo de baja cualificación que, habitualmente, ha sido rechazado por la población española.
Los destinos principales de esta nueva inmigración suelen ser las comunidades más dinámicas en el sector agrario y de servicios, como Cataluña, Andalucía, Valencia, Madrid, Baleares y Canarias.
Todo lo concerniente a este flujo migratorio se encuentra regulado a través de la cambiante Ley de Extranjería.
Entre las consecuencias que está generando la inmigración actual hay que destacar el repunte de las tasas de natalidad en los últimos años, las contribuciones de estos nuevos trabajadores, necesarias para el estado del bienestar, y su aportación a trabajos que por la población autóctona serían difíciles de cubrir. Desde el punto de vista negativo, hay que destacar los problemas de integración y la marginalidad que genera la inmigración ilegal.
Crecimiento real de población (crecimiento natural y saldo migratorio)
- S. XIX…1900: Crecimiento real bajo, ya que el crecimiento vegetativo es bajo, con tasas de natalidad y mortalidad altas, y el saldo migratorio negativo debido a las migraciones hacia ultramar.
- 1900-1975: Crecimiento real alto: con un crecimiento natural alto frenado por el saldo migratorio negativo propiciado por las emigraciones hacia América y, sobre todo, hacia Europa Occidental.
- 1975-…: Crecimiento real bajo: con bajo crecimiento natural o vegetativo y un saldo migratorio positivo fruto de la inmigración.
Estructura o composición de la población
Demográficas: composición por sexo y edad
La diferencia entre sexos, la sex ratio, mide la relación entre hombres y mujeres. En España nacen más hombres que mujeres. Sin embargo, la esperanza de vida de la mujer es mayor que la del hombre; ello se debe a la mayor mortalidad de hombres, debido a la realización de tareas más duras, los malos hábitos sociales y la participación en conflictos bélicos.
La composición por edad es de gran interés por sus repercusiones demográficas, sociales, económicas, etc. De la edad de la población depende la fecundidad, equipamientos docentes y asistenciales, previsión de futuro, etc.
España presenta tendencia al envejecimiento (más del 17% de mayores) y reducción de la población joven. Este perfil anuncia un riesgo en los niveles de bienestar que cuenta la actual población española. Son necesarias reformas que incrementen la población joven y que aumenten la vida laboral. Las regiones con población más joven son Andalucía, Murcia y Canarias; las más envejecidas, Aragón, Castilla-León y La Rioja.
La composición de la estructura por sexo y edad se observa en las pirámides de población.
Económicas: profesión, actividad, paro
Por sectores económicos, el país ha sufrido un profundo cambio en el S. XX. Hay un más alto porcentaje de población dedicada al comercio y los servicios, menos a la industria y poco a la agricultura. La característica más sobresaliente ha sido la progresiva terciarización de la población activa, además de la mayor diversificación de la actividad productiva; importancia de nuevas actividades (informática, telecomunicaciones…); aumento de actividades relacionadas con servicios personales y con empresas, etc.
La economía de un país depende en gran medida de los porcentajes de ocupación laboral y desempleo de su población. Esta información se recoge hoy en la Encuesta de Población Activa (EPA).
Así, la población activa es aquella que cuenta con más de 16 años y no se encuentra jubilada, que está ejerciendo una tarea laboral o no la cuenta pero sí la está buscando. A la población que se encuentra fuera de lo anteriormente definido (jubilados, estudiantes, amas de casa…) se le denomina población inactiva.
La población activa ha ido aumentando desde 1900, aunque a partir de 1950, con el aumento de la tasa de dependencia (jubilaciones y estudios obligatorios) y el fuerte flujo emigratorio, descendió notablemente. Sin embargo, a partir de 1980 aumentó considerablemente debido al retorno emigratorio, el acceso al mercado laboral de la generación procedente del baby boom y de la mujer.
Los problemas demográficos
Entre los problemas de población más importantes, sin lugar a dudas, destaca la falta de relevo generacional. Las tasas de natalidad, como hemos visto, cada vez son más bajas. A eso hay que unirle que el envejecimiento de población cada vez es mayor debido a la mejora en las condiciones de vida. El Estado del Bienestar está corriendo un serio peligro.