Composición y Estructura de la Tierra
La Tierra está dividida en tres capas principales: el núcleo, el manto y la corteza.
Corteza
Capa rocosa delgada y sólida. Hay dos tipos:
- Corteza continental: Grosor entre 30 y 70 km. Forma las masas continentales y está compuesta por granito. Su superficie aparece cubierta de rocas sedimentarias y sedimentos.
- Corteza oceánica: Grosor de 10 km. Forma los fondos de los océanos y está compuesta por basalto y gabro.
Manto
Capa rocosa situada bajo la corteza y que llega hasta la superficie del núcleo, a 2900 km de profundidad. Está compuesto por peridotita, cuyo principal mineral componente es el olivino. Tiene dos partes:
- Manto superior: Comprende desde la base de la corteza hasta los 670 km de profundidad.
- Manto inferior: Abarca desde los 670 km hasta la superficie del núcleo.
Núcleo
Composición metálica, similar a la de los sideritos. Tiene dos partes:
- Núcleo externo: Comprende desde los 2900 km hasta los 5150 km y se encuentra en estado líquido.
- Núcleo interno: Esfera de 1220 km de radio y se encuentra en estado sólido.
Las Discontinuidades Sísmicas y la Litosfera
Las ondas sísmicas que se producen en un terremoto recorren el interior de la Tierra y se reciben en los sismógrafos de todo el mundo. Las que pasan de una capa a otra cambian su velocidad, su trayectoria y parte de la onda se refleja. Reciben el nombre de discontinuidades sísmicas.
- Discontinuidad de Mohorovičić (1er orden): Entre la corteza y el manto. Entre 30 y 70 km de profundidad.
- Discontinuidad de Repetti (2º orden): Separa el manto superior del inferior. Se localiza a 670 km.
- Discontinuidad de Gutenberg (1er orden): Separa el manto del núcleo externo. Está a 2900 km de profundidad.
- Discontinuidad de Lehmann (2º orden): Separa el núcleo externo del interno. Se encuentra a 5150 km de profundidad.
La Litosfera
Es la parte más externa del manto superior firmemente unida a la corteza, formando un conjunto rígido. Hay dos clases:
- Litosfera continental: Formada por corteza continental y parte del manto superior. Espesor de casi 300 km bajo las cadenas montañosas, en las zonas llanas de unos 100 km.
- Litosfera oceánica: Constituida por corteza oceánica y parte del manto superior. Grosor inferior a 100 km en las zonas antiguas del océano, y menos de 20 km en las zonas más jóvenes de los océanos. La litosfera, al ser arrastrada por los movimientos del manto sublitosférico, se fragmenta en grandes bloques, llamados placas litosféricas.
El Origen de los Relieves: Fijismo y Movilismo
Fijismo
Teoría que postula que los continentes han permanecido fijos siempre en las mismas posiciones que ocupan ahora. Las principales teorías fijistas son:
- Catastrofismo: Dice que la Tierra ha pasado por varios periodos de fuertes cambios o cataclismos, uno de los cuales sería el diluvio universal.
- Contraccionismo: Dice que la Tierra, al ir enfriándose, se ha ido contrayendo. Las cordilleras serían las arrugas que tal contracción ha causado en la corteza terrestre.
Movilismo
Las teorías movilistas dicen que los continentes no siempre han estado en sus posiciones actuales.
- Teoría de la deriva continental: Es la primera teoría movilista importante. Su autor fue Alfred Wegener. El principal problema de la teoría de la deriva continental de Wegener era que no sabía explicar la causa del desplazamiento de los continentes ni la procedencia de la enorme cantidad de energía necesaria para mover las masas continentales.
El Desarrollo del Movilismo
Durante la Segunda Guerra Mundial se desarrolló la tecnología del SONAR, que permitió elaborar mapas detallados de los fondos oceánicos. El aspecto de este era distinto a como se suponía: no era una llanura tapizada por una gruesa capa de sedimentos acumulados, sino que tenía relieves y profundas grietas, estaba recorrido por una cordillera de más de 2000 m de altitud y miles de km de longitud, y las zonas llanas tenían pocos sedimentos. Aquella imagen hizo que el fijismo resultara insostenible. En 1950 se desarrollaron campañas para tomar muestras de los fondos oceánicos. El análisis de estas muestras puso de manifiesto que en los fondos oceánicos no se encontraba ninguna roca de más de 185 millones de años. Los argumentos aportados por Wegener empezaron a tomar protagonismo. Su propuesta de que los continentes actuales eran la fragmentación de Pangea ya no resultaba tan inaceptable. Entre 1945 y 1960 la abundante información recopilada hizo que las teorías fijistas quedaran desacreditadas y se empezara a aceptar la movilidad de los continentes. En 1929 el geofísico Arthur Holmes dedujo que el manto presentaba corrientes de convección. Aquello apoyaba al movilismo.