Contaminación Ambiental en España
Contaminación Atmosférica
La contaminación atmosférica se genera por la emisión a la atmósfera de gases nocivos constituidos por carbono, azufre, nitrógeno, flúor y oxígeno, junto con aerosoles y partículas en suspensión de composición muy variada. Algunos de estos gases afectan a la capa de ozono y producen el efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global del planeta. En España, la mayor parte de estos gases nocivos proceden de los sistemas de producción energéticos e industriales. También, gran parte de la contaminación se debe a los ciudadanos, con las emisiones generadas por el coche y la calefacción. España está muy lejos de cumplir los compromisos del Protocolo de Kioto relativos a la reducción de gases de efecto invernadero.
Contaminación del Agua
La contaminación del agua se produce cuando se incorporan al ciclo del agua elementos inorgánicos y orgánicos perjudiciales para la vida. En España, las principales acciones que deterioran la calidad del agua son los vertidos urbanos e industriales, así como la filtración de los fertilizantes y pesticidas procedentes de la agricultura intensiva. La calidad de las aguas superficiales ha mejorado en los últimos años debido a los planes de saneamiento y depuración. Las aguas marinas tienen una calidad alta en gran parte de las zonas costeras; sin embargo, los vertidos incontrolados en los sectores del litoral más ocupados suponen un serio problema.
Contaminación del Suelo
Los suelos pueden contaminarse por el vertido de productos químicos orgánicos e inorgánicos, desechos mineros, vertidos y residuos domésticos, o desperdicios ganaderos. En España, las áreas más contaminadas se localizan en los entornos de explotaciones mineras abandonadas, así como en algunas zonas de agricultura intensiva.
Residuos Sólidos
La generación de desechos sólidos es una de las características más negativas del actual modelo de desarrollo económico. En España, se ha producido un aumento espectacular de residuos urbanos, ya que se ha incrementado más de un 80% desde 1990. La producción media actualmente es de 1,4 kg/día por habitante. Las cifras sobre la vida media de los desechos, si no son biodegradables, resultan alarmantes. Actualmente, en España se están separando gran parte de los residuos sólidos y se reciclan.
Desertificación en España
Causas y Efectos de la Desertificación en el Mundo
Las causas que inciden en la desertificación son múltiples y, cuando se combinan sobre un mismo territorio, sus efectos adversos se incrementan. Entre las causas de origen antrópico destacan:
- La deforestación
- Los incendios forestales provocados
- La degradación del suelo por malas prácticas agrícolas o sobrepastoreo
- La artificialización del suelo producida por explotaciones mineras, grandes infraestructuras o crecimientos residenciales
Si estas acciones se combinan con algunos procesos naturales, el riesgo de desertificación es aún mayor. Los efectos de la desertificación se manifiestan de forma combinada. La contaminación de los suelos o el agua y la erosión generan el deterioro y la pérdida de recursos edáficos, hídricos y biológicos de una zona. Los procesos de desertificación afectan actualmente a más de un tercio de la superficie terrestre continental. Por ello, algunos organismos internacionales, en colaboración con los países implicados, están desarrollando actualmente programas de lucha contra la desertificación.
La Desertificación en España
Cerca del 18% del territorio español corre un riesgo elevado de padecer desertificación. Es la consecuencia de una excesiva presión humana sobre regiones frágiles. En España, la erosión del suelo tiene una notable incidencia en los procesos de desertificación. Una de las principales causas se debe a la degradación de la vegetación. También influyen factores naturales, pero en la mayoría de los casos el desencadenante de la erosión suele tener un origen antrópico. España ha publicado recientemente el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, que pretende determinar los factores que contribuyen a este problema ambiental y establecer las medidas prácticas para luchar contra él.
Los Incendios Forestales
Los incendios forestales son una de las causas que aceleran el proceso de desertificación. Provocan grandes daños a los ecosistemas, al tiempo que generan importantes pérdidas económicas y ponen en peligro la vida de las personas. Desde la década de los años setenta del siglo pasado, el número de incendios ha ido aumentando. La superficie quemada se ha ido reduciendo ligeramente durante ese periodo. Por lo que respecta al origen de los incendios, es antrópico en más del 60% de los casos y de origen natural en menos del 10%; el resto es de origen desconocido. El riesgo de incendio se incrementa por los periodos de sequía, el abandono de áreas rurales o la introducción de especies inadecuadas en los procesos de repoblación forestal. No solo es necesario invertir en los medios de extinción humanos y materiales y en los sistemas de vigilancia y control, sino también en la prevención y la sensibilización.