El Clima en España: Invierno, Verano, Otoño, Primavera y Clima Urbano

El Clima en España

Tiempo de Invierno

El invierno se caracteriza por ser seco y frío, con cielos despejados debido a la influencia de los anticiclones. El anticiclón de las Azores, aunque retirado al sur, da paso a la formación de un anticiclón estacional en la Meseta, responsable de temperaturas muy bajas, por debajo de 0ºC, que producen heladas y nieblas matinales. La península también puede verse afectada por otros anticiclones, como el de Centro Europa o el siberiano.

El aire frío se concentra en las capas bajas, dando lugar a inversiones térmicas en llanos y valles. Los ríos suelen generar nieblas que se disipan a lo largo del día. Si el frío es intenso, se producen fuertes heladas y aparece la escarcha.

Mientras tanto, en la costa septentrional, las borrascas asociadas al Frente Polar y a la Depresión de Islandia provocan lluvias, que se limitan a la cornisa cantábrica debido al relieve peninsular. En el resto de las costas, el mar actúa como termorregulador, con temperaturas más suaves y escasas nieblas.

En las grandes ciudades, la situación anticiclónica provoca que los agentes contaminantes queden en suspensión, produciendo contaminación. Las olas de frío, que suelen durar unos 3 días, se producen con alta presión en Europa central o Escandinavia y baja presión en el Mediterráneo. Esto genera una corriente de aire frío y seco del noreste, con cielos despejados y fuertes heladas, afectando a toda la península excepto la costa andaluza, protegida por el sistema montañoso Penibético.

Tiempo de Verano

El verano se caracteriza por ser seco y caluroso. El anticiclón de las Azores influye en la península, llegando incluso a la cornisa cantábrica. Esta estabilidad se interrumpe por la formación de bajas presiones térmicas, que producen lluvias convectivas y tormentas de verano debido al recalentamiento de la atmósfera. En ocasiones, se producen olas de calor por la llegada de aire continental africano.

Tiempo de Otoño y Primavera

El otoño y la primavera presentan un tiempo variable, alternando días lluviosos y despejados. Las borrascas del Frente Polar, que avanzan desde el Atlántico, producen precipitaciones que pueden afectar más a unas regiones que a otras. Salvo la costa cantábrica, la mayor cantidad de lluvias se concentra en estas estaciones. En otoño, puede producirse la gota fría, un fenómeno que surge con baja presión en el Mediterráneo (debido al recalentamiento del verano) y el desprendimiento de aire frío del Jet Stream en altura. Las precipitaciones de la gota fría son violentas e intensas, pudiendo causar desbordamientos de ríos, inundaciones y pérdidas humanas.

El Clima Urbano: La Isla de Calor

El clima urbano, a diferencia de otros, es un microclima creado por la actividad humana en las grandes ciudades: contaminación, rascacielos, tráfico, calefacciones, etc. Sus repercusiones afectan a la mayoría de los habitantes. Desde sus orígenes, la ciudad ha tenido un clima diferenciado del entorno rural, pero es a partir de la industrialización cuando los contrastes se acentúan en niebla, humedad, vientos, precipitaciones y temperaturas.

  • Niebla: La niebla urbana no solo reduce la visibilidad, sino que contiene contaminantes como humo, aerosoles y gases. El smog (humo y niebla) es frecuente en invierno, con viento en calma y bajo la influencia de anticiclones. Puede ser peligroso para personas con problemas respiratorios.
  • Humedad: No hay estudios concluyentes sobre la humedad relativa en la ciudad y su entorno. Las variaciones se deben a la ausencia de grandes masas de agua y vegetación, a pesar del vapor de las calefacciones y el tráfico.
  • Viento: La velocidad del viento es menor en la ciudad (10-20%) que en el campo debido a la fricción con los edificios.
  • Precipitaciones: Las precipitaciones urbanas son mayores (5-10%, hasta el 30%) que en el entorno debido a las corrientes convectivas de la isla de calor, la presencia de núcleos de condensación y el vapor de agua de calefacciones e industrias. Las ciudades reciben más precipitaciones, tienen más días de lluvia y tormentas de verano (con granizo), pero menos nieve.
  • Temperatura: La temperatura anual de la ciudad es mayor (1-3ºC) que en la periferia, pero las diferencias son más notables por la noche (4-6ºC, hasta 11ºC). La isla de calor se desarrolla con tiempo anticiclónico y viento en calma. La lluvia y el viento disipan este efecto. El relieve y los ríos rompen la continuidad de la isla de calor, mientras que los edificios aumentan las temperaturas. El máximo térmico se da en el núcleo más denso de la ciudad.

El interior de ciudades como Madrid tiene un microclima particular debido a la barrera que forman sus edificios. Al llover, el agua desaparece rápidamente por los sumideros, reduciendo la evaporación y el enfriamiento del ambiente. La isla de calor alcanza su máximo desarrollo con tiempo anticiclónico y viento en calma.

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