La Industrialización en España: Un Recorrido Histórico y su Impacto

El Proceso de Industrialización en España

El Relativo Fracaso de la Primera Revolución Industrial

El comienzo de la industrialización española fue tardío. Solo en la segunda mitad del siglo XIX, algunas regiones costeras se incorporaron a ese proceso asociado al crecimiento urbano. Los factores limitantes del desarrollo industrial fueron varios:

  • Baja densidad demográfica y escasa renta de la mayor parte de la población.
  • Escaso interés de los propietarios agrícolas o la burguesía financiera en invertir en nuevas actividades.
  • Largos períodos conflictivos, como la Guerra de la Independencia.
  • Inversión extranjera concentrada en la minería, para extraer y exportar los recursos naturales.

El inicio de la industrialización en las décadas finales del siglo XIX exigió la superación de esos obstáculos:

  • El aumento de la producción agraria, por las mejoras técnicas y las desamortizaciones, permitió elevar la renta y la capacidad de compra de una población en aumento.
  • La construcción de ferrocarriles.
  • Algunas grandes empresas de los países más industrializados comenzaron a instalar fábricas en España para asegurarse el control de un mercado emergente.

Las industrias más dinámicas de este período fueron la siderometalúrgica y la textil, pero la agroindustria tradicional también mantuvo su importancia:

  • Tras algunos intentos en el siglo XVIII para construir fundiciones que utilizaban carbón vegetal como combustible, las grandes siderurgias se basaron en el aprovechamiento del carbón y el mineral de hierro de la Cordillera Cantábrica.
  • La industria textil lanera y algodonera, basada en el uso de telares mecánicos, se concentró en Cataluña.
  • La industria de transformación de productos agrarios tuvo una gran importancia, y estaba localizada inicialmente en las regiones productoras de las materias primas, en especial Andalucía.

Respecto al mapa industrial, al comenzar el siglo XX, la región industrial más importante del país era Cataluña. En cambio, las regiones del interior peninsular y las islas quedaron al margen del proceso industrializador, y mantuvieron una economía agraria.

La Transformación de España en País Industrializado

En el siglo XX, España se incorporó a la Segunda Revolución Industrial, asociada al modelo de producción en serie o fordista. En cuanto a la evolución, la Primera Guerra Mundial supuso un primer impulso a la industria nacional, al frenarse la importación de numerosos productos y ser sustituidos por los fabricados en España. Al estallar la Guerra Civil, la industria daba ya empleo al 30% de la población ocupada. Las destrucciones de la guerra y el aislamiento de la posguerra empeoraron la situación. El Plan de Estabilización abrió la economía española al exterior, favoreciendo la inversión extranjera y manteniendo cierta protección para los productos españoles dentro del mercado nacional. A partir de dicho plan, la estructura industrial se caracterizaba por la presencia de diferentes tipos de empresa:

  • Una fuerte presencia de empresas públicas – propiedad del Instituto Nacional de Industria (INI) – en sectores básicos como la minería o la producción de energía.
  • Un creciente número de empresas multinacionales.
  • Una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas.

España, País Industrializado: Tendencias Recientes

España se puede considerar como una potencia industrial. Un 18% del PIB español se genera en la industria, para sumar un total de un 28% en el sector secundario de la economía. No obstante, su importancia relativa disminuye desde hace tres décadas ante el fuerte crecimiento de los servicios. En los últimos 30 años, el empleo industrial se ha reducido. Los factores explicativos de esa disminución del empleo industrial son varios:

  • Para poder competir en mercados cada vez más abiertos, las empresas han debido realizar un considerable esfuerzo en innovación tecnológica, con una creciente mecanización y automatización del trabajo.
  • En los últimos años ha aumentado la deslocalización de empresas antes instaladas en nuestro país, que ahora trasladan toda o parte de su producción hacia países que tienen salarios más bajos, menores impuestos.
  • La competencia de los nuevos países industriales provoca un aumento de la importación de manufacturas, que sustituyen a los productos fabricados en España.

Importancia Económica y Geográfica de la Actividad Industrial

Los países avanzados han contado con una sólida base industrial. En España, la importancia económica de la industria es mayor que la que reflejan sus cifras de empleo:

  • La productividad del trabajo en la industria es mayor que en las restantes actividades, y crece con rapidez por la incorporación de nuevas tecnologías y la mejor organización de las empresas.
  • Muchas empresas de servicios dependen de la industria, que es su principal cliente.
  • La industria es el sector que más invierte en investigación y desarrollo tecnológico, actividad fundamental para modernizar la economía de cualquier país o región.

Pero la industria también es una actividad con fuerte impacto geográfico:

  • Es una gran consumidora de energía y de todo tipo de recursos naturales, que si no se gestionan de forma adecuada pueden provocar graves daños ambientales.
  • Los territorios industrializados son los más dinámicos, aumentando en ellos la población y el nivel de renta por encima del resto.

El Proceso de Industrialización: Fases

La industrialización ha sido un factor clave en la evolución contemporánea de numerosas sociedades, entre ellas la española. Se distinguen varias fases; cada fase comenzó por un cambio radical en las fuentes de energía disponibles, la tecnología predominante y la organización de las empresas. En el transcurso de los dos últimos siglos suelen identificarse tres revoluciones industriales:

  • La Primera Revolución Industrial: Iniciada a finales del siglo XVIII, tuvo al carbón como la fuente de energía básica y a la máquina de vapor, el ferrocarril y el telégrafo como principales representantes. Las industrias más dinámicas fueron la textil, la siderúrgica y la de material ferroviario.
  • La Segunda Revolución Industrial: Se inició en el siglo XX y tuvo a los hidrocarburos y la electricidad como nueva base energética, así como al automóvil y, más tarde, el avión como muestra de la revolución del transporte. Las industrias más dinámicas fueron las del material de transporte, materiales eléctricos y química.
  • La Tercera Revolución Industrial: Empezó hace más de dos décadas, asociada a las tecnologías de la información y la comunicación, y al desarrollo de las redes digitales, además de la biotecnología o la fabricación de nuevos materiales sintéticos.

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