El Turismo en España
La Demanda Turística
b) La demanda nacional procede en su mayoría de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. El turismo nacional se reparte mejor a lo largo del año, dado que también se desplaza en Semana Santa, los fines de semana y puentes. También presenta menor concentración espacial en verano, pues, aunque prefiere las playas del litoral mediterráneo, elige más las de Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, y acude también a las costas del norte peninsular, a los pueblos del interior y a las zonas de montaña. En general, viaja sin reserva o contrata directamente los servicios turísticos, y se aloja más en establecimientos extrahoteleros, como viviendas de familiares y amigos, segundas residencias o apartamentos.
c) La excesiva estacionalidad de la demanda es uno de los principales problemas del turismo español. La demanda principal coincide con las vacaciones de verano, salvo en las de esquí, y en Canarias, donde no existe realmente temporada baja.
La concentración de la demanda en unos pocos meses provoca un exceso de utilización estacional de las infraestructuras, con la consiguiente saturación, pérdida de calidad y problemas medioambientales. En cambio, su escaso uso durante el resto del año dificulta la amortización del capital invertido en las actividades turísticas.
Sin embargo, en los últimos años se puede apreciar una cierta suavización de la estacionalidad. Los motivos son:
- Una creciente tendencia a repartir más las vacaciones a lo largo del año.
- El desarrollo del turismo interno de invierno, fines de semana y puentes.
- El desarrollo del turismo social o de la tercera edad.
Los Tipos de Turismo
Siguen estando encabezados por el de sol y playa, aunque desde la década de 1990 cobran importancia creciente otras modalidades, que aprovechan la diversidad de recursos turísticos de España.
Las causas de este hecho son:
- La exigencia de diversidad de la clientela.
- La demanda de espacios menos saturados.
- El incremento del turismo nacional a lo largo del año.
- La promoción del turismo como estrategia para el desarrollo de áreas desfavorecidas, como las rurales y de montaña.
a) El turismo de borde de agua tiene como modalidad mayoritaria el turismo costero de sol y playa, aunque existen otras ligadas a ríos, lagos y embalses. En estas zonas pueden practicarse actividades variadas: deportes náuticos, como la natación, el remo, la vela, el surf o la motonáutica; la pesca; descenso fluviales en canoa, etc.
Además, está cobrando un auge creciente el turismo termal o de balneario, en zonas con aguas termales o manantiales de aguas mineromedicinales, que combinan la cura medicinal con el descanso en lugares apacibles.
Esta modalidad, que tuvo gran éxito en el siglo XIX y a principios del XX entre clases adineradas europeas, decayó luego y ha resurgido en la actualidad entre viajeros de todas las edades.
b) El turismo de montaña es, principalmente, un turismo de nieve ligado al deporte del esquí. Pero la montaña, por sus valores paisajísticos y sus características, se presta también a la práctica de otras actividades: excursionismo, senderismo, alpinismo, barranquismo, deportes de aventura…
c) El turismo ecológico o ecoturismo se centra en la visita a espacios naturales protegidos, como parques nacionales o naturales. En ellos se combina la protección medioambiental con el uso recreativo y turístico sujeto a las reglamentaciones establecidas.
d) El turismo rural incluye el alojamiento y la estancia en el mundo rural. En él, además de disfrutar del descanso, la tranquilidad y la calidad medioambiental, pueden practicarse numerosas actividades: contacto con las labores agrarias tradicionales, visita a agromuseos, compra de productos alimenticios y artesanales tradicionales, etc.
e) El turismo urbano es principalmente un turismo cultural dirigido a las ciudades con patrimonio histórico, artístico y cultural, o declaradas Patrimonio de la Humanidad. En ellas pueden realizarse recorridos urbanos por los centros históricos, y visitas a monumentos, museos y exposiciones culturales, como las Edades del Hombre, celebradas en diversas ciudades castellano-leonesas.
Las Áreas Turísticas
Los espacios turísticos incluyen áreas y puntos turísticos. Las áreas turísticas son espacios amplios que cuentan con una elevada densidad de turistas, extranjeros o nacionales. Los puntos turísticos son focos turísticos aislados, ligados a atractivos concretos, como las estaciones de esquí, los centros de turismo rural y las ciudades históricas del interior peninsular.
Las Áreas Turísticas de Alta Densidad
a) Las áreas turísticas de sol y playa son las Islas Baleares y Canarias y la costa mediterránea peninsular. Todas ellas reciben una importante afluencia turística basada en sus favorables características climáticas y en sus excelentes playas. No obstante, presentan diferencias notables en tres aspectos:
- La accesibilidad ha favorecido el temprano desarrollo turístico de las zonas más accesibles a la clientela europea por carretera o por vía aérea, como Cataluña. En cambio, ha retrasado la ocupación de las áreas menos accesibles, como las zonas litorales alejadas de la autovía del Mediterráneo.
- El modelo de ocupación del espacio diferencia las zonas en las que los alojamientos e instalaciones turísticas se integran en los núcleos de población preexistentes, modificándolos o configurando ensanches y las zonas turísticas nuevas.
- El tipo de alojamiento distingue zonas con predominio de establecimientos hoteleros o extrahoteleros; con modelos extensivos de baja densidad o intensivos en altura; con categoría alta o media-baja; con clientela nacional o extranjera, etc.
b) Madrid, la capital administrativa y financiera de la nación, apenas presenta estacionalidad turística, y alberga una importante oferta hotelera destinada al turismo cultural y a un creciente turismo de negocios en torno a ferias, exposiciones, congresos y convenciones.
Las Áreas Turísticas de Media y Baja Densidad y los Puntos Turísticos
Las áreas turísticas con densidades medias y bajas y los puntos turísticos están relacionados con la difusión del turismo de sol y playa hacia espacios litorales o prelitorales próximos y con el crecimiento de otras modalidades turísticas diferentes de la de sol y playa.
a) Ciertos tramos del litoral y prelitoral mediterráneo y suratlántico se han incorporado al turismo de sol y playa como resultado de la reestructuración de los espacios litorales y de la demanda de espacios menos saturados.
b) El litoral gallego y cantábrico ofrece áreas costeras e interiores no masificadas y destacados paisajes rurales y naturales.
c) Los puntos turísticos más destacados son las estaciones de esquí, los centros de turismo rural y las ciudades históricas y artísticas. En estas últimas predominan las estancias cortas de fines de semana y puentes y las visitas dentro de viajes de ocio.