Las Migraciones Interiores en España

Las Migraciones Interiores en España

1. Introducción

Las migraciones son los movimientos de población en el espacio. Hay que distinguir entre emigración, o salida de población desde su lugar de origen, e inmigración, o llegada de población a un lugar de destino.

El saldo migratorio es el balance entre la inmigración y la emigración (SM=I-E). Si el balance es positivo indica inmigración, y si es negativo, emigración.

2. Las Migraciones Interiores

Son los movimientos de población dentro de las fronteras del país. Podemos diferenciar entre las tradicionales y las actuales.

2.1. Las Migraciones Interiores Tradicionales

Este tipo de migraciones se desarrolló entre el último tercio del siglo XIX y la crisis económica de 1975. Se caracterizaron por:

  • La motivación de la migración fue principalmente laboral.
  • Los flujos fueron unidireccionales entre áreas emigratorias e inmigratorias. Los emigrantes procedían mayoritariamente del campo y se dirigían a las grandes ciudades industrializadas o de servicios, localizadas casi siempre en otras provincias o regiones.
  • El perfil característico de los emigrantes fue el de personas jóvenes, con bajo nivel de cualificación.
2.1.1 Tipos de Migraciones Interiores Tradicionales

a) Las migraciones estacionales y temporales tuvieron su auge entre el último tercio del siglo XIX y la década de 1960. Podían ser desplazamientos estacionales a otras áreas para realizar labores agrarias como la vendimia, o desplazamientos temporales a la ciudad en épocas que el campo no daba trabajo, para realizar tareas como la construcción.

b) El éxodo rural: tuvo lugar entre 1900 y 1975. Es una migración entre áreas rurales y urbanas con carácter definitivo. Los emigrantes procedían de zonas menos desarrolladas como Andalucía y Galicia hacia otras más desarrolladas como Madrid y la periferia industrial. Dentro del éxodo rural pueden distinguirse cuatro etapas:

  • El primer tercio del siglo XX, motivado por el exceso de mano de obra en el campo. El éxodo se vio favorecido por la oferta de trabajo en las zonas industriales y por el auge de las obras públicas en la dictadura de Primo de Rivera.
  • Durante la Guerra Civil y la posguerra, el éxodo rural se estancó. Las ciudades sufrieron problemas de abastecimiento, la oferta de trabajo en la industria se redujo y el franquismo fomentó la permanencia en el campo.
  • Entre 1950 y 1975, el éxodo rural alcanzó su máximo. Las causas fueron el crecimiento demográfico, la crisis de la agricultura tradicional, el auge de la industria y el boom del turismo en el Mediterráneo. Las zonas migratorias fueron dos ejes: el Mediterráneo y el del Ebro, además de Madrid.
  • Tras la crisis de 1975, el éxodo rural se redujo, y se empieza a producir un freno en las salidas y se empiezan a producir retornos de las ciudades al campo, ya que éste es un medio más barato para subsistir con el seguro de desempleo.
  • Actualmente, los mayores saldos migratorios se dan en Baleares, Canarias y en el Mediterráneo, gracias al turismo, a la agricultura y a la pequeña industria.
2.1.2 Consecuencias de las Migraciones Interiores Tradicionales

Las migraciones tradicionales, especialmente el éxodo rural, han tenido numerosas repercusiones:

  • En el plano demográfico son las responsables de los desequilibrios en la distribución de la población: vaciamiento del interior y grandes densidades en la periferia.
  • En el plano económico en las áreas rurales las migraciones permitieron aumentar los recursos de la población; pero, con el tiempo, al marchar la gente más joven y capacitada, descendieron la productividad y el rendimiento. En las ciudades, la inmigración masiva provocó problemas de suelo, vivienda, equipamientos y servicios.
  • En el plano social, se produjeron problemas de asimilación, al pasar los emigrantes a una gran sociedad urbana y competitiva.
  • En el aspecto medioambiental se deterioraron ecosistemas tradicionales, sobre todo de montaña.

2.2 Las Migraciones Interiores Actuales

Desde la crisis de 1975 se inició un nuevo sistema migratorio de características muy distintas.

  • Las motivaciones son más variadas, ya que son laborales, residenciales o de retorno al lugar de procedencia.
  • Los flujos son pluridireccionales, con mayor diversidad de las áreas de origen y destino. Los emigrantes ya no proceden mayoritariamente del medio rural, sino que lo hacen de municipios urbanos, y se dirigen sobre todo a municipios más pequeños de su propia provincia o comunidad autónoma.
  • El perfil de los emigrantes es también diverso: jóvenes, mayores, no cualificados y cualificados.
2.2.1 Tipos de Migraciones Interiores Actuales

En la actualidad existen diversos tipos de migraciones interiores por diferentes motivos y que se entrecruzan en el espacio:

a) Las migraciones laborales: Responden a motivaciones de trabajo y están protagonizadas por adultos jóvenes de entre 20 y 39 años. Proceden de antiguas áreas emigratorias, ciudades industrializadas en declive y núcleos urbanos. Se dirigen a los centros de mayor dinamismo económico situados en otras regiones y, sobre todo, en su propia región o provincia.

  • Las migraciones hacia provincias de otras regiones, que se han ralentizado y originan diferentes saldos migratorios:
    • Tienen saldos positivos en las principales áreas inmigratorias del Mediterráneo (excepto Barcelona) y del valle del Ebro (excepto Zaragoza).
    • Tienen saldos alternativamente positivos y negativos muchas antiguas provincias emigratorias, que protagonizan desde 1975 migraciones de carácter estacional o plurianual, muy ligadas a la coyuntura económica y a la actual flexibilidad del mercado laboral. En las coyunturas económicas expansivas de la segunda mitad de las décadas de 1980 y de 1990 enviaron emigrantes a las áreas más dinámicas para trabajar en actividades como el turismo o la construcción, adoptando saldos migratorios negativos. En las coyunturas recesivas de la primera mitad de las décadas de 1980 y de 1990 o cuando se agotaron los contratos temporales, recuperan a los emigrantes, adoptando saldos positivos.
    • Tienen saldos negativos algunas provincias tradicionalmente inmigratorias como Madrid, Barcelona, Vizcaya o Guipúzcoa, así como las tradicionales emigratorias como Ávila, Zamora, Burgos, Ciudad Real, Teruel o Asturias.
  • Las migraciones intrarregionales e intraprovinciales han crecido ya que el desarrollo de las competencias autonómicas ha generado empleo en la propia región en relación con las necesidades de la administración autonómica.
    • Las políticas de desarrollo regional y rural han favorecido la creación de centros de actividad provinciales y locales aprovechando los recursos endógenos.
  • Las migraciones intramunicipales han cambiado, puesto que los grandes municipios urbanos y las capitales provinciales tienen ahora saldo negativo por la difusión de población y actividades hacia municipios urbanos medianos y pequeños, e incluso hacia municipios rurales, que muestran saldo positivo.
  • El creciente papel de los extranjeros en las migraciones interiores, especialmente de los extracomunitarios, más predispuestos a desplazarse en busca de mejoras laborales y con menores ataduras familiares.

b) Las migraciones residenciales que responden a motivaciones residenciales. Están protagonizadas por jóvenes y clases medias que buscan viviendas baratas y calidad medioambiental.

c) Las migraciones de retorno, que suponen la vuelta de población a las áreas emigratorias, y responden a dos modalidades:

  • Entre 1975 y 1990 afectaron principalmente a personas mayores de 55 años, jubiladas o prejubiladas. Desde entonces, afectan más a los jóvenes protagonistas de las migraciones tipo «golondrina».
  • Existe una corriente neorrural minoritaria, integrada por personas que abandonan la ciudad y se trasladan a zonas rurales.

d) Los movimientos habituales son desplazamientos periódicos por motivos de trabajo o de ocio, ya que:

  • El trabajo ocasiona movimientos pendulares entre el lugar de residencia y el de trabajo.
  • El ocio provoca movimientos de fin de semana y turismo relacionados con la mejora general del nivel de vida.
2.2.2 Consecuencias de las Migraciones Interiores Actuales
  • Las migraciones laborales acrecientan los desequilibrios demográficos y económicos entre las regiones.
  • Las migraciones residenciales intraurbanas causan el sobreenvejecimiento de las áreas urbanas.
  • Las migraciones de retorno de emigrantes provocan el sobreenvejecimiento en las zonas receptoras de jubilados y la creación de negocios o de actividades nuevas por los más jóvenes.
  • Los movimientos pendulares relacionados con el trabajo ocasionan problemas de circulación en los accesos a las grandes ciudades en las horas punta y los relacionados con el ocio.

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