Formaciones Vegetales en España: Guía Completa

Formaciones Vegetales en España

Región Atlántica

Bosque Caducifolio

El bosque caducifolio ocupa un espacio muy reducido y ha sido modificado por la intervención humana desde épocas muy antiguas. En condiciones óptimas, se define por ser un bosque denso y umbrófilo, con árboles de tronco recto y gran altura, que compiten entre ellos por ocupar los estratos superiores y alcanzar la luz. Por esa misma razón, los estratos inferiores o sotobosque (arbustos y matorrales) son pobres. En el estrato herbáceo crecen helechos y hierbas tempranas.

Formaciones Primarias

El Roble

El roble exige humedad y temperaturas templadas, por lo que se encuentra en su óptimo ecológico en condiciones climáticas de esta región, donde ocupa las zonas más bajas, ya que tolera mal el frío. La especie más emblemática es el roble denominado carvallo, árbol silicícola que necesita humedad y temperaturas suaves, por lo que no suele aparecer en altitudes superiores a 500-600 m. Se conserva en espacios reducidos sin llegar a formar grandes bosques debido a su tala abusiva y a la competencia del espacio que ocupaba para otros usos agrícolas y ganaderos. Por encima de los 500-600 m aparece el roble albar, más resistente al frío y a la sequía, y menos exigente en humedad. Se asienta sobre suelos calizos.

El Haya

El haya es un árbol atlántico muy exigente en humedad y que no tolera la aridez. Su resistencia al frío permite que se extienda como un árbol de montaña (800-1500 m). Crece sobre cualquier tipo de suelos, preferiblemente calizos, y forma bosques densos, aunque haya sido talado y explotado abusivamente.

Se desarrolla a lo largo de la Cordillera Cantábrica y el Pirineo. También aparece como árbol de montaña en latitudes más bajas (hayedos de Montejo y Tejera Negra).

Formaciones Secundarias

Castaño

El castaño es una especie importada del oriente europeo. Se desarrolla en suelos silíceos y en ambientes húmedos y templados, aunque también aparece en algunos ámbitos del Mediterráneo.

Es un árbol muy apreciado por su madera y su fruto, la castaña, que se empleaba como complemento alimenticio.

El Pino

El pino es una especie de repoblación y alcanza una amplia difusión por todo el territorio español. Son capaces de adaptarse a las distintas condiciones climáticas y tipos de suelos de España. Las especies más importantes son el pino resinero y el pino albar, especies de crecimiento rápido y rentables por el aprovechamiento de su resina y de su madera.

El Eucalipto

El eucalipto, introducido en España desde Galicia hasta la Cordillera Cantábrica, se ha usado ampliamente en la repoblación debido a su rápido crecimiento y por su rentabilidad económica como materia prima en la producción de pasta de papel.

El Matorral Atlántico: La Landa (Oceánico de Transición)

El matorral atlántico es una formación leñosa y densa que aparece en las zonas de suelos más pobres y, muy frecuentemente, sustituye al bosque caducifolio. Las especies más comunes son el tojo y el brezo, acompañadas de retama y piorno. Cuando la landa es destruida, domina una formación herbácea.

El Bosque Marcescente

Formado por quejigos y rebollos, es una formación de tipo atlántico, pero adaptada a la aridez y resistente al frío. Ocupa el área más meridional de la zona atlántica de transición al clima mediterráneo y algunos sectores de montaña media.

Región Mediterránea

Bosque Esclerófilo Mediterráneo

El bosque esclerófilo mediterráneo es la vegetación climática de esta región, caracterizada por agrupar especies que han desarrollado variados sistemas para adaptarse a la aridez. Sus hojas son perennes, cubiertas por una membrana que minimiza la evaporación.

Formaciones Primarias

Encina

La encina es la especie más significativa, en sus dos subespecies: ilex, propia de la zona costera catalana y balear, y algunos puntos de la cornisa cantábrica; y la ballota o rotundifolia, que se extiende por casi todo el resto peninsular.

El Encinar

El encinar es la formación vegetal más extendida en la península. Su gran capacidad de adaptación permite que colonice altitudes desde el nivel del mar hasta los 2000 m, zonas de precipitaciones mínimas en torno a los 350 mm y cualquier tipo de suelos.

El sotobosque que acompaña al encinar es complejo; se compone de coscoja, jara, lentisco, madroño y madreselva.

La Dehesa

La dehesa es un bosque ahuecado o aclarado que combina el uso forestal con un aprovechamiento agrícola y pastoril. El sistema de dehesa permite conservar estos bosques y mantener un equilibrio con el medio ambiente, en el que conviven una variada flora y una gran diversidad de especies animales. La dehesa más típica es la formada por la encina, pero también se desarrolla sobre alcornoques.

El Alcornoque

El alcornoque es una especie exigente en humedad, que no soporta bien los fríos inviernos. Su principal área de desarrollo se corresponde al suroeste peninsular. Entre otros usos tradicionales, destaca el aprovechamiento de su corteza para el corcho.

El Algarrobo y el Acebuche

El algarrobo y el acebuche, u olivo silvestre, son dos especies que complementan el bosque mediterráneo.

Formaciones Secundarias

Pinares

Los pinares son muy abundantes y han sido introducidos por el ser humano. Ocupan muchos espacios que, sin intervención humana, estarían cubiertos de bosques esclerófilos. Los pinos típicamente mediterráneos son el pino piñonero y el pino carrasco, ambos necesitan luz y calor (heliófilos y termófilos). El pino piñonero es silicícola y se extiende por los arenales costeros desde Cataluña hasta Portugal. El pino resinero es una especie de transición que ha sido usada como especie de repoblación debido al aprovechamiento de su resina y madera (Galicia, Murcia).

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