Problemas medioambientales en España: riesgos, políticas y soluciones

1. Problemas y políticas medioambientales en España

España enfrenta diversos desafíos medioambientales que requieren la implementación de políticas y medidas específicas. Los acuerdos internacionales suscritos por el país implican el cumplimiento de compromisos en temas como el cambio climático y la contaminación atmosférica. Además, la política medioambiental de la Unión Europea influye en las acciones que España debe tomar para preservar su entorno.

1.1 Política medioambiental de la Unión Europea

La política medioambiental de la Unión Europea se basa en varios pilares fundamentales:

  • Fomento del desarrollo sostenible: Promueve el uso racional de los recursos para satisfacer las necesidades presentes y futuras.
  • Prevención de la degradación: Impulsa el estudio previo del impacto ambiental de los proyectos y la concienciación pública a través de la educación.
  • Corrección de problemas existentes: Sanciona a quienes incumplen las normativas, bajo el principio de «quien contamina paga».
  • Conservación de espacios naturales: Crea una red de espacios protegidos, como la Red Natura 2000.

1.2 Política hidráulica en España

1.2.1 Regulación y gestión de los recursos hídricos

La política hidráulica en España se centra en la regulación y gestión de los recursos hídricos. La Ley de Aguas establece que todas las aguas superficiales y subterráneas son de dominio público estatal.

La gestión de los recursos hídricos se lleva a cabo mediante la planificación hidrológica:

  • Los Planes Hidrológicos de Cuenca determinan las necesidades y las obras de cada cuenca, elaborados por las Confederaciones Hidrográficas.
  • El Plan Hidrológico Nacional coordina los planes de las cuencas y diseña las actuaciones generales.

1.2.2 Objetivos del Programa AGUA

El Programa AGUA busca alcanzar los siguientes objetivos:

  • Lograr el autoabastecimiento hídrico: Se plantea la construcción de nuevas obras hidráulicas, como plantas desaladoras, y un mejor aprovechamiento de los recursos existentes mediante la reparación de redes, la reducción del consumo, la mejora del regadío y la reutilización del agua depurada.
  • Conseguir una buena calidad del agua: Se prevé la mejora de potabilizadoras, la construcción de depuradoras y la recuperación de sistemas hídricos deteriorados.
  • Prevenir inundaciones y sequías: Se propone el acondicionamiento de cauces y la reforestación de las riberas.

2. Riesgos medioambientales en España

2.1 Riesgos geológicos

Los riesgos geológicos en España se originan en el interior de la tierra, como seísmos y erupciones volcánicas, o en el exterior, como los movimientos de ladera.

2.1.1 Seísmos

Los seísmos son temblores de tierra causados por la posición de la Península en la zona de contacto entre las placas africana y euroasiática. Afectan principalmente al sur y sureste peninsular.

2.1.2 Erupciones volcánicas

Las erupciones volcánicas se limitan a las Islas Canarias.

2.1.3 Movimientos de ladera

  • Deslizamientos: Propios de regiones húmedas con fuertes pendientes, donde el suelo saturado por fuertes lluvias no se sujeta bien.
  • Desprendimientos: Ocurren en vertientes con roturas de rocas en la cima, cuyos fragmentos ruedan por la ladera.

2.2 Riesgos climáticos

Los riesgos climáticos más frecuentes en España son las inundaciones, las sequías, los temporales de frío y nieve, y las olas de calor.

2.2.1 Inundaciones

Las inundaciones son causadas por intensas precipitaciones o la rápida fusión de la nieve. Afectan principalmente a las fachadas mediterránea y cantábrica. Se agravan por la instalación de edificaciones en áreas inundables y la falta de limpieza de los cauces fluviales.

2.2.2 Sequías

Las sequías son déficits pluviométricos prolongados. Inciden especialmente en el sur y sureste peninsular, provocando restricciones de agua. Las soluciones incluyen trasvases, plantas de desalación, reutilización de aguas depuradas y concienciación sobre el uso del agua.

Otros riesgos climáticos son el granizo, las olas de frío, los temporales de nieve, las olas de calor y los temporales de viento.

2.2.3 Lluvia ácida

La lluvia ácida es una precipitación con un grado de acidez superior al normal. Se produce cuando las emisiones de dióxido de azufre y óxido de nitrógeno se mezclan con el vapor de agua, transformándose en soluciones ácidas que caen con la lluvia. Provoca alteraciones en el agua, la vegetación, los suelos y los edificios. Las zonas más afectadas en España son las cercanas a centrales térmicas. Para combatirla, España firmó el Convenio de Ginebra, que obliga a reducir las emisiones.

2.2.4 Campana de contaminación urbana

La campana de contaminación urbana es una niebla formada por partículas de polvo y humo en suspensión, emitidas por el tráfico y las calefacciones. Se forma en grandes ciudades, especialmente en invierno y con situación anticiclónica. Provoca alteraciones en edificios, plantas y enfermedades cardiovasculares. Para combatirla, se promueve el uso del transporte público, el ahorro energético, la sustitución de calderas contaminantes y la incorporación de catalizadores en los motores.

2.2.5 Efecto invernadero y cambio climático

El efecto invernadero es una función natural de la atmósfera, realizada por el vapor de agua y gases como el dióxido de carbono y el metano. Estos gases retienen parte del calor irradiado por la Tierra. Sin embargo, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles, las emisiones industriales, los automóviles, los incendios y la deforestación, intensifica el efecto invernadero, provocando un cambio climático.

El cambio climático se manifiesta en el aumento global de la temperatura, el incremento de sequías e inundaciones, la subida del nivel del mar por la fusión del hielo polar y la reducción de la biodiversidad. Estas consecuencias impactarán especialmente en el área mediterránea española.

España ha aumentado sus emisiones de gases de efecto invernadero debido al incremento del número de automóviles y la demanda energética. Para cumplir con el Protocolo de Kioto, se toman medidas como la reducción de impuestos a automóviles menos contaminantes, la mejora de la eficiencia energética de los edificios, el fomento de las energías renovables y la creación de centrales de ciclo combinado menos contaminantes.

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