La Urbanización
A lo largo del siglo XX, en muchos países del mundo se ha registrado un aumento de la población urbana en relación con la población rural. Esto significa que, cada vez es mayor el número de residentes urbanos y menor el de residentes rurales.
El aumento relativo de la población urbana se denomina urbanización.
En la Argentina, el proceso de urbanización se manifestó desde principios del siglo XX y fue uno de los más tempranos de América Latina.
La industrialización intensificó el aumento de la urbanización, ya que las fábricas estimularon a muchos residentes rurales a trasladarse.
El Sistema Urbano Argentino
Las ciudades no son unidades aisladas distribuidas. Las ciudades se relacionan entre sí, manteniendo vínculos jerárquicos y asimétricos, construidos a lo largo del tiempo.
En la organización del sistema urbano argentino, Buenos Aires ocupa un lugar central: la importancia del puerto y la aduana bonaerense hizo necesario que estuvieran conectadas con Buenos Aires para abastecerse de productos importados por el puerto y para que pudieran exportar la producción local. Esta situación determinó el diseño radial, con centro en Buenos Aires, de la red de comunicaciones.
Las ciudades tienen vías de comunicación que permiten los flujos entre unas y otras. Sin embargo, no todas tienen igual cantidad de caminos, ni mucho menos, de la misma calidad.
Un rasgo sobresaliente del sistema urbano argentino es la gran concentración de la población en el Área Metropolitana de Buenos Aires. El Gran Buenos Aires es la enorme cabeza del sistema urbano nacional que, por esa razón, es denominado macrocefálico (macro»grand» y cefálico»cabez»)
La Organización de los Asentamientos Urbanos
La expansión de la frontera agrícola y ganadera fue acompañada por la extensión de la red ferroviaria. Simultáneamente, fuertes, conventos, puertos, colonias y las mismas estaciones ferroviarias fueron las bases para la formación de nuevos pueblos.
El surgimiento de nuevas actividades económicas también fueron el origen, o la causa de un importante crecimiento, de pueblos y pequeñas ciudades.
Otras ciudades fundadas en la época colonial se consolidaron como capitales de provincias, concentrando actividades económicas y administrativas.
El Tamaño de las Ciudades
Las ciudades, según la cantidad de habitantes que tengan, pueden clasificarse en grandes, medianas o intermedias, y pequeñas.
El INDEC utiliza, por lo general, el siguiente criterio:
- Entre 2.000 y 49.999 habitantes son consideradas pequeñas
- Entre 50.000 y 499.999 medianas
- Las que sobrepasan los 500.000 habitantes son grandes
Estos tres tipos de ciudades se diferencian también por sus niveles de complejidad de las actividades que concentran:
- Las pequeñas ciudades brindan solo los bienes y servicios para la satisfacción de necesidades cotidianas de sus habitantes
- En las grandes ciudades se ofrece una amplia gama que atrae a personas de ciudades menores
El crecimiento de las ciudades implica, al mismo tiempo, una mayor y más variada cantidad de funciones y actividades, así como la ampliación de bienes y servicios.
Los Aglomerados Urbanos
El crecimiento de una ciudad implica una expansión de la zona edificada.
Cuando esta expansión incluye en la marcha urbana a otras jurisdicciones se habla de aglomerados.
Para referirse a los aglomerados se utiliza el adjetivo (Gran Buenos Aires)
En la creación de los aglomerados es fundamental el rol de las vías de comunicación ya que permiten un acceso relativamente sencillo al centro urbano.
Cuando dos aglomerados en expansión se unifican en una gran mancha urbana, se denomina conurbación.
El Espacio Urbano
En las ciudades se concentran muchas actividades. En muchos casos esa concentración genera una organización en zonas diferenciadas según los usos del suelo. Estas zonas a veces son denominadas barrios.
Hay zonas residenciales en las que predominan las casas y los edificios destinados a la vivienda.
Hay barrios habitados por individuos de alto poder adquisitivo (terrenos más cotizados, mejor infraestructura y equipamiento urbano) y barrios habitados por familias de bajos recursos (terrenos inundables o otras deficiencias de servicios esenciales).
En las zonas periféricas de las ciudades se localizan las áreas industriales, donde se concentran las fábricas y los talleres. Las industrias tienden a localizarse en las afueras de la ciudad por códigos de edificación, normas de seguridad, costos de los terrenos y medidas sanitarias.
La Suburbanización
El crecimiento de las grandes ciudades también significó la expansión de la aglomeración física, del conjunto de edificaciones contiguas, incluso fuera de los límites administrativos de la ciudad. Este fenómeno es conocido como suburbanización. Las características de este proceso varían según los casos y suelen incluir actores sociales y paisajes contrastantes. (Ej: country)
Otros Espacios Periurbanos
En las áreas periurbanas, las edificaciones dejan de ser continuas y aparecen grandes espacios abiertos. Es decir, existe una franja de transición entre los ámbitos claramente identificados como urbano y rural.
Las Actividades Económicas en las Ciudades
En los ámbitos urbanos predominan las actividades terciarias que emplean a la mayoría de los residentes y generan la mayor parte de las riquezas locales.
En algunas ciudades, las actividades económicas están muy especializadas en un rubro o en un conjunto de rubros relacionados, y su formación y crecimiento están fuertemente asociados al desarrollo de esa industria. (Por ejemplo, los centros mineros y los centros turísticos).
La alta dependencia que tienen estas ciudades de una única fuente de recursos la hace muy vulnerable al éxito o al fracaso de la misma. En muchos casos, la decadencia de las actividades productivas derivó en crisis económicas y sociales a nivel local que resultaron irreversibles.
Las Sociedades Urbanas
Un rasgo común de las sociedades urbanas es la gran heterogeneidad que las caracteriza.
En las ciudades conviven grupos sociales muy diferentes, con distintas condiciones de vida, y diversos niveles de instrucción y poder adquisitivo.
Las sociedades urbanas son grandes mercados, con miles o millones de consumidores potenciales. Una particularidad de este mercado es que el consumo no se restringe a la adquisición de bienes imprescindibles o servicios de primera necesidad.
Las pautas de consumo urbanas alientan el consumo masivo de bienes y servicios orientados a obtener mayores comodidades, bienestar y confort. Existe una oferta muy diversificada que tiende a crear la demanda de productos cada vez más específicos y sofisticados, de manera que los consumidores crean que existe la necesidad de adquirir nuevos productos y renovarlos periódicamente. Esto explica la continua renovación de bienes y servicios que aparecen en el mercado.
En las grandes ciudades también se concentra la oferta de eventos culturales (Por ejemplo espectáculos y muestras)
La Marginalidad Social
En las ciudades tambien existen grupos de personas que no pueden consumir, ni siquiera bienes y servicios esenciales para una vida digna.
Esta marginalidad social está directamente vinculada con el tipo de participación que tienen en el mercado laboral o con falta de empleo.
Esto genera conflictos, en algunos casos muy violentos, y el aumento de los niveles de delincuencia.
En los países pobres, el crecimiento de los sectores marginados ha multiplicado los estallidos de violencia. En la Argentina, el incremento de personas que tienen sus necesidades básicas insatisfechas también ha generado nuevas modalidades de protesta, como los “piquetes”.
Las condiciones de vida en las ciudades
En las ciudades existen grupos con condiciones de vida muy diferentes.
Los aspectos se manifiestan en forma diferencial en distintas partes de la ciudad y, según las posibilidades de cada individuo o grupo familiar, accederán a mayores o menores comodidades.
Estos aspectos desiguales son:
–La infraestructura de servicios y el equipamiento urbano:existen áreas que disponen y otras que carecen de infraestructura básica para la prestación de servicios (Por ejemplo, cloacas). También hay áreas que tienen equipamiento urbano (Por ejemplo, semáforos) de desigual calidad o distintas formas de mantenimiento según los barrios. Los residentes de unas y otras áreas tienen mejores o peores condiciones de vida.
–Los niveles de ingresos: los sectores de altos ingresos ocupan áreas que disponen de infraestructura de servicios y equipamiento urbano de buena calidad, mayor cantidad de hectáreas destinadas a espacios verdes y otros servicios (Por ejemplo, seguridad)
–Las condiciones habitacionales: El hacinamiento y el tipo de materiales de las viviendas hacen la diferencia en la calidad de las viviendas de los habitantes.
–Los niveles de actividad económica y desocupación: el trabajo o la falta de él es fundamental para acceder o no la satisfacción de necesidades. En las ciudades, un problema laboral de crecientes dimensiones es el empleo precario.
El trabajo “en negro” ocupa precariamente a muchos residentes urbanos, algunos de los cuales llegan desde otras localidades. El incremento de este trabajo implica un deterioro de las condiciones de vida.
Condiciones ambientales y gestión urbana
La existencia de terrenos inundables, la falta de espacios verdes, la contaminación atmosférica o sonora deterioran la calidad de vida de los residentes urbanos.
La presencia de lagos y ríos contaminados que atraviesan o bordean las ciudades constituyen focos de contaminación de efectos muy variados sobre el ambiente y sobre la salud de las personas.
Algunos problemas ambientales se acentúan en las grandes ciudades, donde la circulación de automóviles es mayor.
Aspectos de la gestión urbana que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los residentes:
La implementación de políticas de seguridad
La provisión de servicios esenciales
La conservación del patrimonio cultural e histórico de una ciudad
El fomento de formas de participación ciudadana
El mantenimiento del equipamiento urbano
Las condiciones de vida en las ciudades se vinculan, por un lado, con las características, el funcionamiento y la gestión de la ciudad, y por otro, con las posibilidades individuales de participar del circuito de actividades positivas y acceder, o no, a la variedad oferta de bienes y servicios que allí ofrezcan.