Análisis Demográfico de Navarra
Crecimiento Natural
Hasta la década de 1960, el crecimiento natural en Navarra superaba el 10‰. Posteriormente, la disminución de la natalidad y el ligero aumento de la mortalidad provocaron una reducción del crecimiento, llegando a ser prácticamente nulo a finales del siglo XX. Las áreas con mayor crecimiento natural son aquellas con asentamientos relativamente grandes, bien comunicadas y con diversos recursos económicos. Más de la mitad de los municipios navarros tuvieron tasas de crecimiento natural negativas a finales del siglo XX, siendo más elevadas en los Valles Pirenaicos y en la Navarra Media.
Movimientos Migratorios
Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, la emigración fue el principal flujo migratorio. Era una emigración externa con destinos a Francia, América y, en menor medida, Guipúzcoa. La mayoría de los emigrantes procedían de la Montaña.
En la década de 1970, Navarra se convirtió en un destino de la emigración interna española, debido a la transformación industrial del territorio. Los inmigrantes se dirigían a Pamplona y municipios limítrofes (Berriozar, Burlada) y otros núcleos como Alsasua y Tudela. Procedían de las grandes áreas emisoras como Andalucía, Castilla y León y Extremadura.
A esto se suma el éxodo rural que se produjo a partir de estas fechas, también relacionado con la industrialización de la capital. En el caso de Pamplona, los inmigrantes procedían del Pirineo y de la Navarra Media Oriental, zonas que experimentaron un largo proceso de despoblación.
Con la crisis industrial del siglo XX, cesaron los movimientos procedentes de otras áreas españolas, aunque continuaron con cierta entidad los de provincias limítrofes, siendo tanto emigratorios como inmigratorios.
A partir de la década de 1990, comenzó el fenómeno de inmigración externa, como en el resto de España. En Navarra, a principios del siglo XXI, la presencia de extranjeros se situaba en torno al 0,4%. En 2006, los extranjeros representaban el 10,4% en Navarra. Los dos colectivos más importantes son los marroquíes y ecuatorianos. Los primeros tienen mayor presencia en la Ribera, debido a la presencia de actividades agrícolas que demandaban mano de obra. Los segundos tienen mayor presencia en las áreas industriales y el área metropolitana de la capital.
Se han vuelto habituales los movimientos pendulares, es decir, desplazamientos diarios de casa al trabajo, propios del desarrollo industrial y los servicios.
El Futuro de la Población Española
España ha pasado de ser un país natalista, joven y emigratorio a tener una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, envejecido e inmigratorio. Se han producido cambios que conllevan otros de orden cultural, económico y social. Los expertos realizan proyecciones demográficas de futuro, y sobre estas bases, el INE establece las siguientes previsiones:
A) El Futuro del Movimiento Natural
- La tasa de natalidad crecerá durante unos años debido a la inmigración extranjera. Pero durante las décadas de 2010-2020 decrecerá, al llegar a la edad fértil las mujeres españolas nacidas en 1985-1995. La fecundidad dependerá de la adopción por las extranjeras de las pautas de fecundidad nacionales y de la evolución de la fecundidad de las mujeres españolas.
- La tasa de mortalidad, ahora baja, crecerá hasta tasas medias debido al constante envejecimiento de la población. A su vez, la esperanza de vida aumentará.
- El crecimiento natural se volverá negativo en la década de 2020.
B) El Futuro de los Movimientos Migratorios
- Las migraciones de la población española mantendrán el predominio de las migraciones internas y la escasa emigración al exterior.
- La inmigración extranjera es muy difícil de prever, ya que depende de factores como el número de retornos que se puedan producir y el mantenimiento de España como destino inmigratorio.
C) El Futuro del Crecimiento y de la Estructura de la Población
- El crecimiento de la población continuará hasta 2050 por efecto de la inmigración.
- En la estructura por sexo, seguirán predominando los varones entre los jóvenes y las mujeres entre los ancianos.
- En la estructura por edad, hacia 2050 España será uno de los países más envejecidos del mundo, con un escaso porcentaje de jóvenes (13,2%) y elevadas cifras de ancianos (30,8%). Estas se incrementarán, sobre todo, en el grupo de los de más edad, aumentando el número de personas dependientes.
- En la estructura económica, la tasa de actividad crecerá hasta 2020, sobre todo la femenina, y desde entonces previsiblemente disminuirá, al incorporarse menos activos al mercado laboral.