La Diversidad Hídrica y el Plan Hidrológico Nacional
España cuenta con una destacada diversidad hídrica, que incluye aguas superficiales y subterráneas. Este tema se centrará principalmente en las primeras, concretamente en los ríos, lagos y humedales.
Los ríos
Los ríos peninsulares están condicionados por diversos factores:
- El roquedo: Un roquedo más o menos permeable determina la escorrentía del agua.
- El clima: Las precipitaciones determinan el caudal y sus variaciones, mientras que las temperaturas influyen en la mayor o menor evaporación.
- La vegetación: Aminora la evaporación, reduce la erosión y disminuye la probabilidad de inundaciones.
- La acción humana: Se realizan obras que modifican los regímenes fluviales naturales, adaptándolos a las necesidades humanas.
- El relieve y la topografía: Influyen en la organización de las cuencas y vertientes hidrográficas, que se separan por unidades de relieve.
Las cuencas fluviales peninsulares se caracterizan por la separación por divisorias de agua, formadas por las cumbres de los relieves montañosos, y la jerarquización de afluencia de los cauces. Las vertientes, por su parte, se dividen en tres áreas principales:
Vertiente Cantábrica
En ella encontramos ríos cortos y de gran fuerza erosiva debido a su nacimiento en montañas cercanas a la costa. Los ríos cantábricos son caudalosos y de régimen regular gracias a la incidencia de las borrascas atlánticas. Aprovechando la abrupta topografía se han construido pantanos para la explotación hidroeléctrica.
Vertiente Atlántica
En ella encontramos ríos largos, a excepción de la zona gallega y andaluza, debido a la inclinación de la meseta hacia el oeste. Su fuerza erosiva es escasa dado que discurren por llanuras. Su caudal es abundante, por sus numerosos afluentes, y su régimen irregular, presentando una etapa de estiaje en verano.
Vertiente Mediterránea
En ella encontramos ríos cortos, a excepción del Ebro, dado que nacen en montañas cercanas al mar y por lo cual erosionan las laderas deforestadas. Su caudal es escaso y de régimen irregular. Presenta un acusado estiaje en verano y crecidas catastróficas a causa de las lluvias torrenciales de otoño. Como consecuencia, es necesario construir embalses para regularizar el caudal y suministrar agua a los núcleos de población y actividades económicas. Además, también son frecuentes los torrentes, cuyas ramblas permanecen secas la mayor parte del año.
Baleares y Canarias
Carecen de ríos propiamente dichos. Poseen arroyos y corrientes de agua de escaso caudal alimentado por manantiales, así como torrentes. En Canarias, la sobreexplotación de acuíferos ha supuesto la escasez de arroyos permanentes en la actualidad.
Caudal y régimen fluvial
El caudal de estos ríos se mide en l/s. El caudal relativo es la variación media anual y experimenta diversas variaciones:
- A lo largo del recorrido, siendo mayor en las zonas próximas a la desembocadura, excepto en los casos donde existe una mayor evaporación, filtración o consumo.
- A lo largo del tiempo, presentando periodos más o menos acusados de estiajes y crecidas dependiendo de su regularidad.
El régimen fluvial es la variación estacional del caudal y en función de sus factores condicionantes encontramos tres tipos:
- Nival: En ríos que nacen en alta montaña, cuyo caudal máximo se da en primavera y el mínimo en invierno en función de los periodos de deshielo.
- Pluvial: Depende de las precipitaciones y por tanto reflejan los mínimos y máximos de cada zona climática.
- Mixtos: Pudiendo ser nivo-pluviales o pluvio-nivales.
Lagos y humedales
Los lagos y humedales son abundantes en la Península Ibérica, no obstante la mayoría son de reducidas dimensiones y algunos cuentan con un carácter estacional por lo que ven amenazada su existencia por multitud de causas tanto naturales como humanas.
Los lagos
En España no son tan grandes como los europeos por lo que algunos reciben el nombre popular de lagunas, sin embargo, presentan una tipología muy diversa:
Lagos endógenos
Originados por las fuerzas internas de la tierra. A su vez se subdividen en:
- Tectónicos: Formados en los terrenos hundidos originados por las fallas y pliegues (ej. La Janda).
- Volcánicos: Alojados en el cráter de un volcán (ej. Campo de Calatrava).
Lagos exógenos
Originados por fuerzas externas. Encontramos varios subtipos:
- Glaciares: Que se forman por las cubetas excavadas por el hielo o en el valle glaciar, y que también pueden deberse a obstrucciones causadas por el propio valle (ej. Sanabria).
- Cársticos: Que se alojan en cubetas causadas por la erosión de las rocas blandas (ej. Ruidera).