Evolución y características de la población española

Evolución de la población española

En contadas ocasiones pudo haber un cierto aumento de la población, en torno al 10 por mil, con tasa de natalidad del 40 por mil y de mortalidad del 30 por mil, la población absoluta de España creció muy poco durante siglos. Las guerras, epidemias, malas cosechas y hambrunas que asolaban el país, impedían el crecimiento natural de la población.

La ausencia de datos oficiales, y los pocos estudios sobre épocas pasadas, solo permiten aventurar cifras aleatorias para una gran parte de nuestra historia, sin valor oficial ninguno. Solo a partir del siglo XVI se realizaron evaluaciones, tanto generales como particulares, para el conocimiento de la población. Estas evaluaciones pasan por: un relativo desarrollo en el siglo XVI, abandono en el XVII y una mayor confección, traducida en mayor precisión, en el XVIII.

Con estas premisas, suponemos que la población de la Península en la Hispania del Imperio rondaría los 6 millones de personas, que se redujeron, durante la Edad Media, por las guerras, malas cosechas, hambrunas y epidemias. A finales del XV se inicia una recuperación de la población, especialmente en Castilla. El siglo XVII fue época de recesión por la incidencia de las crisis económicas de los Austrias menores, las guerras, las epidemias y expulsión de moriscos.

Hacia 1800, los habitantes de España estarían en torno a los 11.000.000 y en 1808 se alcanzan los 12 millones. Las pérdidas de la Guerra de la Independencia no tardaron en recuperarse, durante el reinado de Isabel II, nos da un total de 15.454.514 hab. El censo en 1900 se elevó a 18.617.956. En el siglo XX se duplicó con un crecimiento de más de 2 millones de hab. Pasada la Guerra Civil se recuperan las pérdidas de esta entre los años 60 y 70 con un aumento de 3.138.894. Todavía en el padrón de 1998 no se alcanzan los 40 millones de habitantes. La masiva llegada de inmigrantes a partir de esa fecha y su regulación explica el espectacular aumento en los últimos siete años.

Movimientos naturales de la población

Natalidad y fecundidad

La tasa de natalidad comenzó a descender de forma lenta en la segunda mitad del siglo XIX, siendo del 35 por mil a principios de siglo. El baby boom tuvo lugar en nuestro país durante el periodo de 1956-64. La llegada masiva de inmigrantes en los últimos años ha revitalizado la natalidad, produciéndose un incremento hasta llegar en 2007 al 10’95 por mil. Estas bajas tasas de natalidad afectan a todo el país, aunque existan pocas diferencias.

Si nos referimos a la tasa de fecundidad, número de hijos por mujer fértil, el descenso ha sido espectacular, pasando de 4,1 de 1925 al 2,90 en 1970 y 1,15 en 1998, llegando a recuperarse en 2007 hasta el 1,39, debido a la incidencia de la inmigración. Las causas de este descenso hay que buscarlas en:

  • La incorporación de la mujer al mundo laboral.
  • El aumento del uso generalizado de los medios anticonceptivos.
  • El retraso en la edad de acceso al matrimonio, a los 30.
  • La reducción del número de hijos en la unidad familiar, buscando el mayor ahorro posible.
  • Falta de una política nacionalista por parte del Estado que favorezca a las familias con un mayor número de hijos.

Las CCAA con mayor tasa de fecundidad son Murcia, Andalucía, Madrid y Cataluña, siendo las de menor índice Principado de Asturias, Galicia, Castilla y León y Cantabria.

Mortalidad

Hasta principios del siglo XX las tasas de mortalidad eran considerablemente altas, en torno al 30-32 por mil en los últimos decenios del siglo XIX, la tasa de mortalidad todavía superaba el 26 por mil, debido a las malas cosechas y crisis agrícolas, epidemias, guerras y periodos de hambre. Desde principios de siglo la mortalidad continuó descendiendo paulatinamente. Los avances técnicos sanitarios, la difusión de la medicina rural y las mejoras alimenticias explican este descenso. El repunte al alza de los últimos años del siglo anterior se explica por el mayor envejecimiento de la población. A partir del 2000 asistimos a una reducción progresiva de la mortalidad por el leve rejuvenecimiento de la población, debido a la incidencia de la llegada de inmigrantes, la mayoría de ellos de edades jóvenes o maduras.

En 2007, las regiones con mayor mortalidad son Asturias, Galicia, Castilla y León y Aragón, con tasas superiores al 10 por mil. Canarias, Madrid y Murcia son las de menor índice.

La tasa de mortalidad infantil que comenzó el siglo XX con el 181 por mil, bajó a un 112 por mil en 1930, el 35 en 1960 y el 3,2 en la actualidad.

La esperanza de vida no ha cesado de aumentar entre hombres y mujeres a lo largo del siglo XX. Si en 1900 se partía de una esperanza de vida que no llegaba a los 35 años, con la excepción de factores como la gripe de 1918 y la Guerra Civil de 1936, esta fue aumentando paulatinamente para alcanzar en 1960 los 69,8 años, en 1990 los 75,6 años los varones por 80,3 en las mujeres. En la actualidad los hombres 78,9 y las mujeres 84,9. Donde el trabajo masculino lleva implícitos riesgos físicos como accidentes y enfermedades laborales, a los que hay que añadir ciertos hábitos como el tabaco, alcohol o drogas que en general han afectado más a los varones.

Crecimiento Vegetativo

El crecimiento natural de la población lo podemos distinguir en tres fases: régimen democrático antiguo, transición demográfica y régimen demográfico moderno.

En el régimen demográfico antiguo, el estancamiento de la población y la recesión y mortalidad de carácter catastrófico, marcaron la primera fase de este periodo, en los siglos XIV y XVII. Cuando se producían malas cosechas, de inmediato se ponían en circulación el fenómeno de la carestía, el hambre, las epidemias y la disminución de la población. También añadir las continuas guerras, que suponían aumento de la mortalidad y descenso de la natalidad.

Durante el siglo XVI, se produjo un relativo crecimiento económico, que favoreció el aumento de la población. Durante el siglo XVII tuvo lugar un periodo de recesión como consecuencia de la bancarrota, subida de precios, epidemias de peste, viruela y tifus. A principios del XVIII, se produjo un incremento de la población por reducción de la mortalidad epidémica, la introducción de nuevos cultivos como el maíz o la patata, o el posterior descubrimiento de la vacuna contra la viruela en 1796. Desde América se introdujo la fiebre amarilla, que afectó al sur de la Península. La Guerra de la Independencia produjo, entre 1808 y 1812, una grave incidencia negativa en la población, si bien la recuperación fue rápida, produciéndose los incrementos más importantes en la regiones periféricas: Valencia, País Vasco, Cataluña, Andalucía. Desde mediados del XIX se inició la fase de transición demográfica con un primer periodo que llegó hasta la primera década del siglo XX. Este periodo se caracterizó por el descenso continuado y acelerado de la mortalidad, al tiempo que se mantuvo la mentalidad natalista. El crecimiento natural fue muy fuerte, a pesar de la emigración a América y las guerras carlistas, de Cuba y Filipinas. El segundo periodo, hasta la década de los 70, tuvo como base fundamental el descenso notable de la mortalidad. Ambos fenómenos se vieron afectados por la Guerra Civil, incrementando la mortalidad por los muertos de la guerra y los no nacidos por idéntica consecuencia, la llamada generación hueca. Durante la década de los 60, se observó un aumento de la natalidad, el llamado baby boom español, por el desarrollo económico, la industrialización, el éxodo rural y la mejoras de las rentas familiares. En las zonas rurales se produjo un movimiento masivo de la población hacia las zonas industriales, ocasionando un envejecimiento progresivo de la población.

El régimen demográfico moderno comenzó a mediados de 1970. La población siguió creciendo con porcentajes cada vez menores. La estabilización de la mortalidad y el descenso continuo de la natalidad y fecundidad están dando lugar a un envejecimiento paulatino de la población. El crecimiento demográfico de estos últimos años no afecta por igual a todas las CCAA. Así, la Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía o Comunidad Valenciana presentan importantes incrementos, Aragón, Extremadura, Cantabria, Asturias o Castilla y León, sufren incrementos vegetativos negativos.

Movimientos migratorios

Los movimientos espaciales de la población hacen referencia a la salida o entrada de personas en un área geográfica determinada, por motivos económicos, sociales, políticos o religiosos, que son esenciales para conocer el crecimiento real de la población. La emigración, salida de efectivos demográficos repercute en el crecimiento negativamente, provocando un descenso de la natalidad, aumentando la mortalidad y envejecimiento de la población. La inmigración, favorece el aumento de la población, provocando un incremento de la natalidad y la disminución de la mortalidad. Los movimientos migratorios pueden ser:

  • Por su duración: definitivos (cambio absoluto de residencia), temporales (duración limitada) y diarios (movimientos pendulares entre el lugar de trabajo y el lugar de residencia)
  • Por el destino: Interiores (realizados dentro del país) y exteriores (fuera del país).

Migraciones Interiores y su evolución

Son desplazamientos de personas dentro del territorio nacional, y reflejan la situación social y económica del país. Pueden ser:

  • Éxodo rural: emigración del campo a la ciudad, provocada por la demanda de mano de obra. Entre 1950-1975, como consecuencia del desarrollo español y la oferta masiva de empleo poco cualificada en la industria. Muchas personas se desplazaron, desde el interior, a las zonas más desarrolladas del país.
  • Migraciones intraregionales: movimientos de corto desplazamiento dentro de la misma provincia o comunidad, entre las zonas rurales y las pequeñas o medianas ciudades. Son los de mayor importancia actualmente.
  • Movimientos habituales: movimientos periódicos, generalmente a diario, realizados en el entorno de las grandes ciudades que, favorecidos por la red de transportes, se dan entre el lugar de trabajo y el de residencia.

Los movimientos migratorios entre el interior y la periferia española han sido habituales en el siglo XVI. En el siglo XX tomaron importancia, debido al desarrollo industrial de Cataluña, País Vasco y Madrid. Este movimiento se redujo, durante la Guerra Civil y la inmediata posguerra.

Los actuales desequilibrios poblacionales de España, tienen su origen en los grandes movimientos migratorios iniciados a mediados de los años 50 hasta la crisis del 73. Durante ese periodo la emigración fue masiva, teniendo lugar desde los ámbitos rurales a las grandes ciudades. Las áreas con mayor crecimiento natural que basaban su economía en la actividad agraria se convirtieron en zonas de expulsión hacia las grandes áreas de inmigración que constituyeron Barcelona y su entorno urbano, Madrid y alrededores, el País Vasco y el litoral valenciano. El desarrollo turístico desplazó gran cantidad de mano de obra hacia las provincias insulares y zonas del Levante. Con la crisis económica del 73 llegó la reconversión industrial y el paro que, cortaron los flujos migratorios, el retorno de los que quedaban sin trabajo. Los movimientos tan espectaculares de décadas anteriores se ralentizaron, el País Vasco, perdió población, y las comunidades con mayor número de emigrantes, redujeron la sangría migratoria, incluso algunas repuntaron en su crecimiento. A partir de 1986 se observa un aumento considerable de las migraciones provinciales. El desarrollo de las comunicaciones y líneas de cercanía, contribuyen al aumento de los movimientos pendulares, de ida y vuelta, nuestros días refleja una emigración dentro de las propias CCAA o limítrofes.

Migraciones Exteriores

América

La emigración a América, que se inicia con el Descubrimiento y la conquista de América en el siglo XVI, aunque nunca en grandes cantidades, hasta la independencia de las colonias a principios del siglo XIX. La apertura del mercado americano, a principios del XX, generó demanda de mano de obra cualificada, la cual favoreció la emigración española a Latinoamérica, y en menor medida a los EEUU o Canadá. La mayoría de los emigrantes procedían de Galicia, Asturias, Cantabria, Madrid y Barcelona. Más tarde, la Guerra Civil supuso el fin de este movimiento, aunque debido al exilio para los republicanos que habían perdido la guerra, Iberoamérica, y sobre todo México, se convirtieron en receptores de emigrantes españoles. Entre 1949-1950 tiene importancia esta corriente emigratoria, al reiniciarse una segunda etapa que se prolongará hasta 1960. El punto de destino preferido en los primeros años se centró en Las Antillas y Argentina, si bien a partir de año 1954 Argentina fue superada por Venezuela, recibiendo más de 30.000 inmigrantes. Galicia ha sido tradicionalmente la región más emigratoria. En países receptores como Argentina o Puerto Rico se utiliza el gentilicio “gallego” para todo ciudadano español, sea o no originario de Galicia. La principal causa del éxodo gallego: suelos pobres y explotaciones muy pequeñas. La existencia del minifundio obligaba a que los hijos de familias campesinas no tuvieran otra alternativa que la emigración. En las dos etapas migratorias a países de Latinoamérica, predominó una población con mayoría de varones, campesinos u obreros de baja cualificación que se dedicaron, en un primer momento a ocupaciones agrarias y después actividades industriales. El Plan de Estabilización de 1959 cambió el rumbo americano por Europa y, únicamente trabajadores industriales muy cualificados y en pequeño número, emigraron hacia América. Las posibilidades de emigración a EEUU eran reducidas. Los españoles que consiguieron asentarse en EEUU fueron fundamentalmente trabajadores del sector terciario, profesionales liberales y técnicos superiores. En el siglo XX, llegaron españoles a Australia para trabajar como pastores. Después de la Guerra Civil tuvo lugar otro importante trasvase de población. Se calcula que entre 1945 y 1985 emigraron unas 25.000 personas, dedicadas a labores agrícolas y tareas domésticas. En cuanto a Canadá el número de emigrantes fue mínimo, al igual que EEUU, donde emigraron profesionales de diversos sectores muy cualificados.

Europa

Hasta el inicio de la Guerra Civil. La emigración a Europa se dirigió preferentemente a Francia y estaba formada por trabajadores temporeros levantinos, murcianos y andaluces. El final de la guerra supuso la emigración forzosa para más de 500.000 exiliados. El Plan de Estabilización, junto con el incremento de la población, la mecanización de las tareas agrícolas, el excedente de la mano de obra y la apertura de las fronteras exteriores provocó, en la década de los 60 y primeros de los 70, la salida de más de 1.000.000 de emigrantes que fueron acogidos por la República Federal Alemana, Francia, Suiza, Holanda o Bélgica. La mayoría de jóvenes desempleados dedicados a labores agrícolas y a la construcción, procedían de: Galicia, Castilla y León, Andalucía, Extremadura y Comunidad Valenciana. Trabajaban en aquellas labores que los ciudadanos del país de destino despreciaban. Las razones que explican esta nueva corriente emigratoria pueden sintetizarse en:

  • La plena expansión de la industria de la Europa Occidental, semidestruida en la Segunda Guerra Mundial. Este desarrollo requiere una población de la que Europa carece. La escasez de población y la oferta de empleo hacen que se recurra a trabajadores extranjeros.
  • En España “sobraba” población en el sector agrario, ya que era incapaz de ser absorbida por la industria. El campo en la península Ibérica, era deficitario y en 1960 fue un año pésimo para la agricultura. Los excedentes del medio rural optaron por emigrar.

Este movimiento migratorio a Europa tuvo importantes consecuencias para España: saneó la economía por la entrada de divisas procedentes del ahorro de los emigrantes, equilibró, junto al turismo la balanza de pagos y dio una imagen hacia el exterior de una supuesta ausencia de paro.

Inmigración extranjera en España

España ha pasado de ser un país de emigrantes a recibir inmigrantes gracias a la amplitud de la economía sumergida, la necesidad de mano de obra y la condición de país turístico.

En 2001 entró en vigor la Ley de Extranjería por la que se regulan los derechos y libertades de los extranjeros y su integración en la sociedad. Los extranjeros se pueden clasificar en tres tipos:

  • Los que se nacionalizan después de muchos años en España.
  • Los que obtienen un permiso de residencia y siguen con su nacionalidad original
  • Los inmigrantes ilegales o sin papeles.

El número de residentes legales es de 5.220.577 hab. en 2008.

Las comunidades que reciben más inmigrantes son: Cataluña, Madrid, Valencia, Andalucía, Canarias. Las provincias del litoral desde Huelva a Gerona incluyendo Baleares reúnen la mitad de los inmigrantes legales de España.

La población de Extremadura

En Extremadura ha sido tradicionalmente una comunidad poco poblada, aunque desde el siglo XVI hasta mediados del XX el porcentaje de población era mayor con respecto al actual.

El siglo XVI se considera un periodo de crecimiento regular de la población que también afectó a Extremadura.

El siglo XVII fue un periodo de descenso de la población a causa de: malas cosechas, crisis de subsistencia y la guerra con Portugal. Pero poco a poco Extremadura fue saliendo de la recesión y el estancamiento y así empezó un periodo recuperación. Siendo estas el aumento del número de nacidos, la reducción de la mortalidad y menores crisis de producción.

De 1800 a 1900 la población extremeña se duplicó, teniendo un crecimiento vegetativo mayor al de España excepto en el periodo de 1857-1860 como consecuencia de las crisis de subsistencia que afectaron a todo el país.

Comenzamos el siglo XX con una población de 882.410 hab. y un crecimiento natural superior a la media de España. En 1920 alcanzamos los 1.054.657 hab. los mismos que tiene en la actualidad. Superada la guerra, en los 60 alcanzó su máximo histórico a pesar de los movimientos migratorios, que diez años después hizo caer esta cifra en 200.000 hab.

En el periodo de la democracia la población absoluta se mantuvo estable aunque con un ligero crecimiento.

Movimientos naturales

A principios del siglo XX la tasa de natalidad es superior que en España siendo la tasa del 30 por mil, en la Guerra Civil descendió un poco esta tasa, pero el impacto de la guerra fue menor que en otras zonas manteniéndose ocho puntos por encima del país. Hasta los 70 las cifras fueron mayores que en España y a partir de esta fecha se están manteniendo en torno a la media de España.

La mortalidad también superaba la media de España por encima del 20 por mil hasta los años 30. Esta tasa bajó a menos del 10 por mil en los 50. Esto sucedió gracias a las mejoras en la sanidad, alimentación e introducción de medidas higiénicas. En la actualidad el regreso de los emigrantes (jubilados) y envejecimiento de la población han hecho que la tasa suba al 10 por mil.

La inmigración en Extremadura

La inmigración iniciada en los 50 de más de 175.000 hab. de entre 25 y 40 años se realizó a causa de un desajuste en la población y unos escasos recursos en una región arcaica rural y sin tecnología.

Entre los 60 y los 80 salieron de Extremadura unos 55.000 hab. hacia fuera de la península y unos 500.000 hab. en migraciones interiores, su retorno se produjo progresivamente en los años 80. A partir de aquí hasta la actualidad tenemos saldos migratorios negativos de pequeña entidad. En el siglo XXI observamos que las emigraciones y las inmigraciones están igualadas.

Características de la población actual

El bajo crecimiento natural y el alto envejecimiento se reflejan en las pirámides de población de Extremadura y se caracteriza por:

  • Reducción de la base por la caída de la natalidad.
  • Estancamiento de los grupos de edades entre 50 y 69 años.

Existe un grupo homogéneo entre los 20 y los 44 años que corresponde a generaciones que no han emigrado y que están en edad de reactivar la natalidad.

Nacen menos niñas que niños y se mantiene hasta los 64-65 años invirtiéndose a partir de aquí.

El envejecimiento se refleja en el alto porcentaje de población senil, en el 81 era de un 14%, en el 91 un 15,2% y en 2008 subió a un 19,4% de los que un 11% son mujeres. La población de más de 50 años es de un 35,55% mientras que la menor de 15 es tan solo de un 14%.

Factores, elementos y funciones de la ciudad

Factores

El emplazamiento y la localización vienen dados por los siguientes factores:

  • Físicos: depende de las condiciones naturales de un terreno. Históricamente se buscaba un lugar de fácil defensa y gran accesibilidad a los recursos.
  • Económicos: las ciudades desde la antigüedad han sido centros comerciales donde los artesanos negociaban con sus productos. El intercambio semanal entre el núcleo urbano y las zonas rurales hizo florecer multitud de ciudades. Gracias al comercio marítimo se crearon grandes ciudades portuarias en Europa como Barcelona. Y las actividades mineras hicieron surgir las llamadas ciudades negras como Mieres.
  • Históricos: la mayoría de las ciudades tiene un origen de varios siglos, por lo menos desde la Edad Media o antes. Pero las ciudades fueron evolucionando hasta llegar al siglo XX, en el que se produce el gran desarrollo urbano que conocemos en la actualidad.

Elementos

La forma y el aspecto de la ciudad son el resultado de una serie de factores y elementos:

  • Emplazamiento: lugar exacto desde el punto de vista topográfico. Ligado a las funciones que la han hecho crecer y sus condiciones naturales.
  • Situación: la ubicación de la ciudad en el entorno geográfico en donde se asienta.
  • Plano: es la representación gráfica a escala de toda la ciudad.
  • Edificios: son las superficies construidas del entorno urbano, que lo conforman según su tamaño, color, materiales, etc. Las edificaciones se pueden agruparse en barrios o manzanas.
  • Distrito: subdivisión territorial, de división variable y de carácter administrativo. Como el que utiliza el correo.
  • Barrio: cada una de las partes en las que se dividen las poblaciones, definido por características históricas, sociales, económicas.
  • Manzana: unidad pequeña conformada por viviendas y delimitada en sus 4 lados por calles.
  • Usos del suelo: modifica la forma del suelo y el aspecto de la ciudad según se utilice para una cosa u otra.

Funciones

Son el conjunto de actividades que se realizan dentro de la ciudad y que ejercen atracción sobre un entorno extenso.

Las ciudades de hoy en día cubren casi todas las necesidades de la población, pero algunas se han especializado en algunas funciones:

  • Comerciales: son centros de intercambio de productos desde la escala local a la internacional.
  • Culturales: destacan por sus actividades artísticas, educativas, etc.
  • Religiosas: centros de fuerte atracción religiosa.
  • Militares: ocupan lugares estratégicos y son sede de importantes contingentes militares.
  • Turísticas: son las visitadas por un gran número de personas, dado su atractivo cultural, físico o climático.
  • Administrativas: son centros de administración estatal, autonómica o provincial donde van los ciudadanos a resolver problemas de carácter oficial. La capital del estado o las provincias.
  • Financieras: donde se localizan las centrales de los grandes bancos, la bolsa de valores o empresas de negocios.

Morfología urbana: Plano y uso del suelo

Plano

Es la representación gráfica a escala de las superficies libres y edificadas representando así su forma física.

  • Irregular: una ciudad sin ningún orden con calles estrechas, retorcidas, callejuelas o callejones sin salida y sin forma geométrica determinada. Ej. Córdoba o Ávila.
  • Lineal: las calles parten de un eje central que es más ancho y largo que los demás. Ej. la Ciudad Lineal de Arturo Soria.
  • Mixto: es el más común en el que los distintos barrios de una ciudad tienen su propia configuración. Aquí se observa la evolución histórica y urbanística de la ciudad.

Usos del suelo

Es el reflejo de sus actividades económicas, ocio o nivel económico. Podemos distinguir tres zonas según la función del suelo.

A) Centro de ciudad

  • Casco antiguo o núcleo histórico: es la parte más antigua de la ciudad y se encuentran los edificios históricos o artísticos, las murallas o los barrios antiguos. Muchas ciudades lo conservan muy bien y son dedicados a actividades turísticas, religiosas u organismos oficiales, pero existen otras ciudades en las que estos núcleos históricos están degradados, pobres y descuidados, con poblaciones marginadas. Hoy en día se intenta recuperar todos estos centros.
  • CBD o centros de negocios: área donde se localizan las áreas comerciales, financieras o administrativas de la ciudad. Son zonas de fácil acceso donde predominan los rascacielos pero el precio de su suelo es el más caro de la ciudad.

B) Periferia

Son zonas de reciente edificación y reflejan el crecimiento del paisaje urbano en el siglo XX. Se localizan las áreas industriales, grandes superficies comerciales o las ciudades dormitorio.

  • Áreas industriales: zonas de fábricas, talleres, almacenes o áreas de montaje situadas lejos de las zonas residenciales en polígonos industriales.
  • Grandes superficies: supermercados o hipermercados, necesitan amplios espacios para el desarrollo de sus actividades con fácil acceso y grandes zonas de aparcamientos.
  • Ciudades dormitorio: barrios o municipios cerca de las grandes ciudades para que sus habitantes puedan desplazarse diariamente al trabajo con facilidad.

C) Zonas residenciales

Zonas que sirven de residencia y existen dos tipos:

  • Barrios residenciales: en los cascos históricos degradados con calles estrechas y mal acondicionados y ocupados por habitantes con bajo nivel adquisitivo. En proceso de rehabilitación en los últimos años causando la vuelta de habitantes con gran poder adquisitivo. Los edificios de su alrededor son viviendas de lujo construidas en la 1ª Revolución Industrial.
  • Urbanizaciones: con la aparición del automóvil, la mejora de las vías de comunicación y el incremento del nivel de vida dio aparición a este tipo de residencias. Suelen ser de alta calidad con buenos equipamientos. Son chalets o adosados. Y por las mismas causas las clases medias-altas han adquirido lugares de 2ª residencia.

Evolución del proceso de urbanización

El proceso de urbanización de un territorio lleva consigo la transformación, en un primer paso, del medio natural al rural y al medio urbano. En este proceso tiene lugar cambios geográficos, demográficos y económicos que se resumen en: ocupación del suelo y su transformación, aumento de la población, pérdida de la importancia del sector primario en beneficio del secundario y la terciarización.

El proceso de urbanización, que no ha seguido un ritmo constante y la intensidad desigual con la evolución económica y social del país, ha sido uno de los hechos fundamentales de la España contemporánea. Como consecuencia de la tardía incorporación de España a la Revolución Industrial hasta mediados del XIX el proceso fue muy lento y su aceleración no se produjo hasta la década de los 60 con el desarrollismo y los grandes movimientos migratorios desde las zonas rurales a las zonas industriales.

De todos modos el proceso de urbanización no fue igual para todas las CCAA, existiendo grandes diferencias entre las más desarrolladas e industrializadas. La agricultura y la ganadería tuvieron un peso importante, en la población activa como en el PIB.

Orígenes

Si bien la primera evolución urbana se produjo en el Neolítico. La ciudad fenicia de Gadir fue considerada como el primer centro urbano de Occidente. Otras ciudades fenicias fueron Malaka…

Con la llegada de los romanos, surgieron una serie de ciudades unidas entre sí gracias a una buena red de calzadas. La ciudad romana, se extendía entorno a dos calles principales: el Cardum, y el Decumanum. En la confluencia de ambas calles se instalaba el foro, centro de negocios y donde se desarrollaba la actividad política y religiosa. La ciudad romana contaba con pavimentados de calles, traídas de agua y alcantarillado, algunas ciudades romanas fueron Mérida, Tarragona y Zaragoza.

La ciudad medieval

La ciudad musulmana

En la España árabe se asistió a un importante desarrollo de la vida urbana, la ciudad era para el ciudadano musulmán el centro religioso y lugar donde realizaban sus actividades y satisfacía sus necesidades. La ciudad constituía el centro de la comunidad.

La morfología urbana se articulaba entorno al barrio central, donde se encontraba la mezquita mayor, el mercado y en el que confluían distintas vías. A estos barrios se añadían los arrabales, donde vivían la mayoría de los habitantes de la urbe. La ciudad musulmana tenía un plano irregular, con calles angostas y tortuosas, muchas de ellas sin salidas. Muchas ciudades musulmanas que existían con anterioridad eran Córdoba, Toledo, Zaragoza o Sevilla. También crearon otras como Almería, Madrid o Badajoz.

La ciudad cristiana

En la España cristiana a partir del siglo XI comenzó el auge urbano. Las peregrinaciones a Santiago y la renovación comercial e industrial fueron las causas que contribuyeron a este movimiento urbano. La ciudad cristiana había surgido en un lugar de fácil defensa entorno a un castillo, templo, mercado o cruces de caminos. Tiene, aunque con matizaciones, un plano irregular y constituye a una ciudad cerrada. La ciudad estaba rodeada de muralla y calles principales partían a un núcleo central en dirección radial, con calles secundarias que estaban dispuestas en círculos concéntricos. Por ese motivo tenía frecuencia un plano radioconcéntrico, como ocurre en Vitoria. En el norte de España a lo largo del Camino de Santiago surgieron las ciudades de peregrinación de trazado lineal, luego saldrían barrios comerciales o burgos. Estella, Logroño o Burgos tipifican este tipo de ciudades.

Del Renacimiento al Neoclásico

La promulgación de una serie de leyes en el marco del Renacimiento, obligó al concejo a la construcción de casas consistoriales, que hicieron surgir las llamadas plazas mayores

que modificaron el ámbito urbano. La irregularidad de su trazado se modificó por Felipe II en la Plaza Mayor de Valladolid. De aquí en adelante se optó por diseñar trazados regulares como se puso en manifiesto en las plazas mayores de Madrid, León, y ya en el Barroco la de Salamanca. En el Barroco el trazado urbanístico dio lugar a nuevas plazas dispuestas sin regularidad, y edificios públicos o religiosos conformaban el paisaje urbano. El ayuntamiento situado en la plaza mayor dirigía la vida municipal; en él se colocaba el reloj que regía el tiempo de la población y además disponía de campanas.

En el urbanismo neoclásico destacaba la uniformidad: las calles debían ser rectas; los planos regulares, a ser posible rectangulares; y los edificios importantes solían encontrarse al final de las vías principales. El mejor ejemplo es la reforma del Paseo del Prado de Madrid. El trazado regular es evidente en las poblaciones de colonización como por ejemplo La Carolina en Córdoba.

La ciudad industrial

El nuevo elemento del panorama urbano fue la fábrica, instalada en las afueras de las ciudades cerca de las vías de comunicación para facilitar el transporte tanto de materias primas como de productos elaborados.

Las fábricas necesitaban una mano de obra abundante, lo que produjo el éxodo de la población del campo a la ciudad. Ante tal situación surgieron voces, tanto de la clase obrera como desde la empresarial para solucionar el problema. Algunas soluciones como las de los socialistas utópicos fueron como su propio nombre indicaba irrealizables. Sin embargo otras como la de Howard sobre la ciudad jardín se hicieron realidad en la Ciudad Lineal de Arturo Soria en Madrid.

El ensanche nació como un nuevo elemento del espacio urbano, llevando implícito el derribo de alguna muralla y cercas que existían en la ciudad.

Un aspecto característico del ensanche fue el trazado ortogonal del plano que permitía la comunicación con el interior de la ciudad.

La ciudad del siglo XX

Los planes de ensanche continuaron con diferentes suertes hasta la Guerra Civil y aparecieron barrios obreros en arrabales sin ningún tipo de salubridad en la periferia de las ciudades.

Surgieron leyes que aceleraron la construcción de viviendas mediante planes estatales como las viviendas protegidas o bonificadas que cristalizaron en barriadas y poblados con arquitectura muy homogénea y baja calidad.

En 1956 se publicó la Ley de Suelo y Ordenamiento Urbano para tratar de introducir una cierta racionalidad en el proceso urbanístico.

El Plan Nacional de la Vivienda significó la construcción de grandes polígonos en las periferias de las ciudades dentro donde se pudo considerar como el modelo desarrollista.

El fenómeno expansivo del urbanismo dio lugar a la aparición de conurbaciones, producidas cuando dos ciudades nacieron separadas y se unen físicamente pero conservando cada una de ellas su propia autonomía.

También aparecieron las áreas metropolitanas donde una ciudad principalmente domina financiera, económica y administrativamente sobre una serie de ciudades próximas con servicios muy desarrollados e integrados. El fenómeno del turismo que dio lugar a la construcción masiva de apartamentos y hoteles en las ciudades costeras.

el numero de viviendas dentro de un nuevo urbanismo mejor planificado y racionalizado basado en los planes generales de ordenacion urbana, que todas las ciudades elaboran con el fin de no cometer los errores de epocas anteriores.

  1. LACIUDAD POSTINDRUSTIAL

El nuevo urbanismo de la decadad de los 90 tuvo unas caracteristicas propias que lo diferencian de otras actuaciones urbanisticas de epocas anteriores

  • la industria abandono la ciudad siendo sus espacios ocupados por areas del sector servicio.
  • Las nuevas areas de las ciudades fueron planificadasde forma  metodica tratando de especificar en los planes de urbanismo los espacios de dicados alas calles, jardines, plazas…
  • surgio una gran preocupacion por el respeto al medio amniente.
  • Existio una evidente preocupacion por recuperar los barrios historicos
  • se produjo una descongestion de los nucleos centrales a favor de las areas residenciales y las ciudades drmitorios.
  • Manifestaciones de grandes impactos social o cultural

Asi barcelona aprovecho y remodelo el frente maritimo recuperando las playas y generando el barrio del Poblenou, sede de la ciudad olimpica que luego fue convertida en zona residenciales

Madrid modifico la estacion de Atocha y remodelo el musaeo del prado

sevilla con la exposicion universal transformo las infraestructuras de la ciudad; poniendo en marcha la primera linea ferroviaria de alta velocidad en el pais AVE.

Bilbao ademas de la construcion del museo Guggenheim recopnvirtio el suelo urbano de ocio y servicio el area industrial de la ria de nervion

valencia creo el complejo cultural de ñla ciudad de las artes y las ciencias

Zaragoza con motivo de la recion terminada Expo 2008 creo nuevos barrios e infraestructura como la estacion del AVE y recupero espacios naturales en la ribera del rio ebro.

En los ultimos tiempos venimos asistiendo a la transformacion de una  sociedad industrial en una sociedad de la informacion.

  • Contaminacion atmosferica normalmete proviene del uso de los materiales energeticos las calefaciones industrias y vehiculos de motor. Ademas la contaminacion acustica producida por el trafico y las actividades molestas , tambien la contaminacion de lñas aguas originadas por vertidos industriales y domesticos .
  • La congestion del trafico debida al uso masivo del parque de automoviles por encima de la capacidad de absorcion de las ciudades.
  • Residuos urbanos basuras y desechos solidos que provocan en ciudades como madrid.

Uno de los problemas mas importantes mediambientales del proceso urbanistico español de los ultimos años es el urbanismo salvaje y especulativo que deja sus huellas en zonas de gran valor ecologico y paisajistico.

9. Urbanismo en Extremadura.

Según el padrón de 2008 tenemos una población de 1097744 habitantes en la k el 48,86% vive en ciudades de más de 10000 habitantes. La diferencia con españana es grande con un 78,61%.

Existe una débil ocupación en la k observamos la inexsistencia de grandes ciudades y la concentración de varios núcleos y otros de tamaño medio. Están situados a gran distancia entre si y localizados en las vías de comunicación o comarcas agrarias mas productivas.

Solo 15 ciudades superan los 10000 hab, pero estamos muy lejos de la media nacional, la tendencia de la ciudad española  a ser de mas de 250000 hab no se cumple aki. La ciudad mas grande es badajoz ocupando el puesto 43 de las 100 mas pobladas de España. En cuanto a equipamientos se ha avanzado mucho pero todavía quedan deficiencias en estructuras, comunicaciones, instalaciones deportivas.

Es evidente la falta de industrialización, la deficiencia de la red de ferrocarril, la falta de capitalización o la existencia de un solo aeropuerto con escaso uso civil. Pero el AVE, la construcción de autovías y la puesta en funcionamiento de la plataforma logística de badajoz para aumentar el desarrollo urbano.

Las vegas del Guadiana y la red de transportes sobre todo la vía de la plata; articulan el territorio extremeño. En las vegas se asienta varios núcleos urbanos k en total hacen 290000 hab y en el paso de la vía de la plata los nucleos k se asientan sobre ella llegan a un total de 250000 hab.

 El débil sector industrial hace k la mayor parte de la población trabaje en el sector servicios, aunque el sector primario tiene una gran importancia económica en las vegas y tierra de barros. Las industrias de transformación de productos agrícolas ayudan al desarrollo de estas comarcas.

 El territorio extremeño se articula en torno a varios núcleos: Plasencia, Cáceres, Badajoz, Mérida, Don Benito, Villanueva y Zafra.

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