EL DOMINIO BIOCLIMÁTICO ATLÁNTICO U OCEÁNICO
Abarca todo el N. Sometido casi todo el año a las borrascas atlánticas, la nubosidad suele ser abundante y la humedad relativa alta. Las precipitaciones superan los 800 mm. y, muchas veces, los 1000 o 1200. Llueve más de 150 días y ningún mes está por debajo de los 30 mm. Dentro de él, podemos distinguir dos subtipos climáticos principales:
Clima oceánico costero
Abarca la costa Cantábrica y la costa Atlántica de Galicia. Se caracteriza por un invierno suave (enero>7º) y verano suave ( Clima oceánico de transición
-Se da más al interior (Vitoria, Pamplona, Lugo…). En estas zonas, el alejamiento del mar dota al clima de cierto matiz continental, con invierno frío (enero7º)
LA VEGETACIÓN: El bosque de caducifolias
En la España de clima templado lluvioso todo el año, la notable pluviosidad y el invierno suave favorecen el desarrollo de bosques de hoja caduca,. La especie arbórea predominante es el roble común o «carballo» (quercus robur). También está muy difundida el haya (fagus silvatica), aunque apenas aparece en Galicia, quizá por ser la sequía veraniega más acusada. Estas especies suelen estar acompañadas por el castaño (muy difundido por intervención humana) y por tilos, olmos, fresnos, avellanos, etc.
El sotobosque es escaso, al recibir esta zona poca luz, predominando en él los helechos.
Cuando los suelos son demasiado ácidos,las caducifolias son sustituidas por el pino rodeno o marítimo (pinus pinaster). ha sido muy usada en repoblaciones forestales realizadas con estrechas miras (crece muy rápidamente y es maderable o utilizable para fabricar pasta de papel).
La landa En los suelos muy ácidos y mal drenados, aparece un matorral bastante denso formado por varios brezos, tojo, helechos, retamas, etc. La landa se ha extendido al ser talado o incendiado el bosque original. El prado n zonas más altas de las laderas se desarrollan praderas de vegetación herbácea, con gramíneas como la festuca. Son muy adecuadas para pasto del ganado bovino, muy abundante en esta zona.
L DOMINIO BIOCLIMÁTICO MEDITERRÁNEO Su característica principal es la existencia de un verano seco, con meses por debajo de 30 mm. CLIMA MEDITERRÁNEO DE INVIERNO SUAVE (costa y valle del Guadalquivir) Cmprende casi toda la costa E y S y la mayor parte del valle del Guadalquivir. Las medias de Enero están sobre los 10 – 12º en la costa y entre 7 y 8º en zonas interiores. Agosto supera los 24 – 25º. Predominan los cielos despejados y las lluvias suelen ser de 400 – 600 mm., con máximos de otoño a primavera y sequía estival. Dentro de esta amplia zona, podemos encontrar diversas variantes: Costa NE: (de Gerona a Barcelona). Clima que puede considerarse de transición entre el Atlántico y el Mediterráneo. Las precipitaciones son de tipo oceánico, entre 600 y 800 mm., pero el verano es caluroso (>22º), como en el clima Mediterráneo. Las temperaturas suelen estar alrededor de los 8º en enero y de los 23º en Agosto. Variedad levantina (de Tarragona a Alicante, Baleares…). Sobre 10º en Enero y 24º en Agosto. Las lluvias disminuyen del N de la región (550 mm) al S (350 mm) y son, en ocasiones torrenciales (situaciones de gota fría), con máximos otoñales. Litoral Penibético: Más de 12º en Enero y 25º en Agosto. Las lluvias aumentan hacia el Oeste (500 mm. en Málaga, casi 700 en Tarifa…) Valle del Guadalquivir: Enero con 8 a 10º y 28º o más en Julio, con máximas absolutas de hasta 50º en Ecija (la sartén de Andalucía). Abierto el valle hacia el Atlántico, las precipitaciones suelen sobrepasar los 500 mm., pero con un mínimo estival muy fuerte y gran irregularidad según los años. La estación más lluviosa es el invierno. CLIMA MEDITERRÁNEO DE INVIERNO FRÍO (de interior)
Enero registra menos de 7º y hay varios meses por debajo de 10º. Las precipitaciones oscilan entre 350 y 600 mm., con mínimos en verano y máximos de otoño y primavera. Distinguiremos las siguientes variantes:
Valle del Ebro y Llanos de Castilla – La Mancha: Sobre 5º en Enero y 24 en Julio. .Algunas zonas del interior de la Depresión del Ebro (Los Monegros) y áreas de la Mancha Oriental no alcanzan los 300 mm. de precipitación y pueden ser consideradas semiáridas o subdesérticas. Cuenca del Duero – Sistema Ibérico: Enero con 2 – 4º y verano fresco, por debajo de 22º . Este tipo se prolonga, además, por Guadalajara, Cuenca, Teruel y el Somontano Pirenaico y en él se han registrado las temperaturas absolutas más bajas (alrededor de -30º), si exceptuamos las que se producen en áreas de alta montaña.
LA VEGETACIÓN DE LA ESPAÑA MEDITERRÁNEAEl bosque marcescente
Se extiende en la zona de transición entre el clima atlántico y el mediterráneo, principalmente en los piedemontes de las montañas de la mitad N. Los árboles predominantes son especies del género quercus, como el rebollo o el quejigo. Son plantas de hoja y características similares a los robles, pero de menor porte y hojas más pequeñas. Éstas se secan en invierno, pero permanecen secas sobre el árbol hasta que, muy tardíamente, caen (hojas marcescentes)
El bosque de perennifolias
En las zonas de escasa precipitación, los árboles se adaptan al clima dotándose de hojas estrechas, que ofrecen menos superficie a la evaporación, duras y perennes.
El árbol más representativo de la España mediterránea es la encina (quercus ilex). Cubre buena parte de la Meseta y es abundante en las depresiones exteriores y en la costa E y S, generalmente sobre suelos calizos. Según las precipitaciones, encontraremos dos tipos de encina: la que aparece en el NE, de hoja blanda y ancha (encina provenzal) y la del resto del país: de hoja pequeña y coriácea, denominada comúnmente carrasca.
Si los inviernos son muy duros, el territorio de la encina es ocupado por la sabina.
También tiene características similares a la encina el alcornoque (quercus suber), con distribución en las zonas más lluviosas de la España seca: Extremadura y zona noroccidental de Andalucía, siempre sobre suelos silíceos.
En zonas de la España Occidental, principalmente en Extremadura, encinares y alcornocales han originado por acción humana un paisaje de prados y arbolado con gran valor ecológico: la dehesa.
En las áreas más cálidas y menos lluviosas domina el pino, especie más adaptada al calor y la sequía (termófila y xerófila). Suele tratarse del pino carrasco (pinus halepensis) o, en los arenales costeros, del pino piñonero (pinus pinea).
El matorral mediterráneo
Suele ser el resultado de la degradación de la vegetación natural por acción humana, aunque, en ocasiones, se trata de formaciones primitivas. Podemos distinguir dos variedades principales:
- El maquis o maquia: En zonas relativamente lluviosas y con suelo silíceo,. Predominan el madroño, el acebo, la retama …
- La garriga: sobre suelos calizos, en áreas de clima más cálido y seco. Es el dominio de la coscoja (quercus coccifera), a la que acompañan el algarrobo, lentisco, acebuche u olivo silvestre, etc. Abunda en la costa oriental y el valle del Guadalquivir
La destrucción de las formaciones originales
La destrucción del encinar ha llevado a una gran expansión de las formaciones arbustivas, pero, incluso éstas, han sido destruidas muchas veces por el hombre. La explotación maderera irracional, la creación de nuevas zonas de cultivo, luego abandonadas por improductivas, el pastoreo excesivo, los incendios…., han sido los causantes.
Como resultado de lo anterior, el matorral mediterráneo es sustituido por formaciones de pequeños arbustos. Las principales son:
- Los romerales, sobre suelos calizos. Abundan el romero, el espliego y otras plantas olorosas.
- Los jarales, sobre suelos silíceos. Predominan las jaras.
La degradación todavía puede continuar, desarrollándose entonces plantas todavía más ralas, entre las que destaca el tomillo, por lo que podemos denominar a estos paisajes tomillares. El suelo, entonces, tiene muy poca protección vegetal y la erosión del mismo puede ser muy intensa.
CLIMA MEDITERRÁNEO SEMIÁRIDO
En áreas del SE español y del centro del valle del Ebro, las precipitaciones anuales no alcanzan los 250 mm. anuales y pueden considerarse zonas semiáridas o subdeseérticas. En el cabo de Gata, la precipitación media anual es de sólo unos 130 mm.
Vegetación del clima mediterráneo semiárido
En las zonas semidesérticas del SE no sobreviven el bosque ni la garriga. Aquí la formación vegetal natural es el matorral espinoso. Está formado por el palmito o palmera enana, el cambrón, varias especies de espárragos silvestres, espinos, etc. En todos los casos, se trata de plantas adaptadas a una sequía extrema (xerófilas).
Tanto en el Sudeste, como en áreas de la Meseta Sur y del Valle del Ebro, cuando las formaciones originales se han degradado, aparece, además del tomillar, la estepa xerófila. En ella predominan el esparto y la ontina. En el SE, el esparto ha tenido cierta importancia económica como fibra textil.
En estas mismas zonas, se desarrolla una vegetación especial cuando los materiales son salinos o con abundancia de yeso. Allí crecen plantas halófilas o gipsófilas, que pueden resistir condiciones extremadas de salinidad.
CLIMA DE MONTAÑA
Se caracteriza por temperaturas bajas en invierno, próximas o inferiores a los 0º. Las precipitaciones son abundantes, generalmente por encima de los 1000 mm. Se localiza en los sistemas montañosos a partir de unos 1200 m de altitud.
Vegetación de montaña
En la alta montaña, la variación climática debida a la altitud provoca una sucesión escalonada de formaciones vegetales (cliserie); esto es, van apareciendo diferentes especies vegetales según la altura a la que nos encontremos. Veremos como ejemplo la cliserie de los Pirineos. Hasta los 1300 m. la vegetación es de tipo mediterráneo: encinares y matorral mediterráneo y, más altos, bosques marcescentes (quejigares). A partir de aquí se diferencian tres pisos:
- Piso subalpino (1300 – 2300 m. aprox.): Ocupado fundamentalmente por coníferas (abetos, pino silvestre o albar)y, a veces, hayas. En la parte superior de este piso, aparece el pino negro (pinus uncinata), enebros enanos, etc.
- Piso alpino (2300 – 3000 m.): Prados de verano, que pasan 7 – 8 meses cubiertos por la nieve.
- Piso nival (a partir de 3000 m.): Roca desnuda. Donde la nieve desaparece algún tiempo, crecen pequeñas plantas rupícolas
VEGETACIÓN EDAFÓFILA
En algunas zonas, son las características del suelo las que determinan la existencia de determinadas especies.
Las riberas de los ríos albergan comunidades de plantas a las que denominamos vegetación riparia o ripícola. Junto a la orilla suelen predominar las saucedas y tamarices, Por encima, se sitúan las choperas y, aún más arriba, las olmedas y fresnedas. Lamentablemente, estos bosques han desaparecido en muchos casos.
Los suelos salinos albergan comunidades vegetales especiales (plantas halófilas). Por ejemplo, la sosa es una planta adaptada a este terreno, existen plantas adaptadas a los yesos, etc.
Los arenales también presentan vegetación adaptada a sus características.
REGIONES VEGETALES
En conjunto, España pertenece a las siguientes regiones vegetales:
EUROSIBERIANA: Galicia, cornisa cantábrica, Pirineos y altas cumbres del Sistema Central e Ibérico.
MEDITERRÁNEA: Resto de la Península y Baleares.
SUBTROPICAL O MACARONÉSICA: Canarias.