Área Silícea: integrada por rocas antiguas de la era precámbrica y primaria. Se localiza en el oeste peninsular y presenta ramificaciones hacia la parte occidental de la cordillera Cantábrica, sistema central, montes de Toledo y Sierra Morena. La roca predominante de esta área es el granito, que se altera de diversas formas creando distintos tipos de relieve granítico:
- 1: El granito se altera químicamente en profundidad por el agua.
- 2: El granito se altera a partir de las diaclasas de la roca.
Las formas son distintas según la altitud:
Zonas de alta montaña
En estas zonas, el agua se filtra por las fracturas de las rocas y, al helarse, aumenta el volumen y las rompe. El resultado es la formación de crestas agudas, escarpadas y dentadas, así como de canchales.
Zonas menos elevadas
Las formas dependen de la disposición de las fracturas. Si las diaclasas son paralelas a la superficie, el granito se descama lentamente y origina un paisaje de formas suavemente onduladas y redondeadas, llamadas domos. Si las diaclasas son perpendiculares, se forman bolas. Estas pueden quedar amontonadas unas sobre otras formando berrocales. Otras veces, las bolas se disponen caprichosamente en las laderas o al pie de las montañas, constituyendo un caos granítico.
Área Cáliza: integrada por rocas de la era secundaria plegadas en la era terciaria. Su localización forma una Z invertida que se extiende por los prepirineos, montes vascos, sector oriental de la cordillera Cantábrica, sistema ibérico, parte de la cordillera costero-catalana y cordillera subbética. La roca predominante de esta área es la caliza, una roca dura que se fractura formando grietas y que se disuelve fácilmente con el agua. Da lugar al relieve cárstico, cuyas formas características son:
- Lapiazes: surcos separados por tabiques más o menos agudos. Los surcos se forman por las aguas de escorrentía sobre las vertientes o sobre superficies llanas con fisuras.
- Gargantas: valles estrechos y profundos, enmarcados por vertientes abruptas, recorridos por corrientes de agua que desaparecen por sumideros o pozos y continúan circulando subterráneamente. El poljé puede inundarse si se eleva el nivel de las aguas subterráneas o si el agua recibida en superficie es más de la que puede infiltrarse por las grietas o pozos.
- Dolinas: grandes cavidades formadas en los lugares donde el agua se estanca. Pueden tener formas diversas y unirse con otras vecinas, formando cavidades de trazado complicado denominadas uvalas.
- Cuevas: se forman al infiltrarse el agua y circular subterráneamente por las fisuras del terreno calizo, excavando galerías. En ellas suelen formarse estalactitas a partir del agua, y estalagmitas a partir del agua depositada en el suelo.
- Simas: aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías subterráneas.
Área Arcillosa: integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. Se localiza en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, en áreas hundidas y en las llanuras costeras mediterráneas. La roca predominante en esta área es la arcilla, caracterizada por su escasa resistencia. Da lugar a un relieve básicamente horizontal. Su rápida erosión genera dos tipos de relieve:
- 1: Los ríos abren valles que separan estructuras horizontales. Estas son pronto desgastadas, originando llanuras suavemente onduladas: campiñas.
- 2: En las zonas donde se alternan largos periodos secos y calurosos con otros de lluvias cortas y torrenciales, y no existe la protección vegetal, el agua de arroyada desgasta intensamente las vertientes. En ellas se forman cárcavas y profundos separados por aristas. Su amplio desarrollo sobre una zona origina un paisaje peculiar llamado «badlands».
Relieve Causado por Erosión Diferencial: la erosión actúa de forma diferencial dando lugar a distintos relieves según la disposición de los estratos.
Estratos Horizontales:
Y alternativamente duros y blandos, los ríos abren valles que separan amplias plataformas, llamadas páramos. Los páramos tienen una cima horizontal, formada por el estrato duro y flancos cóncavos coincidiendo con el estrato blando inferior. Los flancos se erosionan más rápidamente, de modo que los páramos se reducen y acaban convirtiéndose en cerros testigo y en antecerros cuando desaparece el estrato duro superior. Se ensancha el espacio que separa los páramos, donde se forman llanuras suavemente onduladas sobre los materiales blandos.
Estratos Suavemente Inclinados:
Y alternan materiales duros y blandos, se forman cuestas. En ellas se distinguen un dorso, constituido por el estrato duro inclinado, y un frente con una cornisa de fuerte pendiente, formada por la capa dura, y una parte inferior cóncava en la capa blanda, donde la erosión es más rápida.
Estratos Plegados:
Y formados por materiales alternativamente duros y blandos, se originan dos tipos de relieve:
- Relieve Apalachense: se forma sobre un relieve montañoso herciniano, arrasado y aplanado por la erosión, que experimenta un posterior levantamiento que reactiva la erosión. Esta actúa de forma diferencial y crea un relieve formado por la alternancia de crestas y valles. Las crestas formadas en los estratos duros son sierras largas, paralelas entre sí y de altitud similar, y se encuentran separadas por valles abiertos por la erosión en los materiales blandos.
- Relieve Jurásico: se forma en cordilleras jóvenes. Está constituido por una alternancia de pliegues convexos y cóncavos. En los anticlinales, la erosión del agua crea valles perpendiculares a la cumbre y valles paralelos a la cumbre. Una vez que la erosión perfora así el estrato duro de los anticlinales, el vaciamiento es rápido, y se convierten en valles entre los cuales quedan levantados los antiguos valles sinclinales, de modo que el relieve se ha invertido (sistema ibérico).
Meseta: llanura elevada situada a unos 600-800 metros de altitud. Se formó en la era primaria. En la era terciaria, la meseta fue deformada y destruida en gran parte durante la orogénesis alpina. Se pueden diferenciar tres unidades:
- Antiguo Zócalo Paleozoico: solo aflora al oeste peninsular. La erosión ha eliminado los materiales terciarios, dejando al descubierto los materiales silíceos primarios. El relieve está constituido por penillanuras, accidentadas por montes islas. En la zona de contacto de las penillanuras con las cuencas sedimentarias de la Meseta, los ríos crean profundas gargantas.
- Sierras Interiores: de la meseta son el sistema central y los montes de Toledo. Se formaron en la era terciaria.
- Sistema Central: es más alto y divide la meseta por la mitad.
- Los Montes de Toledo: son de menor altura y dividen en dos la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana.
Cuencas Sedimentarias Interiores: son las submesetas norte y sur. Se formaron en la era terciaria. Las cuencas constituyeron lagos, luego se rellenaron con materiales terciarios, dispuestos horizontalmente en estratos blandos en la parte inferior y duros en la parte superior. El resultado fue un relieve de:
- Páramos: superficies estructurales planas y elevadas formadas por los estratos duros calizos. Se localizan en la zona norte y este de la cuenca de la submeseta norte y en la zona este de la submeseta sur.
- Campiñas: llanuras bajas suavemente onduladas recorridas por ríos. Son frecuentes los cerros testigo. Las campiñas más destacadas son las recorridas por los ríos Duero, Tajo y Guadiana.
- Cuestas: zonas inclinadas entre los páramos y las campiñas.
Cordilleras Exteriores a la Meseta:
- Pirineos: Eje: corresponde al antiguo macizo herciniano. Está formado por materiales paleozoicos y tiene un relieve abrupto.
- Prepírenos: se encuentran al sur de la zona axial. Se formaron en la orogénesis alpina de la era terciaria. Están formados por calizas y poseen un relieve más suave y menos alto que el de la zona axial.
- Depresión Media: es una larga y estrecha depresión que separa las sierras interiores y las sierras exteriores prepirenaicas.
- Montes Vascos (prolongación Pirineos): son de roquedo calizo, formas suaves y moderada altitud. Sus mayores elevaciones son Aralar y Peña Gorbea.
- Cordillera Costero-Catalana (prolongación Pirineos): está separada por fallas. La mitad norte está formada por materiales paleozoicos y la mitad sur está constituida por terrenos calizos.
- Cordilleras Béticas: dos sistemas montañosos separados por depresiones.
- Cordillera Penibética: se formó en la era terciaria. Sus materiales son paleozoicos. Cimas más elevadas de la península: Picos Mulhacén y Veleta.
- Cordillera Subbética: se formó en la era terciaria. Sus materiales eran alternativamente duros y blandos, al plegarse, originaron mantos de corrimiento y cabalgamientos, es decir, desplazamientos horizontales de materiales a considerable distancia de su lugar de origen. Las sierras más destacadas son Grazalema, Ubrique y Cazorla.
- Depresión Intrabética: se encuentra fragmentada en varias depresiones pequeñas. Se rellenó con materiales terciarios, que dan lugar a un paisaje de badlands.