Repercusiones económicas
España en los últimos años está incrementando el número de turistas extranjeros recibidos. En 2014 alcanzó el tercer puesto con 65 millones de turistas (por detrás de Francia y Estados Unidos). Es el segundo país del mundo en ingresos por turismo internacional. Los visitantes de Reino Unido, Francia y Alemania suman más de la mitad del turismo. Las repercusiones de este fenómeno son importantes:
- El turismo crea empleo, dado que muchas tareas no pueden mecanizarse y requieren mano de obra abundante y poco cualificada, (especialmente afectada por el paro), tanto en servicios exclusivamente turísticos, como en servicios mixtos para turistas y no turistas. En muchos casos el empleo es temporal.
- Ejerce un efecto multiplicador sobre otras actividades económicas que se ven estimuladas por la demanda turística: agricultura, industria, construcción, transporte, y comercio.
- Aporta riqueza al país (en torno al 11,5% del PIB y el 12,5% del empleo), por lo que constituye uno de los pilares básicos de la prosperidad económica española.
- Compensa en gran parte la balanza comercial, frenando el endeudamiento externo.
- Influye en la política de transportes ya que se ha orientado a dotar de buena accesibilidad a los núcleos turísticos. Se ha asegurado la accesibilidad conectando España con vías de gran capacidad a la red europea. Por otra parte el turismo ha sido determinante para desarrollar sistemas de gran capacidad en la zona litoral mediterránea (ej: autopista del Mediterráneo) que han contrapesado el predominio del sistema radial. También ha contribuido a ampliar y modernizar algunos aeropuertos (Palma de Mallorca, Málaga, Madrid, Tenerife, Las Palmas y Alicante) y a potenciar la capacidad portuaria para embarcaciones recreativas y deportivas.
Repercusiones territoriales
El turismo es una actividad que genera grandes desequilibrios territoriales entre las zonas turísticas (archipiélagos, costa Mediterránea, Madrid) y el resto de la península. No solo repercute en los espacios propiamente turísticos sino también en su entorno, donde implanta actividades y servicios (comercio, hostelería y restauración…) y donde puede ocasionar conflictos con otras actividades.
En las áreas litorales
El turismo ordena los espacios próximos en función de sus necesidades, convirtiéndolas en zonas de ocio o de servicios. Esto tiene consecuencias de distinto orden:
- Alteraciones en el medio y en el paisaje: necesidad de embalses para el abastecimiento de agua; de canteras y graveras para materiales de construcción; movimientos y explanaciones de tierras para infraestructuras de transporte…
- Transformaciones económicas: antiguas tierras de cultivo, reservas naturales, zonas de pasto se convierten en zonas edificables y aumentan considerablemente de valor, entrando en conflicto con sus antiguos usuarios. La presión urbanizadora genera problemas por el suelo y el consumo de agua.
En las áreas de turismo rural y de montaña
El turismo puede crear conflicto con las actividades tradicionales, al fomentar el abandono de agricultura y ganadería.
En las ciudades con patrimonio histórico-artístico
Los cascos antiguos se especializan en actividades relacionadas con el turismo, mientras que en la periferia crecen las segundas residencias y hoteles para atender la creciente demanda turística. En el lado positivo, se estimula la rehabilitación de los deteriorados cascos históricos de las ciudades antiguas; en el negativo, se reduce considerablemente el uso residencial de los mismos.