Problemas de la industria española
España es el quinto estado de la UE por importancia industrial, en una posición intermedia entre los cuatro más importantes y el resto de estados. De todos modos, mientras que en la mayoría de los estados más desarrollados el porcentaje del volumen de negocio industrial sobrepasa el de la población, en España pasa lo contrario, lo que indica un grado de industrialización media y una productividad relativamente baja del sector industrial.
Compara el mapa con la tabla estadística
El mapa nos muestra la participación de las comunidades autónomas en el PIB del estado en 2007, mientras que la tabla estadística nos muestra la diferencia del PIB per cápita entre regiones. En el primer mapa podemos observar que hay 5 comunidades autónomas que son la de Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia y País Vasco que tienen una participación en el PIB más importante sobre el resto. Y en la tabla podemos observar que el PIB por habitante de una comunidad autónoma a otra hay grandes diferencias. Las diferencias que podemos observar que hay alguna comunidad autónoma como Andalucía que tiene un PIB elevado, pero el PIB per cápita está muy por debajo.
Dos modelos básicos de financiación
Régimen común
Es el sistema de financiación que tienen que aplicar la mayoría de las comunidades autónomas. Según este sistema, las comunidades autónomas reciben de la administración central del estado dos tipos de recursos: tributarios y no tributarios, los primeros son dinero proveniente de algunos impuestos que se ceden a las administraciones autonómicas, mientras que los no tributarios son dinero que se reciben del estado que no dependen de ningún impuesto.
Régimen foral
Se aplica exclusivamente a Navarra y País Vasco, llamados territorios forales históricos. En aplicación de aquello que se dice la Disposición adicional primera de la Constitución, el Estatuto de Autonomía del País Vasco y la Ley Orgánica de Reintegración y mejora del régimen foral de Navarra establecen que las relaciones económicas entre el estado central y los territorios forales se rigen por el sistema de concierto económico. Según este sistema, se la administración de cada uno de los territorios forales quien controla, recauda y gestiona la mayor parte de los impuestos estatales y contribuye a los gastos generales del estado con una cuota de dinero.
2 mecanismos de redistribución estatal de los recursos
En las comunidades de régimen común, hay el llamado fondo de suficiencia, como mecanismo de cierre del sistema de financiación. La Constitución previó la creación de un fondo de compensación interterritorial (FCI) para corregir desequilibrios y hacer efectivo el llamado principio de solidaridad. La redistribución territorial es siempre complicada y presenta importantes disfunciones: las Islas Baleares y Cataluña sobre todo, pero también la Comunidad Valenciana y la de Madrid, tienen que soportar unos déficits fiscales muy grandes, mientras que las comunidades de régimen foral, a pesar de que tienen un grado de renta muy alto, no aportan casi nada a la solidaridad interterritorial.
Evolución del crecimiento demográfico español
El siglo XVIII, la población española inició una etapa de crecimiento continuo que llega hasta la actualidad. El aumento de población ocurrido en España en el periodo comprendido entre 1830 y 1960 se consecuencia del cambio de orientación del crecimiento vegetativo, ya que pasa de un crecimiento débil a causa de la mortalidad elevada a un crecimiento demográfico intenso debido a la desaparición de las mortandades catastróficas y de la disminución de la mortalidad infantil y del mantenimiento elevado de la natalidad.
Distribuido el crecimiento demográfico
Un rasgo característico del crecimiento demográfico español ha sido que este se ha producido sobre todo en la zona costera. Las poblaciones que no han crecido desde el 1900 son: Lugo, Ourense, Zamora, Palencia, Ávila, Segovia, Soria, Huesca, Teruel y Cuenca. En la actualidad sólo una cuarta parte de la población española vive en el altiplano central.
Espacios territoriales con mayor y menor densidad de población
España muestra 5 espacios territoriales con una densidad de población elevada o muy elevada:
- La fachada peninsular mediterránea, incluyendo las Baleares. Es el espacio más extenso y el que concentra una cantidad de población mayor.
- Andalucía occidental, provincia de Sevilla, Cádiz y Málaga.
- Madrid, formada por el área metropolitana madrileña.
- La fachada litoral atlántica y cantábrica, presenta zonas de baja densidad entre Lugo y Asturias.
- Las Islas Canarias.
La tendencia actual de la población reforzó la importancia demográfica de estos espacios territoriales, excepto el de la fachada litoral y cantábrica, que muestra un crecimiento débil.
Cambios en los movimientos internos entre 1960 – 1975
La distribución actual de la población española es consecuencia de dos procesos de movimiento de población importantes en el tiempo:
- Cambio a largo plazo – constante desde hace más de trescientos años que provocó el despoblamiento del interior peninsular y el incremento de la población en las zonas litorales y prelitorales.
- Un cambio a corto plazo – muy intenso entre 1960 y 1975 que provocó importantes movimientos de población dentro del estado español como consecuencia del desarrollo económico.
Características del actual crecimiento vegetativo
El crecimiento vegetativo español está caracterizado porque es débil. Las causas de este crecimiento débil son las generales de la dinámica de la población europea y compartidas por todos los países desarrollados:
- Baja natalidad, provocada por el retraso de la maternidad en las mujeres, lo que, a la vez, hace disminuir el número de hijos por pareja.
- Baja fecundidad, que llega a la media de 2,1 hijos por mujer, que es el mínimo necesario para mantener estable la población.
Cómo se distribuye la actual dinámica demográfica: posición en contexto histórico
Desde 1882, el índice sintético de fecundidad español se sitúa por debajo del umbral reproductivo, y en 1996 llegó al nivel más bajo. Desde entonces, la ISF ha ido aumentando poco a poco hasta el 1,38 del año 2007. El incremento de población es diferente en las distintas provincias castellanas. La zona más costera del mediterráneo es la zona que tiene un porcentaje de incremento más elevado.
Saldo migratorio desde el siglo XIX al 1975
Desde el S. XIX hasta el año 1975, España fue un territorio de emigración. Hasta el año 1960, la mayor parte de emigrantes se dirigió hacia América. Entre 1960 y 1975 la emigración española se dirigía hacia países desarrollados europeos debido a la crisis económica de los países americanos.
Cambio en el saldo migratorio español y por qué causas
Desde finales del siglo XX España se ha convertido en un territorio receptor de inmigrantes. Las causas son la demanda de mano de obra debido a la evolución positiva de la economía española entre 1995 y 2007 y del vacío demográfico causado por la bajada de la natalidad. Los principales puntos de procedencia de la inmigración son estos:
- Países sudamericanos (30% del total)
- Países de la Europa oriental (21% del total)
- Países desarrollados de la UE
- Marruecos (11% del total).
Una característica especial del proceso migratorio del estado español es la rapidez con la que ha tenido lugar: mientras que muchos países desarrollados de Europa tienen importantes contingentes migratorios llegados en los últimos 50 años, España ha conseguido igualar y superar el porcentaje de población inmigrada de estos países en sólo 15 años.
Distribución de la población inmigrada
El año 2008, vivían en el estado español 5,2 millones de inmigrantes. Esta población se ha instalado sobre todo, en la costa mediterránea, en las islas y en el área de Madrid. En cambio, los porcentajes de población son reducidos en los sectores septentrional y occidental de España, desde la costa cantábrica hasta Andalucía occidental.
Efectos demográficos de la inmigración sobre la estructura
La aportación inmigratoria ha provocado una elevación en la natalidad y el crecimiento vegetativo español. También ha repercutido en el rejuvenecimiento de la población, ya que la mayoría de inmigrantes tienen entre 20 y 40 años.
Análisis de la pirámide de población
En esta tabla estadística se destaca el proceso de envejecimiento constante de la población española desde 1960, cabe destacar el gran aumento del índice de envejecimiento entre 1981 y 2001 a consecuencia de la gran disminución de la natalidad y de la fecundidad femenina. La pirámide de edades de 2007 muestra este envejecimiento rápido de la población. Hasta la franja de edades de 30-34 años es una pirámide progresiva pero a partir de esta generación la disminución de efectivos de población se acelera y sólo hay un pequeño aumento en la franja de edades de entre 0 y 9 años, gracias a la leve recuperación de la fecundidad y a la aportación demográfica de la inmigración.
Principales ejes de comunicación
El sistema urbano español está integrado dentro del sistema urbano de la Europa occidental y se conecta a través de dos ejes de comunicaciones: el eje de comunicación mediterráneo, a través de Barcelona, Lyon y Marsella; y el eje de comunicación atlántico a través de Bilbao y Burdeos.
Principales áreas metropolitanas
Las áreas de Madrid y Barcelona tienen la categoría de: áreas metropolitanas europeas. Las áreas metropolitanas estatales son Valencia y Sevilla, junto con Bilbao, Málaga, Zaragoza. Las áreas metropolitanas regionales son: La Coruña, Vigo, Oviedo-Gijón, Valladolid, Alicante-Elche, Palma, Palma de Gran Canaria, Murcia, Granada, Bahía de Cádiz, Córdoba, Pamplona, San Sebastián, Santander-Torrelavega, Santa Cruz de Tenerife y Tarragona-Reus. Las ciudades medianas son las capitales provinciales y otras ciudades y por último las ciudades pequeñas que son aquellas ciudades pequeñas provinciales y las capitales comarcales.
Estructura del sistema urbano español
- Mediterráneo: Barcelona, Valencia
- Central: Madrid, Valladolid
- Meridional: Sevilla, Málaga
- Cantábrico: Bilbao, Santander
- Atlántico: Vigo, La Coruña
- Canario: Santa Cruz de Tenerife, Palmas de Canarias
Características del sistema urbano español
El actual sistema urbano tiene su origen en el desarrollo económico, la industrialización y los movimientos internos de población que se produjeron entre 1960 y 1975. La gran mayoría abandonaba las poblaciones rurales y se concentró en zonas urbanas. Este crecimiento urbano benefició a las ciudades más importantes y su entorno urbano, pero también a las capitales, provinciales o pequeñas ciudades comarcales, que actuaron de receptores de la emigración rural de su entorno.
Transformaciones en la estructura interna
Las transformaciones urbanas de los últimos 50 años han tenido 3 consecuencias principales:
- La consolidación de unos ejes territoriales en los que tienden a concentrarse la población y las actividades económicas: el crecimiento de las áreas metropolitanas y de sus vías de comunicación han contribuido a la configuración de estos ejes.
- El reforzamiento de la preeminencia de las siete áreas metropolitanas principales: las principales áreas metropolitanas son como los recursos de la red urbana.
- La bicefalia del sistema urbano español: representado por el área metropolitana de Madrid y Barcelona.
Sector de actividad económica predominante
Las actividades terciarias ocupan gran parte de la población urbana de las ciudades españolas y las ciudades centrales actúan como proveedores de servicios de su área metropolitana, provincia o comarca. En las ciudades encontramos una gran variedad de servicios, más especializados o de más calidad cuanto más importante es la ciudad. Muchas ciudades son centros de servicios comerciales, culturales, educativos, etc.
Segregación espacial
Dentro de las ciudades se producen importantes diferencias económicas entre sus habitantes y yacimientos de pobreza. Este hecho puede dar lugar a una separación de la población en zonas diferenciadas según su capacidad adquisitiva o por razones culturales o étnicas, eso se llama segregación espacial. En las áreas centrales de la ciudad se están quedando los que tienen poca capacidad adquisitiva ya que los edificios son más viejos y se pueden degradar. Si no intervienen las administraciones públicas, se pueden consolidar unos centros urbanos con una población autóctona vieja y pobre y una población inmigrada recién llegada.