Análisis de la Estructura Agraria en España
a) Distribución de la Propiedad Agraria
Pequeña Propiedad
Provincias con más del 50% de pequeña propiedad: Pontevedra, Lugo, Orense, Cantabria, León, Segovia, Valencia e Islas Canarias.
Pequeña propiedad y minifundio: ¿sinónimos?
Es importante diferenciar entre propiedad (titularidad de la tierra) y explotación (parcela de la que se extrae un rendimiento: latifundio o minifundio). No tienen por qué coincidir. Un minifundio puede pertenecer a un solo propietario (gran propiedad), y una gran explotación agraria podría estar compuesta por varias pequeñas propiedades.
Gran Propiedad
Provincias con más del 50% de gran propiedad: Guadalajara, Cáceres, Badajoz, Ciudad Real, Albacete, Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Jaén.
Gran propiedad y latifundio: ¿sinónimos?
Al igual que en el caso anterior, no son sinónimos. Un latifundio puede pertenecer a varios propietarios (pequeña propiedad), y pequeñas explotaciones pueden pertenecer a un solo propietario (gran propiedad).
b) Usos del Suelo Agrario
Agricultura de Regadío: Consiste en el suministro artificial de agua a los cultivos. Requiere grandes inversiones e infraestructuras hídricas. Cultivos típicos: frutales, arroz, algodón, hortalizas y remolacha. En Andalucía se concentra en el valle del Guadalquivir, la vega de Granada y el litoral.
Agricultura Extensiva: Cultivo en grandes superficies con bajos rendimientos. Baja inversión en tecnología y dependencia del clima. Rendimientos por hectárea bajos, pero aceptables en conjunto. Se practica en regiones con técnicas agrarias atrasadas.
Agricultura Intensiva: Busca la máxima producción por unidad de superficie. Alta mano de obra y amplios rendimientos. Se da en la agricultura de regadío, incluyendo regadíos tradicionales y modernos (agricultura punta, cultivos enarenados o bajo plástico).
Aparcería: Régimen de tenencia de la tierra en el que el propietario cede una finca al aparcero a cambio de un porcentaje de la cosecha.
Barbecho: Tierra en reposo sin cultivar para recuperar su fertilidad.
Cultivos Industriales: Cultivos cuyo producto final no se consume directamente, sino que se transforma industrialmente (tabaco, girasol, algodón).
Dehesa: Explotación agraria con aprovechamientos ganaderos (cerdo o toro bravo), agrícolas (extensiva y con largos barbechos) y forestales (encinar o alcornoque). Son explotaciones latifundistas y cercadas, predominantes en Andalucía, Extremadura y las dos Castillas.
Explotación Agraria: Conjunto de parcelas cultivadas por un mismo agricultor, independientemente de su forma de tenencia (propiedad, arrendamiento, aparcería…).
Ganadería Extensiva: Ganadería en grandes extensiones de terreno, con pastos naturales, poca mano de obra y tecnología, y bajos rendimientos.
Ganadería Intensiva: Ganado estabulado, alimentación con piensos compuestos, alta tecnología y elevados rendimientos.
Hábitat Concentrado: Núcleos de población con casas agrupadas. Frecuente en zonas de secano y latifundio en España.
Hábitat Disperso: Viviendas aisladas y diseminadas. Frecuente en zonas húmedas y con minifundios en España.
Latifundio: Explotación de gran extensión (más de 250 hectáreas), normalmente de producción extensiva. Presente en la mitad sur de España.
Minifundio: Finca rústica de reducida dimensión (menos de 5 hectáreas), con producción de policultivo. Presente en el norte y levante de España.
Monocultivo: Especialización de la explotación en un solo producto. Propio de economías capitalistas y modernas. Ventajas: especialización y rentabilidad. Desventajas: vulnerabilidad a las crisis.
Parcela de Cultivo: División del espacio agrario delimitada por linderos. Se diferencian por tamaño, forma y límites.
PAC (Política Agraria Común): Política de la Unión Europea que regula la producción agrícola y gestiona las subvenciones al sector.
Rotación de Cultivos: Alternancia de cultivos en una misma parcela para recuperar su fertilidad. Tipos: bienal y trienal (con barbecho). Su uso ha disminuido con la expansión de fertilizantes y maquinaria.
Trashumancia: Desplazamiento de pastores con sus rebaños entre regiones según la estación, a través de vías pecuarias (cañadas, veredas y cordeles).
c) Distribución de la Tierra y sus Consecuencias
El contraste en la distribución de la tierra en España se explica por la forma de ocupación del territorio en el pasado. Existían tres tipos de propiedad: colectiva (municipal), estamental (iglesia y nobleza) y particular (muy reducida y cara).
Las desamortizaciones de Mendizábal (1836) y Madoz (1855) incautaron tierras de la iglesia y municipios para su venta, buscando la privatización. Sin embargo, esto reforzó la gran propiedad, ya que los grandes propietarios pudieron adquirir más tierras.
La desaparición de las tierras colectivas, que sustentaban a población humilde, junto con el aumento demográfico, generaron la proletarización del campesinado, malestar social y conflictividad.
d) Relación entre Usos del Suelo y Condiciones Naturales
Relieve
- La altitud influye en la humedad, temperatura y estabilidad de los suelos.
- Las áreas de montaña son propicias para usos forestales.
- La media montaña y la meseta occidental se usan para prados y pastizales ganaderos.
- Las llanuras (cuencas, depresiones, litoral mediterráneo) se destinan a cultivos.
Clima
- El clima mediterráneo, con sequía estival, exige adaptación (trilogía mediterránea: cereales, vid y olivo) y regadío.
- El clima atlántico, con precipitaciones regulares, permite el desarrollo de prados naturales.
Suelos
- Los suelos silíceos, poco fértiles, se usan para dehesas en el occidente.
- Los suelos arcillosos, más fértiles, se destinan a agricultura en las campiñas.