PAISAJE
Se entiende por paisaje cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en
el espacio. Como lo define Forman y Godron (1986), un paisaje es “un área de tierra heterogénea compuesta por un grupo de ecosistemas que se repiten a todo lo largo y ancho en formas similares.” Los ecosistemas que componen un cierto paisaje, pueden variar en su estructura, función y composición de especies. Cuando se están evaluando,protegiendo y diseñando paisajes saludables para su buen funcionamiento es importante ver tanto el sistema completo como las partes que comprende, tanto en sus estructuras como en sus funciones. Los paisajes están compuestos por elementos que searticulan entre sí. Estos elementos son, según la dominancia de un elemento u otro, básicamentede tres tipos: abióticos, bióticos y antrópicos que aparecen por la acción humana. De manera dominante y con influencia total sobre el paisaje está la litosfera. Las estructuras formadas por el movimiento de las placas tectónicas son decisivas para la formación del paisaje. Diferencia los terrenos continentales de los oceánicos y condiciona fuertemente las estructuras superficiales que presenta la corteza terrestre, o lo que es lo mismo, el relieve. Estos relieves son transformados a nivel superficial por la atmósfera y la hidrosfera a través de la erosión, el transporte y la sedimentación. Atmósfera y litosfera se encargan de equilibrar los relieves litológicos erosionando montañas, picos, escalones, transportando los materiales erosionados y depositándolos en las zonas más planas o en el mar, y dando lugar a formaciones superficiales. Las formaciones superficiales (suelos, y depósitos detríticos varios) con el paso del tiempo a escala geológica forman las rocas. La biosfera se asienta sobre la superficie, que es la zona de contacto entre las diferentes esferas, y de manera especial en la hidrosfera. La biosfera transforma el paisaje superficial pero limitada según sus características funcionales a los relieves litológicos, a las características atmosféricas (climas) y a la disponibilidad de agua
ELEMENTOS ESTRUCTURALES
La vegetación provee numerosas funciones ecológicas, incluyendo la captura, la producción, el reciclaje, el almacenamiento y la elaboración de la energía y los materiales. Para entender un paisaje, es útil analizar con frecuencia sus partes para poder obtener un mayor entendimiento de cómo se relacionan entre sí, y cómo funciona el paisaje como un todo. Los elementos más comúnmente descritos en el paisaje son: la matriz (el todo), los corredores, las orillas y las parcelas (partes) que hay dentro de él. Juntos proveen y determinan las funciones del paisaje que comprenden un ecosistema que funciona efectivamente (Figura 2.5.1).
La matriz de un paisaje es el tejido que conecta la tierra con el fondo, dentro del cual encajan todos los elementos del paisaje, incluyendo parcelas, orillas, y corredores. La matriz es la porción del paisaje más conectada, compuesta del tipo de vegetación más contigua y predominante.
Debido a sus funciones de conexión, se piensa que la matriz tiene una influencia muy fuerte en el fluir del paisaje, incluyendo los movimientos de energía, materiales y organismos. Cuando la matriz está intacta, los materiales ecológicos y los procesos fluyen sin impedimentos, pero si la matriz está extensivamente fragmentada a través de cortes para hacer caminos, edificios, haciendas y otras construcciones, la integridad del ecosistema puede ser severamente afectada. Un paisaje fragmentado es como un cuerpo sin esqueleto.
El diseño óptimo de un sitio trata de mantener la integridad de la matriz del paisaje para poder sostener la salud del ecosistema entero. Para tener éxito, es necesario identificar los límites naturales determinados por las comunidades de plantas para averiguar hasta donde se pueden llevar los esfuerzos para el manejo de la tierra. Por ejemplo, puede haber una abundancia de cierto tipo de vegetación en una aldea, dando la apariencia a los residentes que esta planta es común, cuando en realidad es la única de esa especie por cientos de kilómetros a la redonda. Si esta vegetación es considerada en una escala pequeña, sólo dentro de los límites de la comunidad, parecerá ser abundante y hasta desechable, provocando que las urbanizaciones la reemplacen. Si se mira desde una perspectiva más amplia del paisaje, esa misma área de vegetación será vista como una parcela poco común y extremadamente frágil en un área mayor (la matriz) que está prácticamente privada de ella. Entonces, un conocimiento de la matriz, o su estructura conectiva, para cualquier área, depende en gran medida de la escala de referencia, siendo esencial para la protección correcta del paisaje.
Quiere decir que las decisiones del manejo de la tierra deben hacerse basándose en la escala mayor del ecosistema, siempre y cuando sea posible. Las decisiones del paisaje basadas en la escala del ecosistema incorporan a todos los componentes que interactúan en un sistema ecológico, sin importar los límites creados por el hombre, tales como las líneas de propiedad y las jurisdicciones. Por ejemplo, el manejo de las cuencas hidrográficas, que a menudo incluyen tierras dentro de varias jurisdicciones diferentes, se debe enfocar como una perspectiva regional para poder tener éxito en su uso y conservación. De la misma manera, el manejo de los ríos requiere considerar un corredor ribereño entero desde su nacimiento hasta el cuerpo receptor del agua. La planificación exitosa a la escala del ecosistema requiere la cooperación de gobiernos, organizaciones e individuos que tienen la responsabilidad de la mayordomía de la tierra dentro de ese ecosistema.
Las parcelas son áreas de tierra relativamente homogéneas internamente con respecto a la estructura y a la edad vegetativa. Las parcelas son diferentes a la matriz que las rodea. Algunos ejemplos de parcelas son los claros de los paisajes forestados, las tierras pantanosas, las engramadas y los lugares rocosos. En un paisaje más complejo, donde aparentemente no existe una matriz que conecte, los lugares más forestados se pueden considerar como parcelas individuales, separadas generalmente por las barreras constituidas por áreas urbanizadas.
Las parcelas son lo suficientemente grandes para ser sistemas que se auto sostienen y que contienen amplias fuentes para atraer y sostener la vida silvestre. El tamaño será diferente basándose en las especies y pueden extenderse desde unos cientos de metros cuadrados donde se mantienen ciertas especies de tortugas hasta cientos de kilómetros cuadrados como hábitat de aves de rapiña. Sin embargo, a medida que se achicam las parcelas por las construcciones y las oportunidades de entrada y solida a la vida silvestre son eliminadas, dichas parcelas se pueden volver no viables, perdiendo gradualmente su habilidad para sostener la vida. Para el diseño de sitios se debe tener cuidado de no aislar las parcelas de los recursos adyacentes, creando un «efecto de isla»; más bien, las parcelas necesitan mantenerse lo suficientemente grandes para que mantegan sus funciones ecológicas naturales.
Las orillas son fronteras comunes entre los elementos de diferente composición y la estructura de un paisaje. Las orillas de los paisajes pueden actuar como límites entre parcelas distintas o como hábitats importantes en sí mismos Una orilla puede actuar como un límite para resistir invasores (químicos o biológicos). Las construcciones extensas que fragmentan la matriz crean una gran cantidad de hábitats de orilla, que pueden tener este efecto sobre ciertas especies, aislándolas de su hábitat mayor y de su población.
Por otro lado, estos mismos límites pueden también ser lugares muy ricos para localizar organismos, y a menudo existe una mayor abundancia y diversidad de especies y fuentes dentro de los hábitats de orilla, un fenómeno conocido como el «efecto de orilla.» Los ecólogos reconocen que la orilla representa un tercer sistema, más complejo, que combina elementos de dos o más sistemas adyacentes. En esta frontera común, pueden coexistir especies de ambos sistemas.
. Estructuras Funciones del Paisaje
Además, algunas especies se han adaptado específicamente a las características únicas encontradas sólo dentro de la orilla. Las funciones de los elementos del paisaje se muestran en la Tabla 2.5.1.
Con tal de que la orilla provea oportunidades para la difusión y traslación a través de ella, habrá un incremento en la riqueza e interacción de las especies. A veces, el movimiento de las especies y la energía dentro de la orilla es longitudinal, tal es a lo largo de setos vivos en las orillas de los campos, dunas costeras o tierras pantanosas. Debido a que todos los límites tienen profundidades de alguna manera definidas, una «zona protegida» a menudo está definida en la orilla de las tierras pantanosas, los campos y otros tipos importantes de hábitat para proveer mayor claridad y protección a la orilla. Las zonas protegidas pueden también ser usadas a lo largo de las orillas hechas por el hombre. La orilla puede ser mejor conservada cuando se crean zonas protegidas y se restringen los usos de la tierra dentro de ella.
. Características naturales del paisaje existentes en un sitio
Debido a su abundante productividad biológica, las orillas benefician tanto a los humanos como a la vida silvestre. El crear y proteger hábitat de orillas puede ser una estrategia beneficiosa de manejo de tierra y las orillas deben ser creadas cuando sea posible en el paisaje, con tal de que su predominio no destruya la integridad y diversidad de las parcelas y matrices adyacentes. Al crear áreas abiertas para cercas y veredas y al manejar vegetación en diferentes etapas de crecimiento, el hábitat de la orilla puede aún ser mantenido. Sin embargo, bajo evalquier circunstancia, deben existir cantidades amplias de áreas contiguas forestadas de manera permanente. El tamaño de estas áreas forestadas afecta directamente el éxito de las especies que viven allí y se debe tener cuidado de proteger la vida silvestre en su región identificando y preservando los requisitos de su hábitat.
Los corredores son elementos del paisaje que conectan parcelas similares a través de matrices disimilares o agregados de parcelas. Un buen ejemplo de un corredor es una zona de un bosque aluvional maduro que conecta las parcelas de un bosque establecido dentro de un sitio. Los corredores son generalmente longitudinales y las áreas o parcelas conectadas por ellos son frecuentemente llamadas nodos. Los corredores, en las urbanizaciones y los paisajes, generalmente facilitan el flujo de diferentes materiales y organismos de un lugar a otro. La efectividad de la función conectora un corredor frecuentemente depende de cuan ancho sea, cuanta orilla existe y de si hay o no disturbios o quiebres a lo largo del mismo.
Ejemplos de corredores hechos por el hombre son los derechos de vía de líneas férreas, líneas de carga, carreteras y otros derechos de vía. Los corredores vegetativos incluyen las riberas de los ríos, setos vivos y líneas de árboles. Los encargados deben tratar de mejorar la conectividad a través del establecimiento de corredores de vegetación.
COMO SE ANALIZA UN PAISAJE
Al empezar el trabajo de campo es necesario utilizar un método de análisis del espacio natural que permita comprender e interpretar su funcionamiento. ¿Cómo podemos analizar un paisaje? Básicamente podemos establecer tres fases:
La primera es la observación o lectura del paisaje es un enfoque sensible del paisaje, interviene la percepción (vista, oído, olfato, tacto…) y se hace una lista de los elementos del paisaje, serán los primeros datos para empezar a trabajar las condiciones climáticas, el cuadro de abundancia…
Es la primera etapa del análisis paisajista, es un enfoque sensible del paisaje, es decir, que hace intervenir los sentidos más que el razonamiento. Al llegar a un lugar, es en primer lugar la vista quien guía al individuo. Es un reflejo natural, un automatismo. Una impresión general sobre el paisaje que se descubre por primera vez: va a parecernos bonito, tranquilo y descansado, feo, o monótono, etc. El planteamiento se vuelve entonces activo y no pasivo: se hace una lista de los elementos del paisaje, desde los elementos descriptivos generales hasta llegar al detalle.
Percepcióndel espacio
Se trata de recoger todas las sensaciones visuales que obtiene el estudio del paisaje: las texturas, los colores, el tipo de línea dominante (curvo, vertical, horizontal), la amplitud del paisaje en general o con relación al hombre, el modo de desplazamiento principal en el paisaje y la velocidad de desplazamiento.
Geometríadel paisaje
Es la disposición de los distintos elementos entre ellos: los planos de vista (el primer plano, el plano intermedio, el fondo), los efectos geométricos (efecto de ventana, de puerta, la presencia de los puntos de llamada, señal, fuga)
Los límites de lectura del paisaje
Hay que tener en cuenta que esta fase de lectura del paisaje presenta tres inconvenientes que pueden suceder:
- El análisis es específico en el espacio: las impresiones y la estructura del paisaje que se tiene de éste son diferentes según el lugar donde uno se sitúa. Para remediar esto, basta con multiplicar los lugares de observaciones, o incluso con efectuar la lectura del paisaje durante un itinerario que atraviese el territorioanalizado. La utilización previa de un mapatopográfico de la región permite preparar un itinerario o localizar los puntos que parecen los más propicios a la observación (aquellos en altura, teniendo un amplio campo de visión, por ejemplo).
- El análisis es también específico en el tiempo, mientras que un paisaje es dinámico. Los espacios utilizados por el hombre no son nunca fijos, puesto que los adapta en función de sus necesidades, y estas necesidades cambian durante el tiempo. Por ejemplo, las modificaciones profundas del paisaje sufridas debidas al abandono ruralo a la concentración de las parcelas agrícolas. Debido a la falta de tiempo para realizar un seguimiento del paisaje a medio plazo, se pueden consultar hacia las numerosas fuentes de la historia local: bibliotecas municipales, facultades de geografíao historia, historiadores locales, habitantes, etc.
- Por último, el análisis del paisaje es inevitablemente subjetivo, puesto que de un observador a otro la reflexión necesariamente será influida por los gustos personales, su edad, su experiencia, su oficio, su interés por la adaptación o por la conservación de los medios naturales, etc. Como no es materialmente posible tanto en tiempo como en coste económico el realizar un análisis a varias personas, conviene entonces guardar en la cabeza esta subjetividad a la hora de hacer el análisis.
La segunda es la comprensión:
Es el análisis paisajístico (o trabajo de campo) como tal, es la parte más larga del trabajo. El análisis intenta identificar y descifrar los elementos encontrados en la observación o lectura del paisaje, vinculando cada uno ellos a uno o más funciones bien precisa del paisaje como medio de vida. Por ejemplo:
- Las tierras cultivadas están vinculadas a la problemática de la gestión agrícola del espacio, de las habilidades para dar salida o entrada a productos, de las necesidades de la población, etc.
- El río está relacionado con los conceptos de gestión de los recursos hidráulicos, pesqueros, ambientales, etc.
La interpretación
Es la síntesis del estudio. Al ser el paisaje un sistema, debe hacerse un estudio integrado de todos sus elementos: biodiversidad, geodiversidad, elementos abióticos, sostenibilidad, contaminación, actividades humanas, etc. Con el fin de reconstruir los vínculos existentes entre los elementos del paisaje y ser capaces de educar para la sostenibilidad en la escuela.