Los Recursos Hídricos en España
En España, tras restar la evapotranspiración, llegan a los ríos 220 mm/m² al año, lo que convierte al país en una zona seca.
Recursos Hídricos
Los recursos hídricos son los caudales disponibles para el consumo. El volumen de estos recursos corresponde al caudal garantizado en cada época del año. Sin embargo, no todo el caudal regular puede considerarse utilizable, ya que un 15% debe reservarse como caudal medioambiental para mantener los ecosistemas.
Recursos Hídricos Naturales en España
A) Aportaciones
Los caudales de los ríos tienen varios orígenes:
- Lluvia: Tras restar los procesos de evapotranspiración.
- Deshielo: Cuanto mayor es la altura de las nevadas, mayor es la retención nival y el agua liberada por el deshielo.
- Aguas subterráneas: Parte de estas aguas emerge a la superficie de forma natural a través de manantiales.
- Infiltración en los suelos: Gran parte del agua de las precipitaciones queda retenida en los suelos y participa en la evapotranspiración.
Las aportaciones en España presentan una fuerte irregularidad:
- Irregularidad del reparto anual: El clima da lugar a dos Españas: una con veranos secos y estiajes en sus ríos, y otra con precipitaciones más regulares.
- Irregularidad interanual: Los ríos españoles presentan fuertes contrastes en sus caudales de un año a otro, alternando etapas de sequías y abundancia.
Volumen Anual del Agua de Escorrentía
En España se distinguen tres grandes ámbitos:
- Abundante escorrentía: Montañas marítimas, zonas altas de los sistemas Central, Ibérico, Montes de Toledo, Sierra Morena y sistemas Béticos.
- Escasa escorrentía: Zonas centrales del valle del Duero, Ebro, La Mancha y extremo suroriental.
- Escorrentía intermedia: Archipiélago Balear, litoral mediterráneo, zonas de montaña interior y sistemas Béticos.
Regulación Natural
La regulación natural del agua se produce a través de embalsamientos naturales, infiltración en el suelo y aguas subterráneas, que almacenan el agua en momentos de fuertes aportaciones y la dosifican a los cauces de los ríos, reduciendo la irregularidad de los caudales.
Regulación Antrópica del Agua
1. Agua embalsada: Mediante embalses, presas y pantanos, el ser humano ha conseguido regular el agua. España es el país con más embalses del mundo, pero estos presentan problemas medioambientales y sociales.
2. Aguas subterráneas: La explotación de las aguas subterráneas mediante el bombeo de agua desde los acuíferos aumenta y regula los recursos hídricos.
3. Transferencias entre cuencas: Una forma de aportar recursos donde hacen falta es transferir excedentes de agua de una cuenca a otra.
4. Desalación: La capacidad de desalación ha aumentado considerablemente, y la mayoría de las plantas desalinizadoras se encuentran en el sureste árido, Baleares y Canarias.
5. Retornos y depuración: Reducir el consumo y permitir la reutilización del agua aumenta los recursos. Toda el agua demandada pasa por procesos de depuración.
Demanda del Agua
A) Regadío
Las actividades agrarias de regadío son las que más agua demandan y consumen, representando el 60% del agua suministrada. La solución es cambiar los riegos tradicionales por otros más eficientes, como el riego por goteo.
B) Demanda urbana
Las ciudades concentran el 15% de la demanda total. Esta demanda incluye la de los hogares, la industria y las actividades municipales.
- Demanda industrial: Cifras bajas debido a la deslocalización industrial y al uso de tecnologías ahorradoras de agua.
- Demanda urbana: Cada habitante consume al día 171 litros, incluyendo pérdidas por averías, tomas ilegales, uso municipal y demandas de los sectores servicios.
Observaciones:
- El consumo por persona aumenta con el tamaño de la ciudad.
- Las nuevas formas urbanas son altamente consumidoras de agua.
- El nivel de consumo aumenta con el nivel de renta.
- La demanda de agua para las ciudades está disminuyendo debido a la conciencia medioambiental, las políticas tarifarias y las mejoras en el sistema de suministro.
Balance del Agua en España
El balance de recursos presenta ciertos desequilibrios:
- Déficit: Cuencas del Segura, Júcar y mediterráneas andaluzas. Estas cuencas tienen recursos limitados debido a las precipitaciones y la evapotranspiración, y presentan una fuerte implantación de regadío, desarrollo turístico y urbano.
- Superávit: Resto de las cuencas. Sus recursos son superiores a sus demandas y consumos.
El Balance del Agua y la Administración
La administración del agua enfrenta tres problemas esenciales:
- Administración de los recursos: Obras y gestión de la regulación.
- Políticas sobre la demanda: Desarrollo de políticas tarifarias que promuevan consumos sostenibles.
- Control de la calidad de las aguas.
En España, la dirección superior de la política corresponde al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, cuyas competencias incluyen:
- Elaboración de un plan hidrológico nacional.
- Aprobación de los planes hidrológicos de cada cuenca.
- Medidas de planificación, estudio e investigación en materia de política hidráulica.
- Elaboración del plan nacional de calidad del agua para saneamiento y depuración.
Las políticas españolas sobre agua siguen las directrices comunitarias. Por debajo de los organismos estatales se encuentran los que administran cada una de las cuencas:
- Confederaciones hidrográficas (cuencas intercomunitarias).
- Cuencas hidrográficas intracomunitarias o internas.
Políticas de Gestión del Agua
1. Política tradicional de gestión del agua:
- Aumento de los recursos disponibles mediante transferencias de agua, desalación y retornos.
- Mayor eficiencia en los consumos, especialmente en sistemas de riego y ahorro en los hogares.
Esta política se basa en el concepto de que el agua es un recurso renovable y público que no corre peligro de agotamiento.
2. Política de gestión del agua sostenible:
- Prioridad a la gestión de la demanda sobre el aumento de los recursos.
- Promoción de la eficiencia en el uso del agua en todos los sectores.
- Protección y restauración de los ecosistemas acuáticos.
- Participación pública en la toma de decisiones sobre la gestión del agua.
Esta política reconoce la importancia de la conservación del agua y la necesidad de un enfoque integrado para la gestión de los recursos hídricos.