1.- La importancia del sector primario
El sector primario se ocupa de aquellas actividades económicas que se basan en la extracción de bienes y recursos del medio físico. Estas actividades son agricultura, ganadería, pesca, explotación forestal y minería. Al espacio geográfico donde tienen lugar las actividades primarias lo denominamos espacio rural. Durante siglos, el sector primario ha sido el sector principal de la economía española, pero su importancia ha ido disminuyendo a lo largo del siglo XX; actualmente, solo el 4,6 % de la población activa española está empleada en el sector primario y aporta el 2,6% al PIB. Estos datos nos pueden llevar a dos errores:
- La disminución del peso del sector primario no quiere decir que este haya perdido dinamismo, sino que su valor proporcional es cada vez menor porque los otros sectores se han desarrollado más.
- Tampoco debemos pensar que las actividades del sector primario son poco importantes. La agricultura es una de las piedras angulares de la economía española por tres motivos: por el peso de los productos, porque la agricultura y la ganadería proporcionan materias primas para numerosas industrias agroalimentarias, y porque la superficie agraria representa cerca de un 40% del territorio español.
Después de la PAC
La CEE creó la Política Agrícola Común (PAC) en 1962 con el objetivo de conseguir el autoabastecimiento en materia alimenticia y de garantizar un nivel de vida digno a los agricultores y ganaderos comunitarios. Con este fin se concedieron ayudas a los agricultores para mejorar y modernizar sus explotaciones a través del FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria). A la vez, se estableció una política de mercado y de precios. España se integró en la CEE en 1986 y tuvo que adaptarse a la nueva PAC. Se estableció un período de transición de 7 años para los productos con organizaciones de mercado semejantes a las comunitarias y de 10 años para los productos con diferencias fundamentales, como las frutas, hortalizas, vinos y grasas vegetales. Entre las ventajas de pertenecer a la PAC se encuentra el acceso a un mercado de más de 400 millones de consumidores, con alto poder adquisitivo, que demanda productos de calidad; por otro lado, la recepción de Fondos Estructurales, que han aportado capital necesario para desarrollar infraestructuras y equipamientos en las regiones europeas más atrasadas y para mejorar la cualificación de los agricultores. Estas ayudas han contribuido en España a modernizar el campo y a aumentar la productividad, la calidad y la competitividad. Entre los inconvenientes están las fuertes cuotas para la ganadería bovina (cornisa cantábrica) y de los cereales y viñedos en la España interior, por existir grandes excedentes en el resto de Europa.
3.1. Los aprovechamientos agrícolas. Los sistemas de cultivo: secano y regadío.
Tradicionalmente la mayor parte del territorio español que corresponde al dominio mediterráneo se ha adaptado a los cultivos de secano. El secano tradicional de la España interior se asocia al cultivo del trigo, la vid y el olivo (trilogía mediterránea), con práctica del barbecho y ganadería ovina extensiva. Ante esa falta de lluvias regulares, en España se ha desarrollado el regadío ya desde los tiempos de los romanos. En los últimos tiempos se han desarrollado nuevas modalidades de riego.
Las ventajas del regadío frente al secano son claras:
- Proporcionan cultivos de exportación: hortalizas, frutales, etc, con un alto valor en el mercado.
- Contribuyen al desarrollo rural: generan empleo, favorecen la actividad en otros sectores como la industria agroalimentaria, el transporte y el comercio.
El barbecho es una técnica característica de los sistemas de cultivo de secano. Se trata de una práctica tradicional, como la rotación de cultivos, que consiste en dejar la tierra en descanso una vez que se ha producido la recolección de la cosecha. Suele ser de año y vez. En la medida en que el uso de fertilizantes y abonos químicos se ha incrementado, junto a la extensión del regadío y la mecanización esta práctica ha disminuido.
Usos y aprovechamientos agrícolas.
Los usos y aprovechamientos agrícolas se dividen en cuatro categorías: tierras labradas, terrenos forestales, prados y pastos, y eriales y pastizales. Las tierras labradas son las tierras de cultivo. Constituyen el principal uso del suelo puesto que ocupan casi el 35% de la superficie total. Predominan en las llanuras meseteñas, en las depresiones del Ebro y Guadalquivir y en la franja mediterránea. Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía son las que dedican mayor superficie en este uso. Dentro de las tierras labradas podemos distinguir entre cultivos leñosos y herbáceos. Entre los cultivos leñosos destacan el olivar y el viñedo, que pueden darse mezclados con otros aprovechamientos o en forma de monocultivo: el olivar presenta la mayor concentración; se destina a la elaboración de aceite y para oliva de mesa. El viñedo se destina a la elaboración de vino y alcohol, junto a uva de mesa. Otros cultivos de esta categoría son los almendros, los avellanos y las algarrobas.
Los cultivos herbáceos son muy variados: el grupo de los cereales es el más extendido de España. Los principales cereales son el trigo, la cebada, el maíz y el arroz, así como la avena y el centeno. Las plantas forrajeras se destinan al alimento animal: alfalfa, maíz forrajero, la veza. Las leguminosas son un grupo amplio de cultivos destinados a la producción de forrajes y granos secos para la alimentación humana y animal. Sobresalen las judías, garbanzos. Los cultivos industriales. Se trata del girasol, la remolacha azucarera, el tabaco, el algodón. Las hortalizas proporcionan gran parte de las exportaciones españolas. Los cultivos más representativos son la lechuga, el tomate (Almería, Murcia, Badajoz), el ajo (Cuenca), la cebolla y la judía verde (Valencia), los espárragos (La Rioja, Navarra y Cáceres) y el melón (Toledo y Ciudad Real). La patata tiene numerosos usos. Los frutales tienen un gran peso en las exportaciones. Se clasifican en cítricos y no cítricos. Los cítricos (naranja dulce, mandarinas y limones) se concentran en las provincias de Castellón, Valencia, Alicante y Murcia). Los no cítricos se organizan en dos grupos: las frutas que tienen pepita (manzanas). Las tierras más propicias son las litorales y prelitorales mediterráneas.
3.2. Los aprovechamientos ganaderos.
La actividad ganadera aporta en España alrededor de un 40% de la producción final agraria. Tipos de cabaña ganadera: Ganado bovino o vacuno (vacas, terneros, bueyes, toros). Aporta un 28% de la producción animal. Suministra leche y carne para el consumo, pieles para la industria y estiércol como fertilizante. Cabaña ovina (oveja) aporta un 14% de la producción final ganadera. Aporta carne y leche para quesos, lana y pieles. Ganado caprino (cabra). Produce carne, leche para quesos y pieles. La cabaña porcina supera el 40% de la producción final ganadera. Lleida, Badajoz, Huesca, Murcia, Zaragoza y Barcelona concentran el 50% del total de toda la piara del país. La avicultura (pollos, gallinas, avestruz, patos …) se destina a la producción de carne, huevos, patés … Otras actividades ganaderas son la cunicultura o cría de conejos, que está en expansión; y la cría de ganado caballar y asnal, en regresión y el mular en extinción.
4. Paisajes agrarios y espacios rurales.
4.1. Paisajes agrarios. Dominio atlántico:
Ocupa la franja cantábrica y gran parte de Galicia. El clima oceánico y las amplias praderas naturales imponen una dedicación esencialmente ganadera. El hábitat es disperso, predomina el minifundio, con parcelas cerradas o bocage. El problema de la ganadería en toda la franja cantábrica es junto a las restricciones impuestas por la cuota lechera, su gran dependencia de las industrias lácteas. Paisaje agrario del interior. Ocupa la mayor parte de la España interior, la Meseta y la depresión del Ebro. Su hábitat es concentrado. En las cuencas del Duero y del Ebro predominan las pequeñas parcelas, sin embargo, en las zonas más áridas destacan el openfield y el latifundio. Son espacios fundamentalmente de secano, con predominio de la trilogía mediterránea (trigo, vid y olivo). En las penillanuras occidentales es muy importante la dehesa. Paisaje agrario mediterráneo. Se sitúa en el litoral mediterráneo y suratlántico, todo el valle del Guadalquivir y las Baleares. Su hábitat es concentrado. El secano se da en las campiñas del valle del Guadalquivir y en las áreas más montañosas y accidentadas de las zonas prelitorales, donde dominan la trilogía mediterránea y el almendro. El regadío se extiende en el resto, donde se cultivan hortalizas y frutas. Paisaje agrario canario. Comprende el archipiélago canario. La superficie agraria se concentra en las áreas litorales, donde predomina un cultivo destinado a la exportación (plátano, tomate y patata), plantaciones tropicales (mango, aguacate y piña) y cultivos bajo plástico (flores, pepino, pimiento).
6. La actividad pesquera
6.1. La importancia del sector pesquero en España.
España es un país eminentemente marítimo. España es el primer país en producción pesquera con un 15% del total, sin embargo solo supone el 1% del PIB incluyendo la comercialización y la transformación industrial de la pesca.
6.2. La población activa y la flota pesquera.
La población activa dedicada a la pesca ha ido en descenso desde los años 1970. La instauración de las 200 millas como Zona Económica Exclusiva por los países ribereños a partir de 1974 y la nueva ordenación jurídica del Derecho del Mar (1982) nos obligó a abandonar algunos caladeros tradicionales y a reducir las capturas. Con la entrada en la UE y la Política Pesquera Comunitaria se procede a modernizar la flota, lo que supuso una reconversión y una disminución en la tripulación. En función de la tecnología utilizada existen dos grandes tipos de pesca: la pesca de bajura, que es aquella que utiliza técnicas artesanales y es de carácter familiar, y la pesca de altura, que es aquella que introduce técnicas industriales, tanto en los métodos de pesca como en la tecnología con la que son dotados los barcos (cámaras frigoríficas. Casi el 80% de los buques españoles son de bajura y utilizan redes de enmalle y anzuelos. Cerca del 4% de los buques son de altura y faenan exclusivamente en aguas internacionales y de terceros países. Nuestra flota es antigua. Esto ha supuesto reducir el número de embarcaciones y de capacidad de pesca.
6.3. Factores físicos: regiones y caladeros.
Los caladeros son las zonas donde se tienden las redes por la abundancia de pesca (bancos). Los caladeros nacionales. Son aquellas aguas que discurren desde la costa hasta la línea exterior de 200 millas náuticas (1 milla náutica= 1.852 metros), que delimita la Zona Económica Exclusiva de las aguas jurisdiccionales. Los caladeros españoles se organizan en distintas regiones marítimas: Cantábrica, Noroeste, Tramontana, Balear, Levantina, Surmediterránea, Suratlántica y Canaria. Los caladeros nacionales tienen un doble problema: la escasa extensión de la plataforma continental y la sobrepesca. Los caladeros comunitarios. La Política Pesquera Común (PPC) se creó hace veinte años con el objetivo de conservar los peces, proteger el medio ambiente marino, garantizar las flotas europeas y proporcionar alimentos de buena calidad a los consumidores. Los caladeros en terceros países o en aguas no comunitarias. Se firman acuerdos pesqueros entre los gobiernos. Para España, Marruecos es el país que más problemas genera. Para facilitar los acuerdos, se ha recurrido a la creación de empresas mixtas en las cuales el capital es español y la tripulación está formada por españoles y marroquíes.
6.4. La acuicultura.
La acuicultura es el cultivo de organismos acuáticos: peces, crustáceos, moluscos y plantas acuáticas. La comunidad autónoma con mayor producción es Galicia, seguida a gran distancia por Murcia, Andalucía y Cataluña. Se cultivan especies variadas como la trucha, rodaballo, lubina, mejillón, salmón y dorada.
6.5. Comercialización y transformación industrial.
Los españoles consumimos del orden de 40 kilos por persona y año, frente a la media europea de 20 kilos. El consumo directo de pescado fresco supone un 80% de las capturas. La especie más vendida es el atún, seguido de la bacaladilla y luego la merluza. Luego está la transformación del restante 20%, con diferentes modalidades: salazón, ahumados, congelación y conservas, cada una con un proceso diferente y de desigual complejidad.