**España país industrializado**. España es una potencia industrial, aunque el empleo ha disminuido en las últimas décadas por la innovación tecnológica, la deslocalización de empresas o la competencia de nuevos países industriales. A pesar de esta reducción, la industria tiene un gran valor para la economía. Su productividad es grande, muchas empresas de servicios dependen de su actividad y es el sector que más invierte en I+D. Como contrapartida, sus actividades causan gran impacto medioambiental. Desde el punto de vista demográfico, las áreas industrializadas son las más dinámicas y con mayor nivel de renta.
Proceso de industrialización
La primera revolución industrial en España comenzó tarde por factores limitantes, entre ellos: baja densidad demográfica, escasa renta, conflictos bélicos, etc. La producción agraria aumentó y permitió mayor nivel de renta per cápita. Se construyeron ferrocarriles y algunas empresas extranjeras comenzaron a instalar sus fábricas en España. La segunda revolución industrial en el S.XX está marcada por el modelo de producción en serie llamado el modelo fordista. Su programa está muy vinculado al contexto histórico, impulso de la industria en la Primera Guerra Mundial, freno a la producción en la Guerra Civil y la posguerra y apertura de la economía española al exterior con el Plan de Estabilización de 1959. Cobraron creciente importancia las empresas públicas del INI y desde los años sesenta, las multinacionales.
Características de la industria
Desde mediados de los años setenta del S.XX se produjo la crisis del modelo de producción en serie. **Causas externas**: aumento del precio del petróleo, surgimiento de una nueva revolución tecnológica basada en las TIC, progresiva desaparición del proteccionismo y aparición de formas de producción flexibles. **Causas internas**: transición política y presencia excesiva de pequeñas empresas con poco capital e industrias tradicionales con escaso nivel tecnológico. Actualmente se consideran recursos fundamentales el conocimiento y la innovación. Ha aumentado el poder de las grandes empresas mediante fusiones y compras, se da una diversificación de productos, una mayor flexibilidad y mayor presencia de personal cualificado.
El nuevo mapa industrial español y sus contrastes
La tendencia reciente en la localización industrial española es la desconcentración espacial con una distribución más equilibrada en el territorio. Los cambios en la localización industrial tienen varias causas: aumento de los costes en las áreas urbanas, oferta de polígonos industriales o existencia de iniciativas locales para reforzar la industria tradicional.
Una gran variedad de paisajes industriales
La industria genera fuertes impactos sobre el paisaje, construyendo nuevos espacios y destruyendo o transformando otros. Las áreas de antigua industrialización en declive se identifican en espacios industriales en decadencia con un fuerte deterioro ambiental y paisajístico. Los paisajes industriales en zonas urbanas están en proceso de transformación y la tendencia a la especialización en industrias I+D y la terciarización de sus actividades. Los ejes de desarrollo industrial corresponden a núcleos dispuestos a lo largo de las vías de comunicación y están en pleno desarrollo. Las zonas rurales sufren un periodo de reindustrialización, los paisajes de la innovación albergan actividades intensivas en conocimiento y se desarrollan en parques tecnológicos y científicos.
La energía en España
La producción de energía en España es una actividad estratégica muy relacionada con el nivel de desarrollo y la producción industrial. El consumo de energía en España ha aumentado al mismo ritmo que la actividad económica y el nivel de vida de la población. La producción de energía se ha estancado desde hace dos décadas y solo alcanza al 20% de lo que se consume. Dada la importancia de la energía, desde 1978 se han sucedido varios planes energéticos nacionales.
La diversidad de fuentes de energía
Tras el declive de la minería del carbón (a día de hoy solo se usa para energía de central térmica), ha crecido la presencia de hidrocarburos, principalmente como combustible para motores. El petróleo y el gas natural representan el 70% del consumo de energía primaria en España, y se depende del exterior para su provisión. Las energías renovables están en expansión y se consideran una alternativa de cara al futuro.
Políticas de promoción y ordenamiento de la industria
Se han impulsado políticas industriales de promoción en 80 conversion industrial.