Un desastre natural es la aparición esporádica de un fenómeno natural que produce importantes daños a las personas, a sus bienes o a sus actividades.

Ejemplos de desastres naturales son las erupciones volcánicas, los terremotos, los huracanes o tornados, las sequías, las olas de frío, las mareas rojas, las inundaciones, etc.

Erupciones volcánicas:

provocadas por el movimiento de reacomodamiento de las placas tectónicas que motivan grandes presiones en el interior de la tierra que libera a través de grietas, chimeneas y cráteres materiales como cenizas, lapilli, bombas volcánicas, lava, etc. Todo el oeste de América forma parte, junto con el este de Asía y Oceanía, del llamado “Cinturón de Fuego del Pacífico”, que es el área de mayor actividad volcánica del planeta.

Movimientos sísmicos:

juntamente con las erupciones volcánicas son producidos por el reacomodamiento de las placas tectónicas. La zona más afectada es el oeste del continente americano, que es la zona de encuentro de la placa americana con las placas de Nazca, Cocos y Pacífica.

Desastres por causas meteorológicas:

provocados por el comportamiento de la troposfera, que alcanza condiciones extremas generando verdaderas catástrofes

* Inundaciones:

provocado por el exceso de precipitaciones sumada a la escasa pendiente del terreno por donde corre el río. Algunas son estacionales cuando coinciden las lluvias con la fusión de las nieves en primavera y verano. Otras repentinas, por el exceso de lluvias. Ej: llanura del Mississipi, llanura pampeana, llanos del Orinoco, etc. Relacionado al exceso de agua también son muy graves los aluviones que se producen en zonas de mayores pendientes y producidos a causa del talado de los bosques tropicales y subtropicales; ej: lo ocurrido en Brasil, Bolivia, Perú, y en Argentina.

* Sequías:

se produce cuando en zonas de precipitaciones normales, las lluvias faltan por largos periodos, a veces varios años seguidos, como ocurre en el noreste brasileño. Los efectos de las sequías son: falta de agua potable, reducción de las aguas subterráneas, erosión del suelo por escases de pasturas, debilitamiento y muerte del ganado, éxodos poblacionales por pérdidas de la productividad de los suelos, aumento de los incendios forestales, etc.

* Ciclones y tornados:

los ciclones tropicales o huracanes se producen entre los 5° y los 15° de latitud norte, se desplazan con dirección noroeste, con velocidades que alcanzan los 200 km/h o más, pueden producir voladuras de techos, caídas de árboles y fuertes oleajes en el mar que inunda el litoral. Los tornados son borrascas que alcanzan mayor velocidad que los ciclones pudiendo alcanzar a los 500 km/h, se desplazan sobre los continentes entre los 20° y los 50° de latitud, en ambos hemisferios. Si se producen sobre el mar reciben el nombre de “trombas”.

* Nevadas extraordinarias:

por su magnitud y su duración, que pueden traer aparejados pérdidas humanas y de bienes, aislamiento de las ciudades, interrupciones en las vías de comunicación (caminos, pasos, túneles, etc.).

* Granizadas:

es un tipo de precipitación que se produce en el interior de los continentes, en latitudes medias, a partir de las nubes tipo cúmulo-nimbus. Los trozos de hielo tienen un tamaño que va desde los 0,5 a los 4 cm de diámetro y por lo general afectan notablemente a las cosechas, provocando pérdidas millonarias.

* Marea roja:

es la súbita erupción en superficie de enormes masas de algas peridineas, que le dan un color rojizo y que al ser portadoras de toxinas, su presencia altera la cadena trófica. El caso es grave porque hay moluscos (mejillones, almejas) que son inmunes a esas toxinas pero que las acumulan en sus tejidos sin destruirla, si el hombre los consume se intoxica mortalmente. Otra consecuencia es que se debe interrumpir la actividad pesquera por tiempo prolongado con las pérdidas que ello trae aparejado.

* Fenómeno del Niño:

se trata de una anomalía atmosférica-oceánica, que abarca una extensa área geográfica, a la latitud del ecuador y sobre el océano Pacífico. En resumen se trata de una inversión en el sentido de las corrientes marinas ecuatoriales que normalmente se desplazan hacia el oeste, por efecto de los vientos alisios, pero cuando ocurre “El Niño”, lo hacen en sentido contrario, hacia las costas americanas. Esto provoca efectos atmosféricos y oceánicos contrarios a los de los años normales: esto es, sequía en las zonas húmedas, grandes temporales tropicales en las zonas áridas, lo que provoca inundaciones, derrumbes en las laderas de los cerros, erosión de los suelos, pérdidas de las cosechas, altera la actividad pesquera por migración de algunas especies, etc.