Punto 5. Factores de la localización industrial
La localización de la industria se explica por la conjunción de una serie de factores que permiten un emplazamiento óptimo que en general es aquel que minimiza los costes. Con el paso del tiempo, unos de esos factores han adquirido más relevancia y otros han ido perdiendo peso, si bien ello depende del tipo de Industria y del sector de actividad.
1.- proximidad a los recursos energéticos y materias primas: fue un factor decisivo de localización industrial durante la primera revolución industrial, cuando el transporte era caro y las infraestructuras escasas. Actualmente, las redes de transporte de energía eléctrica, los oleoductos y los gasoductos lo han convertido en un factor secundario para la mayoría de las industrias.
2.- mano de obra: número, cualificación, coste, legislación y clima laboral: es fundamental para los procesos productivos que requieren tanto mano de obra abundante poco cualificada, y en este caso explica la deslocalización de muchas fábricas españolas a países menos desarrollados, como trabajadores muy cualificados.
3.- capital financiero: la política de entidades financieras a nivel local, las ayudas estatales y las ventajas fiscales siguen siendo un factor de localización a considerar, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas.
4.- transportes y comunicaciones: disponer de una buena red de transporte y de una accesibilidad rápida y económica es 1 de los factores fundamentales de localización. En cuanto a las comunicaciones, el acceso a Internet es esencial.
5.- cercanía del mercado de consumo: propicia economías de escala y asegura las ventas. Es importante para las industrias de bienes de consumo, sobre todo de productos perecederos, que prefieren situarse cerca de las grandes aglomeraciones urbanas.
6.- calidad ambiental: atrae a ciertas actividades de alto contenido tecnológico
7.- políticas industriales y medioambientales: la planificación e intervención estatal han determinado la localización de las industrias en espacios concretos coma aunque actualmente la intervención pública es menor. Los países desarrollados imponen restricciones a la instalación de industrias contaminantes coma lo que ha hecho que muchas de esas industrias se establezcan en países en desarrollo o emergentes con una política medioambiental más débil.
PUNTO 6: el proceso de industrialización en España
Los inicios: de la segunda mitad del Siglo XIX a 1959: El proceso de industrialización comenzó más tarde que en otros países de Europa occidental coma en la segunda mitad del Siglo XIX. Los comienzos fueron lentos, con crecimientos discontinuos. La industria estaba circunscrita a unos pocos enclaves, fundamentalmente en Asturias, Cataluña y el País Vasco.
El despegue se produjo entre 1900 y 1930, periodo durante el cual la población ocupada en el sector pasó del 15% al 31%. Este despegue fue posible gracias a cuatro factores:
1. La repartición de capitales tras la pérdida de las últimas colonias en 1898, muchos de los cuales fueron invertidos en la industria.
2. La neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial, que favorecíó las exportaciones. Esto fue clave en productos como el carbón.
3. El impulso de las Obras Públicas, que favorecíó el desarrollo de la industria del cemento y hierro…
4. La política proteccionista, que grabó las importaciones de productos extranjeros que competían con los españoles para encarcelarlos.
La Guerra Civil española acabó con esta etapa de crecimiento y dio inicio a una fase de descenso de la producción industrial en la posguerra y autarquía, caracterizada por una política industrial intervencionista. En 1941 se fundó el Instituto nacional De Industria (INI) con el objetivo de incrementar la producción industrial lo más rápidamente posible, con independencia en su coste. Las principales empresas nacionales que se incorporaron al INI entre 1942 y 1950 fueron ENDESA, Iberia y SEAT entre otras. Esta etapa se caracterizó por la falta de competencia, de tecnología y de capitales. La industria se concentraba en una serie de núcleos desconectados: Cataluña, País Vasco, Andalucía, Asturias, Madrid y Valencia.
La consolidación: el desarrollismo 1959-1973: La recuperación económica y el inicio de las negociaciones con Estados Unidos. En 1959 dio comienzo una etapa de gran desarrollo industrial y de consolidación del sector en nuestro país conocida como desarrollismo. El hito más importante de esta etapa fue el Plan de Estabilización, un sistema de planificación orientativo por medio de ayudas y subvenciones que se articuló a través de los Planes de Desarrollo. Se seleccionaron ciertas áreas urbanas en regiones atrasadas y se ofrecieron incentivos a las empresas que se instalarán en ellas con el objetivo de generar un proceso de concentración industrial similar al que se había producido de forma espontánea en las regiones más avanzadas. Por un lado se seleccionaron áreas que ya contaban con una cierta base industrial, denominadas Polos de Desarrollo Industrial, subvencionadas en un 20%, y por otro lado, áreas más deprimidas que exigían mucha inversión, los llamados Polos de Promoción Industrial, subvencionados al 100%.
Para descongestionar las grandes áreas industriales se crearon polígonos de descongestión industrial, incentivando el traslado de las fábricas desde las áreas saturadas a núcleos cercanos. Los resultados no respondieron a las expectativas. Finalmente el plan de estabilización trajo un crecimiento sin precedentes de la economía española y logró que España se convirtiera en un país industrial, con un porcentaje ocupacional del 34% a comienzos de los años 60, 8 puntos por encima del que había 6 años antes
La recesión económica y la conversión industrial: la crisis económica internacional de 1973 marcó el inicio de una nueva etapa denominada posindustria, calificada como de Tercera Revolución Industrial. El modelo fordista, fue sustituido por otro basado en nuevas tecnologías e industrias. En España esta etapa coincidíó con el inicio de la transición política hacia un sistema democrático tras la muerte de Franco en 1975. El clima de incertidumbre paralizó las inversiones empresariales y se retrasó la implantación de las medidas de ajuste ante la crisis. A esto se sumaron los problemas heredados de la etapa desarrollista:
1. Una especialización en sectores maduros, los más afectados por la crisis
2. Una baja productividad y un aumento de los costes que hacían menos competitivos los productos españoles en el mercado exterior.
3. Escaso esfuerzo innovador y gran dependencia tecnológica del exterior
4. Un elevado endeudamiento empresarial, subordinado a créditos bancarios, y una excesiva independencia de la financiación extranjera.
En 1983 el presidente del Gobierno español anunció la necesidad de proceder a una reconversión industrial que asegurase la viabilidad a medio plazo de las industrias en crisis.
La integración de la CEE y sus repercusiones: la integración de España en la CEE en 1986 marcó una nueva etapa en el proceso de industrialización. Ofrecíó un mercado de más de 325 millones de consumidores en aquel momento, pero las condiciones de ingreso en el mercado único agravaron la presión sobre muchas empresas nacionales que no podían competir con las europeas. Esto obligó a una segunda reconversión industrial en 1991 y en este caso enfocada a cumplir los criterios de convergencia. Las directrices marcadas por la CEE Para España fueron:
1.- continuar con el proceso de reconversión y liberalizar el mercado industrial exigiendo desmantelar los monopolios y las prácticas excesivamente proteccionistas.
2.- invertir en proyectos de modernización tecnológica y fomento de sectores dinámicos para lo cual se recibieron ayudas de los fondos comunitarios.
3.- apoyar a las pymes mediante financiación, información…
4.- impulsar la investigación y la innovación para aumentar el valor añadido de los productos. Esto se realizó a través de los denominados Programas Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico.
El INI también modificó sus funciones. Definíó una política industrial global y a bordo coordinadamente la reconversión de los sectores en crisis, abandonó sus funciones de subsidiariedad, se desprendíó de muchos negocios, privatizando y vendiendo unas sociedades, y liquidando o cerrando otras. Concluía así una etapa caracterizada por un gran esfuerzo por un gran esfuerzo por superar las deficiencias históricas y adaptarse a los nuevos modelos de producción.
Punto 7. Rasgos de la industria en la actualidad:
el impacto de la globalización en la industria española se ha manifestado en los siguientes aspectos:
1.- los procesos de concentración empresarial dentro de un mismo sector o de varios sectores vinculados formando grupos industriales independientes de una misma empresa matriz, para poder acceder al mercado mundial y posicionarse mejor ofreciendo productos a precios más competitivos.
2.- el desarrollo y crecimiento de empresas multinacionales o transnacionales
3.- la deslocalización industrial coma gracias a la progresiva liberalización de los movimientos de capital, la revolución de las TIC y la mejora y abaratamiento de los transportes. Muchas empresas españolas organizan su producción a escala global. Trasladan sus plantas de producción a países que les posibilitan reducir costes con una mano de obra más barata, y a países emergentes o en desarrollo. Además la deslocalización permite a las empresas que la practican penetrar en los mercados donde instalan sus fábricas.
4.- la externalización o subcontratación de ciertas tareas o procesos a otras empresas o entidades externas especializadas en ellas. La estrategia permite a las empresas centrarse en actividades que les son propias y ser más eficientes. En general, las tareas externalizadas no tienen que ver con el proceso de fabricación en sí, pero resultan básicas para el buen funcionamiento empresarial.
5.- una reducción de la cantidad de mano de obra necesaria para realizar los procesos productivos debido a la incorporación masiva de nuevas tecnologías y a los procesos de deslocalización y externalización citados. En consecuencia, existe una mayor demanda de trabajadores cualificados.
6.- la desaparición de empresas y ramas industriales que no pueden competir en el mercado mundial
Punto 8. Producción y especialización industrial:
en 2014 la producción industrial se incrementó después de 3 años de caídas. Por comunidades autónomas, 10 registraron un crecimiento de su producción, destacando Castilla y León, La Rioja y la comunidad foral de Navarra, con porcentajes superiores al 5%. Aunque no son estas las regiones más industrializadas. Más del 60% de las cifras de negocios del sector industrial de nuestro país se centra en 5 comunidades autónomas: Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid. La producción es muy diversa pero por su valor la industria manufacturera presenta una clara especialización en los siguientes sectores:
1.- alimentación, bebidas y tabaco, que en 2014 supuso el 15,8% del valor total de la producción. Se obtiene principalmente en Cataluña, Andalucía y Castilla y León.
2.- Vehículos de motor y material de transporte, que en 2014 supuso el 15,8% del valor total de la producción. Se obtiene principalmente de Cataluña, Andalucía y Castilla y León.
3.- química y productos farmacéuticos, que aportaron ese mismo año el 9,4% del valor de la producción industrial total. Destacan en estas actividades las comunidades autónomas de Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana.
4.- fabricación de productos metálicos, al que corresponde el 7,6% del VAB de la industria española. En la producción de este sector destacan las comunidades del País Vasco y Cataluña, con porcentajes superiores al 15% del total nacional.
Punto 9. La distribución de la industria en el territorio:
las zonas más industrializadas son Madrid, el litoral Mediterráneo y el litoral vasco, junto con respectivas áreas de deslocalización.
1.- La industria madrileña: presenta una gran diversidad sectorial y se extiende junto a las principales carreteras formando corredores mixtos, industriales y de servicios, y áreas de alta densidad industrial. Esta ubicación permite a las empresas beneficiarse de las economías de aglomeración y de la cercanía de un amplio mercado de consumo y de trabajo, de los servicios financieros y administrativos concentrados en la capital entre otros.
2.- El eje litoral Mediterráneo: se extiende desde Girona a Cartagena. Cataluña es la que presenta una mayor diversificación industrial, conviviendo sectores avanzados y tradicionales. La Comunidad Valenciana también presenta una notable diversidad pero aquí las industrias avanzadas tienen menor peso frente a las tradicionales. En la regíón de Murcia predominan las industrias agroalimentarias en el Valle del segura, y la química y la petroquímica en Cartagena. En Islas Baleares cabe destacar la industria del calzado y de la bisutería.
3.- El litoral vasco y su área de deslocalización: se extiende hacia el interior de la comunidad de Álava y por las provincias limítrofes de Navarra, La Rioja y Burgos. Tiene mayor especialización en metalurgia, vehículos y maquinaria, material de transporte y química. Sufríó una importante reconversión. Otras zonas industriales destacables se localizan en el Valle del Ebro, el litoral Atlántico gallego, Asturias y Andalucía.
4.- El Valle del Ebro: cuenta con una excelente vía de comunicación que enlaza con los focos industriales más importantes del país. Genera un corredor industrial que se asemeja a una «y» cuyo vértice central es Zaragoza.
5.- El litoral Atlántico gallego: están muy desarrolladas las industrias metalúrgica, mecánica, química y de material de transporte, aunque mantiene los sectores tradicionales agroalimentario, textil y de la madera y el mueble.
6.- Asturias: también está especializado en metalurgia, química, mecánica y material de transporte, sectores maduros que explican el declive de la zona.
7.- Andalucía: destaca los triángulos Sevilla-Cádiz-Huelva, con una producción concentrada en los sectores químico, mecánico y agroalimentario.
8.- Otros focos industriales dispersos en el territorio son el eje Valladolid-Palencia, en Castilla y León, los polígonos de descongestión de la capital madrileña que suponen Azuqueca de Henares, Toledo y Talavera de la reina. Albacete y Almansa en el área de influencia levantina, y el triángulo Badajoz-Don Benito-Zafra en Extremadura.
Punto 10. Las debilidades de la industria española:
comparativa con la UE-15: la industria española presenta algunas debilidades frente a las empresas de otros países de la UE-15 que dificultan su crecimiento y competitividad: 1.- el menor tamaño medio de las empresas industriales: salvo en determinados sectores, que impiden la generación de economías de escala y dificulta su proceso a la financiación, su capacidad de realizar las inversiones en I+D+i necesarias y su entrada en mercados internacionales. 2.- menores inversiones en I+D+i: aunque aún aumentado en los últimos años. Esto repercute en la productividad, que es inferior a la media de la UE-15, excepto en el sector de vehículos y material de transporte. 3.- los costes salariales: por empleado se ha reducido significativamente los últimos años y son menores que en la media de la UE-15 pero no constituyen una ventaja competitiva para atraer actividad industrial porque resultan altos en comparación con otros países europeos del este y asíáticos. Otro aspecto relacionado con la mano de obra española que cabe destacar es la falta de adecuación de la formación de los trabajadores con las necesidades de las empresas. 4.- los mayores costes energéticos: medidos en porcentajes del valor de producción en ciertos sectores.
Actuaciones para fortalecer el sector industrial: la actual crisis económica ha puesto de manifiesto que los países con mayor peso de la industria en el PIB han resistido mejor la recesión. La Uníón Europea, en su estrategia Europa 2020, se ha fijado para el sector industrial el objetivo de que éste contribuya un 20% al PIB europeo en el año 2020. También la política económica española tienen como una de sus prioridades favorecer el sector industrial para impulsar la recuperación económica y potenciar la creación de empleo. La Agenda para el fortalecimiento del sector industrial en España, aprobada el 11 de Julio de 2014, constituye un plan de adecuación en consonancia con la estrategia de la Uníón Europea, el Programa Nacional de Reformas y el Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia. Esta Agenda recoge 10 líneas de actuación y un programa de medidas para desarrollarlas, que ya está en marcha.
Punto 11. La industria y el medio ambiente:
los paisajes industriales tradicionales, de principios de la industrialización se conocen como paisajes negros coma por el color negruzco que los caracterizó. Eran espacios muy contaminados. A medida que la industrialización se intensificó coma su impacto medioambiental se hizo más patente. Por ello, desde la década de 1980 se tomó conciencia de la necesidad de preservar la naturaleza y surgieron movimientos ecologistas cuyas ideas han calado en gran parte de la sociedad. Los gobiernos han ido subiendo su compromiso con la economía sostenible, aprobando medidas cada vez más restrictivas frente a la contaminación causada por la industria. La Comisión Europea ha elaborado unos documentos con las mejores técnicas disponibles para potenciar la industria más eficiente y menos contaminante. Estos documentos no son de obligado cumplimiento. Las MTD, se agrupan en cuatro bloques: 1.- vertido seguro de residuos, reduciendo su toxicidad y gestionando los vertederos. 2.- reducción del consumo de agua, mejorando las redes que lo transportan. 3.- reutilización del agua industrial para uso agrícola. 4.- tecnologías de ingeniería ambiental, que registran y analizan las emisiones contaminantes con el objetivo de reducir las o tratan de disminuir el ruido entre otras. Otro tipo de industrias ecológicas son todas aquellas que se dedican al proceso de residuos para su reutilización. Es el caso de las plantas que elaboran biocombustibles a partir de aceite vegetal usado