PAISAJES VEGETALES EN ESPAÑA Podemos decir, a modo de introducción, que España es uno de los países europeos que cuenta con una vegetación más rica y variada. Esto se debe principalmente a la situación de la Península Ibérica, como extremo SO de Europa, y a la insularidad de las Islas Canarias, que han favorecido el endemismo (vestigios de especies de etapas geológicas o climatológicas anteriores, que han quedado restringidas a una zona de la que además son oriundas). Así tenemos una gran riqueza de flora, con abundante variedad de especies, que se cifra según algunos autores en más de 6.000. En cuanto al desarrollo. La diversidad de la vegetación española es fruto de la variedad de factores que inciden sobre ella, entre los que destacan: Factores físicos. Entre estos factores destacamos: – la situación de la Península, que a la vez es zona de tránsito (puente entre Europa y África) y de aislamiento (los Pirineos y otras cordilleras internas han actuado como barreras, el que la mayor parte del territorio no se viese afectado por las glaciaciones…) y la insularidad de las Canarias. – la variedad climática de España (es el factor que incide decisivamente), tenemos desde climas húmedos hasta áridos, con variaciones que introduce la altitud y la cercanía o lejanía al mar. El relieve especialmente el montañoso que da lugar a una disposición de las especies en pisos altitudinales. -el suelo ya que el carácter de la roca madre (silícea, caliza o arcillosa), su riqueza en humus y otros componentes determinan la presencia o ausencia de determinadas especies vegetales. Factores humanos. Los más importantes son: – la introducción de especies no autóctonas por su valor económico por parte del hombre. -degradación y puesta en peligro de las especies vegetales existentes. La regíón eurosiberiana (Vegetación Clima Oceánico) se extiende por la zona septentrional que viene a coincidir con la España húmeda, de clima oceánico, con suaves temperaturas y precipitaciones abundantes y regulares. La vegetación propia es el bosque caducifolio, la landa y el prado.
El bosque caducifolio está constituido por árboles altos (30 m.), con formaciones monoespecíficas y densas. Las especies más carácterísticas son el roble, en pisos inferiores , y el haya en zonas más elevadas. El castaño, avellano, tilo y fresno son formaciones vegetales secundarias (introducidas por el hombre) que han ganado terreno en estas regiones (a costa del roble), convirtiéndose en árboles carácterísticos cantábricos. La degradación del bosque caducifolio da lugar a la landa y los prados. La landa es una densa vegetación de matorral de diferente altitud (puede alcanzar los 4 m.) formado por brezos, tojos, helechos…. Los prados ocupan grandes extensiones de terreno y abunda la vegetación herbácea y pastizal. La regíón mediterránea se corresponde con la mayor parte de la Península y el archipiélago Balear, donde existe sequía estival y por lo tanto la vegetación se ha adaptado a la aridez mediante diversos sistemas como raíces muy extendidas, hojas esclerófilas (duras, coriáceas y a veces aciculifolias), sistemas para evitar la transpiración…La vegetación carácterística es el bosque perennifolio y el matorral maquia, garriga y estepa. El bosque perennifolio está formado por árboles no muy altos (20 ó 25 m.), corteza gruesa y rugosa y copas amplias para mitigar la evaporación del suelo. Los árboles predominantes son: las encinas, que es el más extendido y se adapta a todo tipo de suelos aunque prefiere los calizos; y el alcornoque que necesita más humedad y suelos silíceos. También se encuentran muy extendidas, como vegetación secundaria, algunas variedades de coníferas (por su resistencia al calor y pocas exigencias edáficas y por su aprovechamiento económico) como el pino piñonero, pino carrasco. La degradación del bosque mediterráneo da lugar a tres tipos de matorral:- la maquia es un matorral alto (2 m.) y espeso propio de suelos silíceos, en el que se entremezclan arbustos y plantas herbáceas como el lentisco, coscoja, palmito, algarrobo…;- la garriga de menor altura y espesor y prefiere suelos calizos, en ella predominan el romero, espliego, tomillo, esparto, coscoja…; -estepa, se localiza en áreas del SE peninsular y Aragón y está formada por hierbas bajas y arbustos espinosos como palmito, esparto, espino negro… Entre la regíón húmeda eurosiberiana y la seca mediterránea, se puede establecer un área de transición, que estaría situada al sur del Macizo Galaico, la Cordillera Cantábrica y Pirineos formada por el boque marcescente (bosque con árboles cuyas hojas, cuando están secas, no se caen sino que permanecen en él durante varios meses) como el roble negral y el roble carrasqueño. La regíón macaronésica (Vegetación de Canarias).Se sitúa en las Islas Canarias, y por su latitud, clima y carácter volcánico, nos encontramos ante un paisaje vegetal diferente al peninsular. Tiene una gran riqueza en endemismos y reliquias. En las zonas más bajas de las islas aparece una vegetación xerófila (adaptada a la sequía y sus tallos almacenan agua durante meses) formada por cardones, palmeras, pitas, chumberas. En altitudes entre 500 y 1200 m. Se sitúa el bosque más carácterístico de las Canarias, adaptado al ”mar de nubes”, es la laurisilva que es muy denso y de especies principalmente perennifolias y muy variada: tilo, laurel, acebiño… Entre los 1.200 y los 2.200 m de altitud, está dominado por el bosque de coníferas, con el pino canario como especie principal. Vegetación de montaña. La vegetación se dispone en pisos, que tienen formaciones distintas según la altitud; y podemos distinguir entre los Pirineos y el resto de montañas peninsulares: En los Pirineos: se diferencian tres pisos:- piso subalpino (1.200-2.400 m.) con bosque de coníferas como abetos y pino negro;- piso alpino (2.400- 3.000 m.) con prados;- piso nival (más de 3.000 m.) vegetación inexistente y si desaparece la nieve líquenes y musgo. En el resto de montañas peninsulares carece de piso subalpino, pasándose directamente del bosque propio de la zona (caducifolio o perennifolio) al piso supraforestal compuesto por matorral, y por encima se encuentran los prados en las zonas más húmedas. Vegetación de ribera. Es la que se da a lo largo de los ríos españoles, donde el suelo se impregna de humedad, haciendo posible vivir ciertas especies en franjas paralelas al río. Los bosques de ribera están formados por especies como el sauce, chopo, álamo, olmo. Como forma arbustiva presenta rosales, madreselvas, hiedras, zarzamoras. En conclusión, España pertenece al reino floral holártico (que comprende la zona al norte del Trópico de Cáncer) y tiene tres regiones florales: eurosiberiana, mediterránea y macaronésica., que a su vez están integrados por grupos o formaciones vegetales diferentes por su tamaño y fisonomía (bosque, matorral y prado). La diversidad de la vegetación española es un patrimonio de una riqueza tan grande que es necesario subrayar la importancia de su conservación, la preservación de especies autóctonas frente a las alóctonas y el mantenimiento de una flora que es el sostén básico de la biodiversidad del país.
El bosque caducifolio está constituido por árboles altos (30 m.), con formaciones monoespecíficas y densas. Las especies más carácterísticas son el roble, en pisos inferiores , y el haya en zonas más elevadas. El castaño, avellano, tilo y fresno son formaciones vegetales secundarias (introducidas por el hombre) que han ganado terreno en estas regiones (a costa del roble), convirtiéndose en árboles carácterísticos cantábricos. La degradación del bosque caducifolio da lugar a la landa y los prados. La landa es una densa vegetación de matorral de diferente altitud (puede alcanzar los 4 m.) formado por brezos, tojos, helechos…. Los prados ocupan grandes extensiones de terreno y abunda la vegetación herbácea y pastizal. La regíón mediterránea se corresponde con la mayor parte de la Península y el archipiélago Balear, donde existe sequía estival y por lo tanto la vegetación se ha adaptado a la aridez mediante diversos sistemas como raíces muy extendidas, hojas esclerófilas (duras, coriáceas y a veces aciculifolias), sistemas para evitar la transpiración…La vegetación carácterística es el bosque perennifolio y el matorral maquia, garriga y estepa. El bosque perennifolio está formado por árboles no muy altos (20 ó 25 m.), corteza gruesa y rugosa y copas amplias para mitigar la evaporación del suelo. Los árboles predominantes son: las encinas, que es el más extendido y se adapta a todo tipo de suelos aunque prefiere los calizos; y el alcornoque que necesita más humedad y suelos silíceos. También se encuentran muy extendidas, como vegetación secundaria, algunas variedades de coníferas (por su resistencia al calor y pocas exigencias edáficas y por su aprovechamiento económico) como el pino piñonero, pino carrasco. La degradación del bosque mediterráneo da lugar a tres tipos de matorral:- la maquia es un matorral alto (2 m.) y espeso propio de suelos silíceos, en el que se entremezclan arbustos y plantas herbáceas como el lentisco, coscoja, palmito, algarrobo…;- la garriga de menor altura y espesor y prefiere suelos calizos, en ella predominan el romero, espliego, tomillo, esparto, coscoja…; -estepa, se localiza en áreas del SE peninsular y Aragón y está formada por hierbas bajas y arbustos espinosos como palmito, esparto, espino negro… Entre la regíón húmeda eurosiberiana y la seca mediterránea, se puede establecer un área de transición, que estaría situada al sur del Macizo Galaico, la Cordillera Cantábrica y Pirineos formada por el boque marcescente (bosque con árboles cuyas hojas, cuando están secas, no se caen sino que permanecen en él durante varios meses) como el roble negral y el roble carrasqueño. La regíón macaronésica (Vegetación de Canarias).Se sitúa en las Islas Canarias, y por su latitud, clima y carácter volcánico, nos encontramos ante un paisaje vegetal diferente al peninsular. Tiene una gran riqueza en endemismos y reliquias. En las zonas más bajas de las islas aparece una vegetación xerófila (adaptada a la sequía y sus tallos almacenan agua durante meses) formada por cardones, palmeras, pitas, chumberas. En altitudes entre 500 y 1200 m. Se sitúa el bosque más carácterístico de las Canarias, adaptado al ”mar de nubes”, es la laurisilva que es muy denso y de especies principalmente perennifolias y muy variada: tilo, laurel, acebiño… Entre los 1.200 y los 2.200 m de altitud, está dominado por el bosque de coníferas, con el pino canario como especie principal. Vegetación de montaña. La vegetación se dispone en pisos, que tienen formaciones distintas según la altitud; y podemos distinguir entre los Pirineos y el resto de montañas peninsulares: En los Pirineos: se diferencian tres pisos:- piso subalpino (1.200-2.400 m.) con bosque de coníferas como abetos y pino negro;- piso alpino (2.400- 3.000 m.) con prados;- piso nival (más de 3.000 m.) vegetación inexistente y si desaparece la nieve líquenes y musgo. En el resto de montañas peninsulares carece de piso subalpino, pasándose directamente del bosque propio de la zona (caducifolio o perennifolio) al piso supraforestal compuesto por matorral, y por encima se encuentran los prados en las zonas más húmedas. Vegetación de ribera. Es la que se da a lo largo de los ríos españoles, donde el suelo se impregna de humedad, haciendo posible vivir ciertas especies en franjas paralelas al río. Los bosques de ribera están formados por especies como el sauce, chopo, álamo, olmo. Como forma arbustiva presenta rosales, madreselvas, hiedras, zarzamoras. En conclusión, España pertenece al reino floral holártico (que comprende la zona al norte del Trópico de Cáncer) y tiene tres regiones florales: eurosiberiana, mediterránea y macaronésica., que a su vez están integrados por grupos o formaciones vegetales diferentes por su tamaño y fisonomía (bosque, matorral y prado). La diversidad de la vegetación española es un patrimonio de una riqueza tan grande que es necesario subrayar la importancia de su conservación, la preservación de especies autóctonas frente a las alóctonas y el mantenimiento de una flora que es el sostén básico de la biodiversidad del país.